La designación del diplomático sueco y experto en desarme Rolf Ekeus como presidente de la nueva comisión inspectora de armas para Iraq divide a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Ekeus ya había dirigido la primera comisión inspectora para Iraq, la Comisión Especial de las Naciones Unidas (UNSCOM), durante seis años (1991-1997).
Su designación por el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, decepcionó a activistas que procuraban el fin de las sanciones económicas a Iraq y generó una férrea oposición de Rusia y China.
China prometió oponerse a cualquier designación que no recayera sobre un candidato del Sur en desarrollo.
"Durante 30 días, Annan propuso unos 25 nombres y ni uno de ellos generó el acuerdo unánime. Por lo tanto, designó al que creyó que haría mejor el trabajo", declaró Fred Eckhard, portavoz de la ONU.
Según la resolución que creó la nueva comisión, Annan tenía 30 días para presentar un candidato al Consejo, que podía aprobarlo o rechazarlo. El domingo se cumplieron los 30 días.
Annan comunicó su decisión al embajador de Estados Unidos, Richard Holbrooke, el lunes por la mañana. En una carta a Holbrooke, Annan afirmó que Ekeus "satisface todos los requisitos necesarios para el cargo".
"Ahora, el secretario general aguarda la respuesta del Consejo", informó Eckhard, pero aún no se programó ninguna reunión del máximo órgano ejecutivo para tratar el tema.
Mientras, grupos de activistas que procuraban el fin del embargo reaccionaron con enojo ante el nombramiento.
"Era muy difícil para los iraquíes trabajar con Ekeus", recordó Dierdre Sennet, del Comité de Acción Internacional, una organización activista establecida en Nueva York.
Sennet, coautora del libro "Desafío al genocidio: Dejemos vivir a Iraq", sostuvo que Ekeus contribuyó al prolongamiento de las sanciones y por esa razón tuvo el apoyo de Gran Bretaña y Estados Unidos.
El Consejo creó el 17 de diciembre pasado la Comisión de las Naciones Unidas de Observación, Verificación e Inspección (Unmovic) "para tratar temas no resueltos de desarme" como la extensión del programa de armas biológicas.
Así mismo, Unmovic deberá asegurar que Iraq no reconstruya sus arsenales de armas de destrucción masiva o misiles de largo alcance. El alivio o levantamiento de las sanciones contra Iraq está condicionado al cumplimiento de Bagdad con la destrucción total de esas armas.
Ekeus dirigió el primer régimen de inspección establecido por el Consejo de Seguridad tras la guerra del Golfo, en 1991. Fue presidente ejecutivo de la comisión hasta 1997, cuando se convirtió en embajador de Suecia ante Estados Unidos, y luego integró varias comisiones para el desarme nuclear.
Ekeus no estuvo disponible para formular declaraciones. La embajada sueca en Washington estuvo cerrada el lunes por el Día de Martin Luther King.
Desde diciembre de 1998 no se realizan inspecciones en Iraq. Tras revelaciones de que Estados Unidos utilizó a UNSCOM para actividades de espionaje, Bagdad se negó a permitir más inspecciones, y Estados Unidos y Gran Bretaña iniciaron una campaña de bombardeos contra Iraq.
Los cinco miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña) nunca estuvieron cerca de un acuerdo sobre un candidato.
Otros nombres propuestos aparte de Ekeus fueron Pasi Patokallio, un diplomático finlandés y experto en desarme, el embajador brasileño Celso Amorim, quien elaboró tres informes sobre Iraq el año pasado cuando representó a Brasil en el Consejo, y Abdul Minty, un experto en desarme de Sudáfrica que trabaja en la cancillería de ese país.
Al menos uno de los cinco miembros permanentes presentó objeciones a cada candidato, o bien el gobierno del candidato se negaba a exonerarlo de sus funciones para que se integrara a Unmovic.
Trascendió que China, Francia y Rusia no desean el regreso de Ekeus. Los tres son partidarios del alivio de las sanciones contra Iraq y se oponen a un régimen de desarme demasiado estricto.
Además, China expresó su preferencia por que el presidente de la comisión sea de un país en desarrollo.
Estos tres países y Malasia se abstuvieron en diciembre durante la votación que dio origen a Unmovic.
Mientras, Iraq anunció que no cooperará con ningún régimen de inspección de armas de la ONU.
En un hecho relacionado, Iraq aceptó admitir inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés).
Esto no tiene nada que ver con las inspecciones de Unmovic, sino con las obligaciones de Iraq según el Tratado de No Proliferación Nuclear.
De acuerdo con ese tratado, la IAEA inspecciona anualmente sitios que podrían utilizarse para la producción de armas nucleares. (FIN/IPS/tra-en/jw/ks/mlm/ip/00