Los centros de apuestas autorizados en México por el Poder Ejecutivo están en manos de amigos del partido gobernante que, con las elecciones presidenciales en la mira, se declara adalid en la lucha contra la corrupción.
Hijos y amigos de ex ministros, famosos por su poder económico e influencia política, tienen 90 por ciento de las autorizaciones para manejar hipódromos, canódromos y agencias de apuestas, publicó este jueves el diario Reforma.
"El tema de los centros de apuestas es sólo uno de los capítulos más de la corrupción impuesta en México por el PRI (Partido Revolucionario Institucional)", dijo a IPS el diputado Javier Hidalgo, miembro del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática.
La mayoría de los permisos fueron entregados entre 1988 y 1993 por la Secretaría de Gobernación, sin convocatoria pública de por medio y con base en normas que los observadores consideran caducas y contradictorias.
Fernando Gutiérrez, quien estaba al frente de la Secretaría de Gobernación en aquella época, fue el encargado de organizar las elecciones primarias que el año pasado realizó el PRI para escoger a su candidato presidencial.
En julio, los mexicanos acudirán a los centros de votación para escoger al sucesor del presidente Ernesto Zedillo, quien concluye su periodo de seis años en diciembre.
En medio de acusaciones de parcialidad por parte del gobierno de Zedillo, las elecciones primarias fueron ganadas por Francisco Labastida, otro ex secretario de Gobernación que ahora tiene como lema de campaña la lucha contra la corrupción.
"Los pájaros tirándoles a las escopetas es la frase que mejor se aplica al PRI de hoy", comentó Hidalgo.
En los últimas siete décadas gobernadas ininterrumpidamente por el PRI, México ganó fama por su gran corrupción. Pero desde que Zedillo asumió el gobierno, a fines de 1994, prometió luchar contra ese problema.
Raúl Salinas, hermano del ex presidente Carlos Salinas (1988- 94), varios militares de alto rango, entre ellos un ex jefe antidrogas, y algunos banqueros fueron procesados en los últimos cinco años por casos de corrupción.
El escritor estadounidense Alan Riding escribió hace más de una década que la corrupción es el aceite que permite el funcionamiento de la sociedad mexicana.
México se encuentra entre los 40 países más corruptos del mundo, según el último informe del organismo Transparencia Internacional.
En el caso de los centros de apuestas, Reforma reveló que 60 por ciento de ellos son manejados por el hijo de Carlos Hank, ex secretario de Agricultura del gobierno de Salinas y uno de los hombres más ricos de México.
Aunque el funcionamiento de casinos y lugares similares están prohibidos desde 1936, se pueden abrir con autorizaciones extraordinarias del gobierno.
Durante la gestión del actual candidato presidencial del PRI como secretario de Gobernación, entre 1998 y 1999, no se otorgaron nuevos permisos para centros de juego, pero tampoco se investigó su funcionamiento.
"Definitivamente, en México no ha existido un control de los juegos de azar, por lo que algunos se utilizan como 'lavanderillos' (lugar donde se lava dinero)", dijo el ex subprocurador Héctor Casteñeda.
En el país operan entre cuatro y cinco carteles del narcotráfico y según las investigaciones lavan millones de dólares al año.
"Encabezaré la lucha contra la corrupción", promete Labastida en su campaña por la Presidencia. Pero los opositores aseguran que la frase contrasta con las prácticas políticas del PRI, al que consideran como el gran responsable de la situación. (FIN/IPS/dc/ag/ip/00