Sobre las paredes de una pequeña galería de arte de Nueva York cuelgan fotografías y postales que capturan con la fría precisión de la cámara uno de los capítulos más terribles de Estados Unidos: los linchamientos de los negros.
La historia de los linchamientos, generalizados en el sur del país incluso hasta la segunda mitad del siglo XX, es algo que muchos blancos y negros no quisieran recordar.
Pero James Allen, coleccionista de fotografías y tarjetas postales que documentan los linchamientos en este país de 1880 a 1960, permitió la exposición de 75 piezas en la galería Roth Horowitz de Nueva York, junto con otros artículos históricos de la época posterior a la Guerra Civil (1862-1865).
Una postal con la imagen de un cuerpo quemado colgando de un poste telefónico tiene la siguiente nota escrita en la parte posterior: "Este es el asado que tuvimos anoche. Su hijo, Joe".
Una foto del tamaño de una postal muestra a una turba de blancos en torno del "árbol del ahorcado" en Helena, Montana, con una inscripción que se jacta de que "más de 20 hombres murieron ahorcados bajo este árbol en el pasado".
Uno de los aspectos más poderosos de la exposición es la naturaleza de espectáculo público que se aprecia en los linchamientos y la falta de arrepentimiento en los rostros de los blancos presentes, incluso de niños, que con frecuencia miran con alegría a la cámara.
La respuesta a la exposición, titulada "Witness" (Testigo), ha sido tremenda para la casi desconocida galería. Los empleados calcularon que cientos de personas vieron la muestra desde que se inauguró el 13 de enero. Sólo en un día llegaron a concurrir 400 personas, luego de que la prensa local la publicitara.
"Es muy interesante que 'Witness' haya llamado tanto la atención", comentó el profesor Fitzhugh Brundage, titular del departamento de historia de la Universidad de Florida y autor de numerosos libros sobre los linchamientos en este país.
"Si bien esas imágenes circularon (previamente) y (luego) se convirtieron en algo común, ni blancos ni negros querían que se exhibieran, los blancos por un sentimiento de culpa y los afroestadounidenses porque no quieren ser objeto de los mirones del sufrimiento", explicó.
"Las imágenes del holocausto judío modificaron nuestra actitud hacia los aspectos más perversos del pasado, de manera que los espectadores están más preparados para las imágenes perturbadoras", apuntó.
Uno de los visitantes de la muestra, el neoyorquino Derrick Taitt, dijo que una de las principales lecciones que sacó de la exposición es que "le podría pasar a cualquiera. Ya no se necesita ser negro para que te linchen. También corren el riesgo los gays, asiáticos, o cualquiera que no les guste" a los violentos.
Taitt afirmó que "todavía hay linchamientos en este país" y citó el caso de James Byrd, que fue maniatado y arrastrado con una cuerda detrás de un furgón conducido por tres blancos en Texas, en 1998, hasta que murió.
Stewart E. Tolnay, profesor de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany y experto en historia del racismo blanco en Estados Unidos, estuvo de acuerdo y describió el asesinato de Byrd como "un linchamiento moderno".
"Esto no es algo que no pueda ocurrir nunca más. Probablemente no sucederá en la escala que tuvo entre 1880 y 1920, pero los crímenes de odio siempre están latentes", advirtió Tolnay.
Muchos temen que la exposición pública de las fotografías provocara un sensacionalismo macabro, pero Tolnay opinó que la colección tiene valores redentores.
"Algunas veces la gente no está al tanto de nuestra propia historia. Tendemos a concentrarnos más en el presente y en el futuro que en el pasado… es importante que tome conciencia de lo que pasó y trate de comprender la situación actual", expresó.
Fred Homer, quien conduce un curso sobre violencia política en la Universidad de Wyoming, coincidió. "La mayoría de la gente no quiere saber respecto de las peores cosas que ocurrieron en este país. Y esta es una confrontación con lo peor", dijo.
Irónicamente, las fotos existen porque los integrantes de los grupos de linchamiento querían "recuerdos" de la ocasión, lo cual también proveyó de material gráfico a la prensa amarilla de la época, señaló Brundage.
Un titular de un diario de Memphis, del 26 de enero de 1921, parece convocar a sus lectores a una función social: "Podrían linchar de tres a seis negros esta tarde".
Los linchamientos fueron "un fenómeno nacional que apuntó contra aquellos considerados peligrosos para el orden público. En la década de 1890 se transformó en un fenómeno racial y sureño. En 1910, por lo menos nueve de cada 10 de las víctimas fueron afroestadounidenses", dijo Brundage.
"El linchamiento se describe con frecuencia como algo irracional, producto de la rabia descontrolada, pero la mayoría de las veces la gente tiene una idea muy clara de lo que está haciendo. Los blancos sabían el mensaje que querían enviar", aseguró.
La constante crueldad de las imágenes es mitigada de alguna manera por la presencia de documentos históricos de la lucha contra el racismo y la segregación, como primeras ediciones de "Up from Slavery" (Salir de la Esclavitud), por Bokker T. Washington (1901), "Stride toward Freedom" (Marcha hacia la Libertad) de Martin Luther King, hijo, y "Black Reconstruction" (Reconstrucción Negra), de W.E.B. Dubois.
La colección también incluye un cartel sin fecha de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP) que moviliza al público contra la violencia de las turbas blancas y denuncia que 3.436 personas fueron linchadas entre 1889 y 1922, inclus a 22 mujeres.
Algunas de las razones para linchar a un negro, según el afiche, fueron "no apartarse del camino cuando pasaba un chico blanco en su auto", o "ser pariente de una persona linchada" y "contestar o insultar a un blanco".
La muestra, que bajará el 13 de febrero, precede a la publicación del libro "Without Sanctuary" (Sin Refugio), que incluye 98 imágenes de la colección de Allen y ensayos de Hilton Als, el historiador Leon Litwak, ganador del Premio Pulitzer, y el parlamentario John Lewis.
En el prólogo del libro, Lewis escribió que "aún hoy, mucha gente, a pesar de la evidencia, no creerá, o no quiere creer, que esas atrocidades ocurrieron en Estados Unidos no hace mucho tiempo. Esas fotos testimonian los ahorcamientos, quemaduras, castraciones y torturas de un holocausto nacional".
"Without Sanctuary" saldrá a la venta en las librerías neoyorquinas en marzo. (FIN/IPS/tra-en/ks/cr/ego/aq/cr/00