NEPAL: Se hizo la luz en remoto poblado

La inauguración de una microcentral de energía hidroeléctrica de 10 kilovatios de potencia hizo realidad los sueños de los pobladores de Gumlekh, un pequeño poblado situado en la región centroccidental de Nepal.

El trabajo que costó construir la central, situada a unas cinco horas de caminata del pueblo más cercano de Damauli, no fue en vano.

"Perdí la cuenta del número de viajes que hice al río para conseguir arena y piedras que necesitábamos para construir la planta", comentó Kamali Maya Kham Thakuri, de 35 años.

Thakuri, al igual que otros pobladores, hizo innumerables viajes hasta el río, que queda a unas cuatro horas a pie, para llenar canastos de arena y piedras. "Valió la pena el sacrificio", aseguró.

Sentada en su pequeña tienda de pueblo, iluminada por una lámpara de escasa potencia, señala con orgullo el interruptor de plástico.

La electricidad de la nueva planta cambió la vida de las 53 casas de Gumlekh. Los cuatro hijos de Thakuri pueden quedarse despiertos después de las clases para hacer sus tareas domiciliarias, mientras sus padres tejen cestas de bambú hasta entrada la noche.

El hijo de Thakuri, de 19 años, faltó una semana a clases para transportar equipos eléctricos a la planta, al igual que muchos jóvenes del poblado. Las mujeres son las que más disfrutan del cambio.

Un molino que funciona a electricidad, generada por la planta, facilitó la vida en el pueblo.

"En minutos hace tareas que a nosotros nos llevaba mucha energía y tiempo, que podíamos haber pasado con nuestros hijos durante las noches. Ya no tenemos que levantarnos al amanecer para terminar con las tareas diarias para moler granos al fin del día", explicó Sulochana Chand, directora del grupo de mujeres.

Ahora que tienen electricidad, los pobladores ahorran en kerosene, que es muy costoso, y ya no tienen que caminar cinco horas para llegar a Damauli.

Las microcentrales hidráulicas parecen esenciales en un país que tiene tantos ríos y corrientes de agua, ya que es una forma de generar electricidad a bajo costo para personas que tienen escaso poder adquisitivo.

La red nacional de energía eléctrica de Nepal llega a pocos lugares, a pesar de tener una potencia estimada en 8.300 megavatios, debido a los accidentes geográficos. Sólo 15 por ciento de los 22 millones de nepalíes tienen electricidad.

"En las zonas urbanas, con capacidad de pago, se necesitan centrales de energía estables, grandes y (con capacidad de producción) voluminosa", explicaron los expertos en planificación de recursos.

"Pero en las zonas rurales, donde la población escasea y no tiene acceso al mercado, tendremos que instalar sistemas más pequeños, como las microcentrales de energía, que pueden ser manejadas por la propia gente del lugar", explicó Jagadish Chandra Pokharel, de la Comisión Nacional de Planificación.

Agencias del sector privado, como el Banco de Desarrollo Agrícola, subsidian entre 50 y 75 por ciento del costo de los equipos necesarios para la electrificación rural.

"La Autoridad de Electricidad, la empresa nacional de energía, cree que las microcentrales son insignificantes en el marco general, pero es indudable que la tecnología está cambiando la vida de las personas", declaró Kiran Man Singh, director de programa del Proyecto de Energía Rural.

El Proyecto, que cuenta con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se ocupa de promover la energía en la zona rural en 10 de los 75 distritos del país, con el fin de mejorar la ganadería y la conservación de los recursos naturales del país.

Gracias a ello, las empresas de Gumlekh empiezan a florecer. Samanta Shah, de 40 años, vive de la agricultura y de las ganancias que obtiene del pequeño criadero de pollos que tiene detrás de su casa.

Un vecino tiene una unidad de agroprocesamiento que incluye molienda de granos y extracción de aceite. Otros juegan con la idea de instalar barracas de madera y máquinas para fabricar papel.

"Esperamos que esto aliente a la gente a quedarse en el pueblo y no emigrar", manifestó Jit Bahadur Chand, de 36 años, inspirador del proyecto de Gumlekh.

Chand es director del centro de estudios del pueblo y preside el comité de manejo de la microcentral de electricidad. Sus esfuerzos dieron resultado antes de lo esperado y un día antes de que se celebrara una boda.

"Con todo el trabajo de los pobladores, fue maravilloso tener una boda en el pueblo, la primera con luz eléctrica en mis 36 años de vida", celebró. (FIN/IPS/tra-en/rl/an/ceb/aq/dv/00

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