El gobierno de México retomó su antigua propuesta de abrir el sector eléctrico a la inversión privada para desterrar el riesgo de una crisis energética, pero su iniciativa es resistida por sindicalistas independientes.
La demanda creciente de electricidad requiere una inversión de 46.000 millones de dólares, una suma que no puede ser financiada con los actuales esquemas del sector eléctrico estatal, afirmó este lunes el presidente Ernesto Zedillo.
México carece de recursos públicos suficientes para cubrir las necesidades de expansión de la industria eléctrica, "a menos que dejen de atenderse responsabilidades sociales básicas, lo que a todas luces es inadmisible", dijo Zedillo.
"Prosperidad y fortaleza son la expresión verdadera de la soberanía popular", arguyó el presidente, al defender la propuesta de abrir a la inversión privada el sector eléctrico, presentada sin resultado al parlamento en febrero de 1999.
Con esa iniciativa, "se anticipa la respuesta a problemas que, de no ser atendidos oportunamente, pueden frenar e incluso revertir el crecimiento de la economía nacional", advirtió Zedillo.
El jefe de Estado presiona en procura de privatizar la industria eléctrica, un asunto que las autoridades del sector parecían resignadas a pospener para después de las cruciales elecciones presidenciales del 2 de julio.
El gobierno mexicano "retomó la estrategia del chantaje", con "la pretensión de doblar las manos al parlamento", declaró este martes a IPS Mario Govea, asesor técnico del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), una organización independiente con 35.000 afiliados activos y 11.000 jubilados.
Sin embargo, "no tendrá futuro ningún proyecto de reforma eléctrica basado en (la afirmación de) que el abastecimiento (de energía) e incluso los recursos para combatir la pobreza sólo podrán ser salvados con la participación de capital privado", dijo Govea.
Los procesos de reestructuración del sector eléctrico en América Latina no ofrecieron competitividad ni mejoraron el servicio, aseguró.
"Los beneficios de esos procesos fueron sólo para un grupo reducido de inversionistas, contra los miles de empleos perdidos, el incremento de las tarifas y un servicio de poca calidad", afirmó el asesor del SME.
Al respecto, se refirió al caso de Ecuador, donde las áreas de generación y transmisión de electricidad fueron ofrecidas a la participación privada.
Las empresas ecuatorianas pretenden lograr ventas anuales superiores a 400 millones de dólares, con gastos de operación y mantenimiento de apenas 30 millones de dólares, según Govea.
En otros países latinoamericanos, la apertura trajo consigo "interrupciones constantes del servicio, incremento de las tarifas, desempleo y el olvido de llevar la electrificación a las áreas rurales", dijo Govea, que citó el caso de El Salvador.
El sector eléctrico mexicano es autosuficiente, debido a que posee una capacidad instalada de 35.000 megavatios y su demanda máxima es de 23.000, lo que representa un margen de reserva de 12.000, señaló.
La Comisión Federal de Electricidad cuenta con más de 70.000 empleados, representados por un sindicato vinculado a la principal central obrera del país, que es afín a las políticas del gobierno.
Esa empresa estatal genera 96 por ciento del fluido eléctrico del país, presta el servicio a más de 15 millones de usuarios y reporta utilidades anuales superiores a 1.000 millones de dólares, sostuvo Govea.
Luz y Fuerza del Centro, cuyos trabajadores están afiliados al SME, distribuye el servicio a la ciudad de México y a parte de los estados aledaños.
En total, Luz y Fuerza del Centro atiende a unos cinco millones de clientes en esa estratégica zona, el corazón político del país.
Ambas empresas estatales prestan el servicio en las ocho áreas en que está dividido México desde la nacionalización de la industria eléctrica, en 1960.
Zedillo calificó de nacionalista, participativa y con visión de futuro su política energética. Como prueba, señaló que en los últimos cinco años las inversiones en la materia aumentaron 65 por ciento respecto del priodo 1989-1994.
En 1999, añadió el presidente, la demanda de electricidad creció casi seis por ciento y, para este año, México deberá incrementar su capacidad de generación al menos 50 por ciento.
El gobierno dispuso para este año inversiones del orden de 13.700 millones de dólares para el conjunto del sector energético, de los cuales 4.850 millones se destinarán al servicio de electricidad. (FIN/IPS/pf/00