Fuertes factores sociales y culturales de Nepal inciden para que las parejas prefieran tener hijos varones, y eso contribuye a que la práctica del aborto aumente, en un marco legal arcaico en la materia.
La posibilidad de realizar exámenes médicos para conocer en forma temprana el sexo de un feto ha contribuido a incrementar el número de abortos, extendiendo la discriminación de género al vientre materno.
Kalpana Shrestha, de 30 años, estaba grávida de cuatro meses en octubre del año pasado, cuando buscó la ayuda de su médico para conocer el sexo del feto, ya que ella y su marido Harish tienen dos hijas y no querían una tercera.
Un examen realizado mediante ultrasonido reveló que el feto era femenino y la pareja pidió al médico que interrumpiera la gestación.
Hoy Kalpana y Harish prefieren no hablar de aquel episodio, pero están decididos a seguir intentando tener un hijo varón. "Necesitamos un hijo en forma desesperada para que sea sostén de nuestra vejez", dijo Harish a IPS.
El aborto es ilegal en Nepal pero las mujeres parecen dispuestas a correr serios riesgos, incluyendo el de ir a la cárcel durante 20 años, con tal de deshacerse de un feto femenino.
Los grupos feministas han pedido la revisión de las leyes arcaicas del país, para que el aborto se permita en determinadas circunstancias y su legalización evite prácticas clandestinas muy peligrosas, que son frecuentes sobre todo en las zonas rurales.
Las activistas señalan que el uso de esos métodos ha causado la muerte de muchas mujeres pobres e iletradas, y que víctimas de violación han terminado en la cárcel por evitar una maternidad que no deseaban.
La mortalidad materna en Nepal es una de las más altas del mundo, con 850 decesos por cada mil nacimientos. La cantidad de abortos es difícil de determinar, por las condiciones de clandestinidad en que se realizan, pero fuentes médicas indicaron que esa práctica se ha hecho más frecuente.
"Los médicos están usando tecnologías modernas para conocer de antemano el sexo de los fetos, y la mayoría de los padres y madres optan por el aborto para no tener hijas", explicó Jageswhar Gautam, un ginecólogo.
Bhola Rijal, un destacado ginecólogo del Hospital Escuela de la Universidad de Tibhuvan, aseguró que "hay muchos médicos y clínicas en Katmandú que realizan abortos".
En un informe del influyente diario Kantipu, basado en entrevistas con médicos que ejercen su profesión en el sector privado, estimó que en Katmandú se efectúan 15 abortos por día.
"El aborto es ilegal, pero quienes pueden pagar no tienen dificultades para lograr que se practique en clínicas y hospitales privados", sostuvo Renu Rajbhandary, una médica y activista por los de derechos de las mujeres, en un documento presentado en 1998 durante un seminario sobre salud femenina.
Las normas vigentes no permiten el aborto aunque la gravidez se deba a violación o incesto. La interrupción de la gestación después del sexto mes es considerada infanticidio por la ley, y sus responsables pueden ser acusados de asesinato.
En septiembre, una joven de 15 años que cumplía una condena de 20 años por aborto en la Cárcel Central de Katmandú fue liberada, luego de que grupos nepalíes e internacionales pidieron al rey Birendra que le concediera amnistía. Esa joven había sido violada por un familiar cuando tenía 13 años de edad.
Un borrador de proyecto de Ley para Proteger la Gravidez, redactado por un grupo feminista, fue trasladado por el Poder Ejecutivo al Legislativo en 1997, pero aún no ha comenzado su discusión.
Entre los cambios fundamentales propuestos en ese borrador hay una cláusula que permitiría el aborto sólo después de una aprobación gubernamental, para controlar el aumento de la práctica de abortar fetos de sexo femenino.
"No hay una ley que castigue a quienes optan por el aborto después de conocer el sexo del feto", dijo Sapana Pradhan Malla, una destacada abogada y activista por los derechos de la mujer, quien piensa que "los exámenes para conocer el sexo del feto deberían prohibirse".
La mayoría de esos exámenes se realizan mediante ecografías que emplean ultrasonido, y eso significa que la gestación debe estar por lo menos tres meses.
El método de la amniocentesis, que examina el líquido amniótico en el cual se encuentra el feto, tras extraer una muestra de ese líquido mediante punción, es demasiado costoso para la mayoría de las mujeres grávidas. Ese método resulta riesgoso para el feto, a diferencia de la ecografía.
El hinduísmo, predominante en Nepal, jerarquiza a los varones en las prácticas religiosas. Sólo un hijo varón puede encender la pira funeraria de sus padres, y según el sacerdote Madan Chaube eso abre la puerta del paraíso a los difuntos. Aún está prohibido que las mujeres asistan a una cremación.
"Sería probable que viéramos dentro de 20 años si los sacerdotes y líderes esclarecieran que también las hijas pueden cumplir esas funciones", señaló Rijal, quien también es un conocido escritor.
"En muchos lugares del sur de Asia, las hijas aún son vistas como una obligación molesta, o como 'forasteras' que dejan la casa de sus padres cuando se casan", apuntó. (FIN/IPS/tra- en/sp/an/ego/he hd/00)