El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se propone incrementar el número de cascos azules en Sierra Leona tras el repliegue de una fuerza regional de paz de ese país de Africa occidental, devastado por la guerra civil.
En una carta al Consejo de Seguridad, Annan solicitó que la Misión de las Naciones Unidas en Sierra Leona (Unamsil) sea aumentada de 6.000 a 11.000 hombres.
La fuerza de paz ampliada llenaría el vacío creado por la retirada en curso de unos 4.800 soldados pertenecientes al Grupo Observador de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (Ecomog), una fuerza militar regional que trató de mantener la paz en Sierra Leona en los últimos tres años.
El presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, confirmó que retirará gradualmente sus tropas de Ecomog, principalmente por razones económicas. Nigeria tiene el mayor contingente dentro de la fuerza regional.
El costo del mantenimiento de Ecomog, que también intervino para restaurar el orden en la vecina Liberia, se estima en 4.000 millones de dólares en un período de cinco años.
La mayor parte de los fondos procedieron de Nigeria, pero el nuevo gobierno civil de ese país anunció que no puede continuar subsidiando la operación.
El embajador de Estados Unidos en Nigeria, Peter Burleigh, elogió los esfuerzos de Ecomog para restaurar el orden y la seguridad en Sierra Leona.
"La comunidad internacional tiene una deuda de gratitud para con las naciones que aportaron tropas, entre ellas Nigeria, Ghana, Guinea y Malí", dijo Burleigh.
El repliegue de los soldados nigerianos de Ecomog se completará en febrero, informó Annan al Consejo de Seguridad, mientras Ghana y Guinea también se preparan para retirar sus hombres.
"Me preocupa mucho que la repatriación de soldados de Ecomog en el futuro inmediato, sin la protección de otra fuerza, genere una peligrosa brecha de seguridad en las zonas clave de Lungi y Freetown", expresó el secretario general.
Por lo tanto, Annan recomendó que el Consejo de Seguridad autorice lo antes posible la ampliación de Unamsil.
Así mismo, el secretario general pretende que el Consejo lo autorice a ofrecer seguridad en el aeropuerto de Lungi y en instituciones clave de la capital, Freetown.
Mientras, los tres países que se disponen a partir aportarán nuevos hombres a Unamsil, que es financiada por los 188 países miembros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La misión de paz de la ONU, encabezada por el general indio Vijay Kumar, también tiene contingentes de Kenia e India.
El mandato de la misión consiste en aplicar un plan de desarme, desmovilización y reintegración de las facciones que estuvieron involucradas en la guerra civil.
Según Unamsil, sólo entregaron sus armas unos 1.125 ex combatientes, de un total de 45.000.
El embajador británico Jeremy Greenstock declaró a la prensa el miércoles que la situación en Sierra Leona es "frágil". "Debemos mantener el proceso de pacificación", dijo.
Estados Unidos y Gran Bretaña, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, promovieron una moción de resolución en apoyo de la solicitud de Annan.
"No hay duda de que se precisa incrementar la presencia de la ONU en Sierra Leona", declaró el embajador estadounidense Richard Holbrooke.
El gobierno elegido democráticamente de Ahmed Tejan Kabbah estuvo a punto de ser derrocado el año pasado por rebeldes del Frente Revolucionario Unido (FRU), que casi capturaron la capital. El gobierno sólo pudo reprimir el alzamiento con la ayuda militar de Ecomog.
En las últimas semanas, la situación en Sierra Leona pasó por "un período difícil", mientras Ecomog emprendía su retirada de varias localidades, señaló Annan en un informe publicado el miércoles.
En consecuencia, el FRU desafió algunas disposiciones de los acuerdos de paz, y las tensiones resultantes sólo cedieron con el despliegue de tropas de Unamsil.
"El despliegue acelerado de soldados de Unamsil también contribuyó a restaurar la tranquilidad pública, el libre movimiento de la población y la autoridad civil", destacó.
Annan expresó "grave preocupación" por el aumento de la delincuencia en Freetown y en las áreas de Lungi y Port Loko.
El secretario general también se quejó por las violaciones al cese del fuego, la persecución de civiles y los intentos de introducir armas en Freetown.
Sin embargo, advirtió que la ONU no podrá mantener una fuerte presencia militar en Sierra Leona por un período prolongado.
Por lo tanto, instó, "el gobierno de Sierra Leona y sus países amigos deberían desarrollar un mecanismo confiable para garantizar la seguridad nacional y así disminuir su dependencia de la ayuda exterior". (FIN/IPS/tra-en/td/ks/mlm/ip/00