Venezuela estrena este año un Poder Ciudadano, concebido por la nueva Constitución como un mecanismo sin precedentes en el país para defender la ética pública, la moral administrativa y hasta los derechos humanos.
La creación de una "defensoría del pueblo", que comenzó a operar hace una semana, fue la primera manifestación del nuevo poder público, que también incorpora a las ya existentes Fiscalía General y la Contraloría General de la República.
Los máximos representantes de cada organismo formarán un Consejo Moral Republicano, que podrá advertir y sancionar a cualquier funcionario venezolano, operando como ente independiente y autónomo.
Su creación forma parte de la transformación del Estado contemplada por la nueva Constitución de 350 artículos, aprobada por los venezolanos en el referendo realizado el 15 de diciembre.
Los tres poderes clásicos Ejecutivo, Judicial y Legislativo aumentaron ahora a cinco en este país sudamericano con la incorporación del Ciudadano y del Electoral, este último encargado de realizar consultas comiciales.
El presidente Hugo Chávez, quien asumió el gobierno en febrero del año pasado enarbolando el proceso constituyente como su principal proyecto político, fue un ardoroso proponente de crear una especie de "poder moral" en este país.
Chávez asegura que los cambios impulsados por su gobierno, que califica de "revolución pacífica y democrática", son necesarios debido a la crisis generalizada, gran parte de la cual atribuye a la corrupción.
El artículo 274 de la Constitución establece que el Poder Ciudadano tiene a su cargo "prevenir, investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública y la moral administrativa".
"El Poder Ciudadano es independiente y sus órganos gozan de autonomía funcional, financiera y administrativa", precisa la nueva ley fundamental venezolana. Cada año, el Consejo Moral deberá presentar un informe sobre la situación del país ante el parlamento.
Todos los funcionarios públicos están obligados a cooperar con el Consejo Moral o sus representaciones regionales, que podrán solicitar declaraciones o documentos, incluso aquellos que hayan sido calificados como confidenciales.
Por su parte, la defensoría del pueblo "tiene a su cargo la promoción, defensa y vigilancia de los derechos y garantías establecidos en la Constitución y los tratados internacionales sobre derechos humanos".
"Nosotros vamos a trabajar con la persuasión", adelantó la primera defensora del pueblo de Venezuela, Dilia Parra, quien asumió el cargo en forma provisional, mientras se completa la instalación de las estructuras previstas por la Constitución.
Los venezolanos deberán participar en algún momento del primer semestre de este año en elecciones para escoger presidente, parlamentarios y gobernadores, según lo dispuesto por la nueva ley fundamental.
Chávez ya anticipó que se postulará para esos comicios. El nuevo parlamento unicameral tendrá a su cargo la aprobación de los integrantes del poder ciudadano.
Entre tanto, los miembros provisionales del nuevo poder público deberán establecer mecanismos para seleccionar a sus integrantes y facilitar el funcionamiento de sus estructuras lo más pronto posible.
"La tarea de los derechos humanos y el rescate del honor y la justicia es de todos", ha advertido Parra, una abogada con experiencia en la defensa de los derechos básicos.
El canciller José Vicente Rangel, considerado uno de los principales portavoces políticos del gobierno de Chávez, ha planteado que la corrupción es un "riesgo mayor" para la administración del Estado en este país.
"Hay una cultura de la corrupción, una praxis difícil de controlar", comentó Rangel en una conversación con periodistas extranjeros a comienzos de diciembre. "Es un dolor de cabeza para nosotros, una trampa montada en la cual puede caer cualquiera".
Un informe de la organización Transparencia Internacional sobre "percepción de la corrupción", que fue ampliamente difundido por la prensa de este país a fines de 1999, indicó que Venezuela está en el puesto 75 a nivel mundial, de un total de 85.
El Poder Ciudadano es ahora un elemento característico de la República Bolivariana de Venezuela, que según lo dispuesto por la Constitución es el nuevo nombre de este país.
Chávez lo propuso inspirado por una iniciativa del prócer de la independencia Simón Bolívar, quien a comienzos del siglo XIX, cuando nacían las repúblicas sudamericanas, sugirió por primera vez considerar un "poder moral" dentro del Estado. (FIN/IPS/lc/dm/ip/00