El cantante de salsa panameño Rubén Blades ha decidido condimentar su música con un nuevo ingrediente: la lucha contra la discriminación, y así lo anunció en la capital de Costa Rica.
Blades, quien actualmente es embajador de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra el racismo, emprenderá en abril una gira por universidades de Estados Unidos para cantar en contra de la marginación racial, religiosa, infantil y de género.
"En este cargo de embajador contra el racismo quiero tener un papel muy activo y militante", declaró en San José el cantautor, de 51 años, que en los años 70 revolucionó la música caribeña con sus mensajes sociales.
Como latinoamericano, indicó, quiere aprovechar esta gira por centros universitarios para recopilar información que presentará ante la Conferencia Mundial contra el Rascismo de la ONU, que se celebrará en Sudáfrica en el año 2001.
Blades, un abogado con un posgrado en la estadounidense Universidad de Harvard, pretende combatir la idea generalizada de que los músicos no tienen capacidad para expresarse sobre temas políticos.
"Al contrario, la música es una manifestación sincera del espíritu de una sociedad, así que trato que mis letras provoquen polémica y que la gente piense", indicó.
Blades se presentó en rueda de prensa en San José con una gorra con la inscripción "Paz para Vieques", en alusión al municipio puertorriqueño donde Estados Unidos ha realizado entrenamientos militares pese a la oposición de los habitantes.
El cantante, que se dio a conocer internacionalmente en 1976 como vocalista de la orquesta de Willie Colón, opinó también sobre el futuro de América Latina en el siglo XXI, al que ha calificado de prometedor, en parte por el retiro de Estados Unidos de Panamá.
"Al margen de lo emotivo que fue, con la salida de Estados Unidos del canal nació la verdadera soberanía de Panamá", señaló.
En estos momentos Blades está en la búsqueda de una fusión de ritmos panamericanos y en la exploración de la influencia de la música celta en América Latina.
En próximos trabajos discográficos dice que quiere mezclar sonidos aparentemente disímiles, como la gaita escocesa con el tambor guaguancó cubano.
En 1999, Blades grabó en Costa Rica un disco titulado "Tiempos", que actualmente está nominado a los premios Grammy en Estados Unidos y en el que innovó al presentar sonidos tropicales de salsa interpretados por músicos de formación clásica.
"Lo irreconciliable que parecían ser la música clásica y los ritmos caribeños resultó ser una muy buena fórmula", dijo a IPS Edín Solís, uno de los guitarristas clásicos que participaron en la grabación de "Tiempos".
Para este disco, Blades formó una nueva orquesta, que lo acompañará en la gira por las universidades estadounidenses, con los músicos costarricenses del trío Editus y del Sexteto de Jazz Latino.
Según el cantante, las letras de sus canciones, muchas de las cuales se han inspirado en cuentos del escritor colombiano Gabriel García Márquez, van dirigidas más a la cabeza que a "los pies y a las caderas".
Y esto se ha notado a lo largo de su carrera con canciones de corte social que se convirtieron en éxitos comerciales, como "Plantación", "Pablo Pueblo" y "Pedro Navaja".
La más reciente canción de este tipo es "Sicarios", que cuenta la vida de un asesino a sueldo que es contratado por narcotraficantes para cometer un crimen en plena carretera.
Blades espera que la gira que emprenderá de abril a junio por universidades de Estados Unidos pueda extenderse en el segundo semestre de este año a universidades latinoamericanas.
La discografía de Blades incluye "Metiendo Mano" (1977), "Siembra" (1978), "Maestra Vida" (1980), "Agua de Luna" (1987), "Caminando" (1991), "La rosa de los vientos" (1996) y "Tiempos" (1999). (FIN/IPS/nms/ag/cr/00