Un dramaturgo de Jamaica descubrió en 1999, año caracterizado por la recesión, la alta criminalidad y los trastornos sociales en este país, suficiente humor para escribir una sátira musical que se convirtió en éxito en todos los estratos sociales.
"Breadfruit Kingdom" (El reino del fruto del pan), como se titula la pieza, se ha convertido en la obra que todos los jamaiquinos desean ver desde que se estrenó en Kingston el día de año nuevo, y sigue representándose a sala llena.
Patrick Brown, autor de la obra y uno de los escritores más conocidos del país, buscó la inspiración en los altos y bajos de 1999, haciendo de su último proyecto una declaración política y también artística.
"La pieza, definitivamente, examina muchos temas, pero no tiene nada que ver con ningún partido político sino con el sistema político. Analiza cuestiones que preocupan a la gente", explicó Brown.
El elenco está encabezado por Oliver Samuels, un comediante y veterano de muchos éxitos.
Samuels interpreta al despótico Rey de la Calle, gobernante del ficticio Breadfruit Kingdom, cuyos frustrados ciudadanos están obligados a pagar 75 por ciento de impuestos para financiar el extravagante estilo de vida de su soberano.
La línea narrativa tiene un fuerte parecido con hechos ocurridos en Jamaica el último año.
La popularidad del primer ministro Percival Patterson está muy baja, según las encuestas, porque la decisión de su ministro de Finanzas de gravar con el 75 por ciento los productos petroleros causó violentos motines en todo el país.
Llevada por pegadizas canciones, la pieza constituye un alivio humorístico al malestar del año pasado, sobre todo los motines por el impuesto del gas, que literalmente paralizaron el país por tres días.
Brown, socio de una importante firma constructora, demoró un año entero en escribir la pieza, que también se inspiró en la crisis de la industria de la construcción.
El clamor de muchos de sus empleados brindó más material a Breadfruit Kingdom, que es el último éxito de Brown tras el triunfo de "Oliver y Panacea" en 1998.
Si bien admitió que la obra estuvo fuertemente influenciada por las demostraciones contra el impuesto al gas, Brown, de 46 años, explicó que su última pieza se basó más en la atmósfera general de desmoralización que cundió en el país.
"Se trata de descargar la tensión. Aquellos de nosotros que optamos por no expresar nuestra frustración en programas de entrevistas televisivas debemos encontrar otra manera de liberar nuestros sentimientos", dijo.
Breadfruit Kingdom ha descripto a todos, desde la gente común a ministros de gobierno, en el teatro Centerstage, una sala pequeña situada en el Nuevo Kingston, paradojalmente un distrito que alberga a muchas entidades financieras quebradas.
Más allá del fuerte contenido social de la obra, el crítico teatral Michael Reckord cree que la constelación de famosos que interpretan la pieza es la causa de la ansiedad del público por ver la pieza de Brown.
"Esa es la razón principal, la carta ganadora", dijo Reckord. "No es una obra que me merezca alta estima porque no hay nada único en ella, pero la gente está cansada de llorar sobre nuestra situación y eso es lo que transforma a Breadfruit Kingdom en una pieza agradable del teatro de diversión", declaró.
Breadfruit Kingdom es la continuación del tipo de piezas con contenido social que hicieron un gran retorno al teatro jamaiquino en los años 90 y reemplazaron los espectáculos tradicionales que dominaron en los 80.
Brown creció en la difícil área capitalina del este de Kingston y se describe a sí mismo como "un joven del gueto que descubrió tardíamente el teatro en su vida".
Estudió ingeniería en la Facultad de San Agustín, Universidad de Indias Occidentales, y su participación en representaciones estudiantiles dieron como resultado su primera pieza teatral, "Cornflakes", en 1982.
Desde entonces, Brown ha escrito muchas piezas exitosas, como "Friends", "Yard 89", "Guaba Jelly" y "Oliver and Pinocchio", todas impactos de taquilla.
Con la vuelta de los autores nacionales a temas más sobrios, el afán del público por ver Breadfruit Kingdom no sorprende a Brown.
"Los jamaiquinos precisan entretenimiento inspirado en la realidad, y Breadfruit Kingdom demuestra que hay una audiencia para ello", dijo. (FIN/IPS/tra-en/hc/ks/ego-mlm/cr/00