Las puertas de los cuarteles de Venezuela volvieron a abrirse para ex militares participantes en las intentonas golpistas de 1992, un gesto con el cual la Asamblea Constituyente reivindicó episodios cruciales en el nacimiento del hoy gobernante "chavismo".
El ministro de Defensa, Raúl Salazar, precisó este miércoles que la medida podría beneficiar a unos 140 miembros del ejército, 98 de la aviación, nueve de la armada y cinco de la Guardia Nacional.
La Asamblea de mayoría oficialista aprobó la resolución apenas cuatro días antes del cese de sus funciones, este domingo, y una semana antes del octavo aniversario del fallido golpe de Estado liderado el 4 de febrero de 1992 por el actual presidente Hugo Chávez.
El 27 de noviembre de ese mismo año, cuando Chávez estaba en la cárcel, hubo un segundo intento golpista contra el gobierno del entonces presidente, el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez. En ambos casos los alzamientos fueron controlados, pero su impacto sobre la escena política no se diluyó.
El decreto aprobado por los constituyentes establece que los militares retirados de filas tras los intentos de golpe podrán solicitar su reincorporación y tendrán derecho a pensiones de retiro o invalidez cuando éstas sean aplicables. Además, podrán participar en cursos de mejoramiento y aspirar a ascensos.
El constituyente Francisco Visconti, quien lideró el golpe del 27 de noviembre de 1992, cuando era general, calificó el decreto de la Asamblea de "un acto de justicia" con los ex oficiales, suboficiales y tropa profesional beneficiados por la medida.
Chávez, un teniente coronel retirado que en su condición de presidente ahora es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas venezolanas, se había manifestado en varias oportunidades a favor de la reincorporación de militares destituidos a causa de los intentos de golpe de Estado.
El actual mandatario venezolano saltó a la escena política cuando el golpe del 4 de febrero de 1992 fue desarticulado y las autoridades le permitieron dar un breve discurso televisado, en el cual admitió su derrota.
Sin embargo, ese discurso terminó con un inquietante "por ahora", que es considerado clave para su posterior proyección como dirigente político.
"Es probablemente el minuto más productivo de la historia de la televisión mundial", comentó el analista Alberto Quirós en sus artículos de prensa, al referirse al arrastre político que Chávez logró luego y que terminó por llevarlo al poder democráticamente.
Chávez ha comentado que su "revolución pacífica y democrática" comenzó el 27 de febrero de 1989, cuando fuerzas militares reprimieron brutalmente saqueos y disturbios populares, lo que dejó unos 300 muertos. El episodio pasó a la historia venezolana con el nombre de "Caracazo".
Los golpes del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992 habrían estado inspirados en el propósito de generar cambios en Venezuela para hacerla más justa, según Chávez.
Pero las asonadas también provocaron combates que aterraron a la población y representaron un intento concreto por romper una democracia de 30 años de existencia.
Muchos de los militares que resultaron sancionados por su participación en los golpes se integraron después al movimiento político identificado con Chávez, llamado popularmente "chavismo", que el actual presidente comenzó a articular después de pasar dos años en prisión.
En diciembre de 1998 logró ganar las elecciones presidenciales impulsado por la alianza oficialista Polo Patriótico, y apenas asumió en febrero de 1999 comenzó a impulsar el proceso de redacción de una nueva Constitución, que entró en vigencia tres días antes de empezar este año.
La Asamblea Constituyente, instalada el 3 de agosto, fue el centro de una agitada etapa política en la historia de este país, que incluyó la intervención del Poder Judicial y del Legislativo.
El Polo Patriótico tuvo mayoría absoluta en la Asamblea, que ha operado bajo la tesis ratificada por la Corte Suprema de que el poder constituyente está por encima de los constituidos.
Eso facilitó la aprobación de medidas respaldadas por el "chavismo", como es el caso de la reincorporación de los golpistas a las filas.
Dirigentes oficialistas han argumentado que la reincorporación está legitimizada por los contundentes triunfos electorales obtenidos por el Polo Patriótico, que reivindica las asonadas militares de 1992.
El ministro de Defensa explicó este miércoles que en las próximas semanas deberán recibirse las solicitudes de reincorporación, y destacó que, de acuerdo con el decreto de la Asamblea, cada caso deberá ser analizado por una comisión que luego informará al presidente.
"Se va a evaluar la conducta que tenían" y "la capacidad profesional", comentó el ministro Salazar.
El reintegro de los ex militares que acompañaron a Chávez coincide con signos de conflicto dentro del "chavismo", relacionados, precisamente, con la creciente presencia de uniformados en puestos de gobierno que tradicionalmente eran ejercidos por civiles.
El presidente ha convocado a militares para asumir algunos ministerios y otros puestos importantes del Poder Ejecutivo.
Uno de los más altos dirigentes del Polo Patriótico, el constituyente Pablo Medina, alertó sobre el peligro de transformar una alianza cívico-militar en una militar-cívica, pues en política "el orden de los factores sí altera el producto".
El presidente de la Asamblea, Luis Miquilena, acusó a Medina de hacerse "eco de la oposición", y descartó que haya un proceso de militarismo, argumentando que la incorporación de uniformados tiene como objeto integrar la capacidad de las Fuerzas Armadas, que estaba "subutilizada". (FIN/IPS/lc/mj/ip/00