RUSIA: Piratas agravan la crisis de productos culturales

La piratería de libros, revistas, discos compactos, películas y programas de computación agrava el mal momento que padecen las artes y la cultura de Rusia debido a la crisis económica.

"Hay más demanda de productos baratos", admitió Andrei, un joven vendedor de discos compactos y CD-Roms en una pequeña tienda vecina a la estación del tren subterráneo bajo la Plaza Pushkin, en los suburbios de Moscú. En la jerga de Andrei, "barato" significa falsificado.

Una plaga similar contra el derecho de propiedad afecta a la música y la industria cinematográfica. Incluso los libros son pirateados en Rusia.

El gobierno prometió librar una guerra sin cuartel contra la piratería de videos. La televisión transmitió cortos contra este tipo de delito y la policía allana periódicamente negocios y quioscos, secuestrando videos falsificados y multando a los vendedores.

"Hemos estado reforzando las leyes de protección de propiedad intelectual", afirmó el general Eugeny Durnenkov, jefe del departamento de investigaciones de la policía tributaria de Moscú. "La piratería disminuyó en 1999", aseguró a IPS.

Desde principios de 1999, la policía tributaria realizó 300 allanamientos en Moscú y requisó 40.000 videos y 50.000 CD-Roms pirateados. No obstante, sólo 75 personas fueron multadas y se iniciaron 10 investigaciones penales.

En 1995, Rusia reformó la ley y este año entró en vigencia un nuevo código penal que considera la piratería de programas de computación un delito igual a otras violaciones de los derechos de propiedad intelectual.

Desde comienzos de 1998, el Código Penal incluye penas de cárcel para los infractores. Sin embargo, la represión es débil y las ínfimas multas en comparación con las ganancias no disuaden a los piratas.

Un distribuidor mediano de productos pirateados puede llegar a ganar más de 200.000 dólares anuales, una suma astronómica en la Rusia indigente y afectada por la peor crisis económica de su historia.

No es una sorpresa que los piratas de videos, discos compactos, CD-Roms, libros y otros productos, afirmen que controlan 85 por ciento del mercado ruso.

Hace dos semanas el gobierno señaló que se debe enmendar el Código Penal para combatir eficazmente la piratería.

Según los últimos cálculos oficiales, los dueños de patentes y el Estado pierden más de 3.000 millones de dólares anuales en regalías e impuestos no pagados debido a la piratería de derechos de propiedad.

La industria estimó que las pérdidas ocasionadas por la piratería en 1997 ascendieron a 700 millones de dólares en publicaciones, música y películas, programas y CD-Roms.

El potencial de Rusia como mercado de propiedad intelectual se vio dañado por su reputación como paraíso para piratas. Una visita al mercado moscovita de Mitino, que abre los sábados, muestra claramente la gravedad del problema.

La mercadería se encuentra apilada con manuales de instrucción ilegalmente traducidos, mientras grandes producciones de Hollywood pirateadas pueden verse junto a programas y CD-Roms falsificados.

Las "colecciones" de CD-Roms incluyen versiones pirateadas de Windows 95 y decenas de productos similares que son vendidas abiertamente en Mitino por tres o cuatro dólares, mientras aquellas con la debida licencia cuestan en los negocios 30 veces más.

Discos compactos de audio se pueden obtener por un par de dólares y las películas de Hollywood, incluso las últimas novedades, se venden a tres dólares cada una. Los vendedores en Mitino, un área suburbana al norte de Moscú, tienen suficientes compradores porque el mercado siempre está lleno de gente.

Incluso la autopista Pyanitskoe, que conduce a Mitino, está repleta los sábados y los conductores necesitan más de 15 minutos para recorrer el último kilómetro y llegar al mercado.

Rusia ha sido un mercado pobre para la industria de programas de computación porque muy pocos rusos pueden adquirir computadoras. Pero aquellos que las tienen son los primeros en operarlas usando productos pirateados.

Alrededor de 90 por ciento de los programas informáticos empleados en Rusia fueron pirateados, según la Alianza de Empresas de Programas de Computación, un grupo industrial que incluye hasta el gigante internacional Microsoft.

El ingreso por la falsificación de programas de computación en Moscú asciende a un millón de dólares por mes, apuntó la Alianza, agregando que 90 por ciento de las organizaciones rusas emplean CD y CD-Roms, así como programas completos, copiados en violación de los derechos de propiedad intelectual.

Las editoriales tienen motivos de preocupación ya que, además de libros, incluso se piratean revistas mensuales. No obstante, según las leyes locales, las denuncias formales contra los falsificadores se deben presentar en el lugar donde la firma afectada tiene su registro.

Por esa razón, muchas ediciones pirateadas son vendidas en Moscú, pero sus editores se encuentran registrados en lugares remotos a miles de kilómetros de la capital rusa, lo cual dificulta entablar un proceso judicial en su contra.

La Sociedad de Autores de Rusia (SAR) participa anualmente en miles de pleitos por derechos de propiedad, cifra que va en aumento. Además, algunos representantes de SAR recibieron amenazas o fueron agredidos.

Desde el comienzo del año, las autoridades municipales de Moscú iniciaron un proceso de concesión de licencias y registro de firmas y empresarios que comercian con "productos intelectuales", señaló Mikhail Ostrovsky, jefe del departamento de medios del gobierno municipal moscovita.

Como resultado, la disponibilidad de productos pirateados disminuyó 20 por ciento, aseguró a IPS.

La lucha contra la piratería no es un mero ejercicio de relaciones públicas para las autoridades porque erradicar este tipo de delito contra la propiedad intelectual constituye una condición importante para que Rusia acceda a la Organización Mundial de Comercio (OMC). (FIN/IPS/tra-en/sb/ak/ego/aq/if/00

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