La diócesis de San Cristóbal de las Casas del sureño estado de Chiapas se apresta a festejar los 40 años de consagración episcopal del obispo Samuel Ruiz a favor de los pobres de México, en un clima de incertidumbre.
El martes 25 tendrá lugar la despedida oficial del "tatic" (padre), como llaman los indígenas a Ruiz, quien presentó su renuncia a la quinta diócesis más antigua de América el 3 de noviembre, al cumplir 75 años.
El Vaticano, que aún no había aceptado su dimisión, ordenó el 30 de diciembre el traslado a la norteña ciudad de Saltillo del obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, Raúl Vera, considerado el sucesor natural de Ruiz.
La sucesión en esa diócesis del estado donde emergió en enero de 1994 el guerrillero Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) constituye un asunto de gran interés en amplios sectores sociales y políticos de México.
El gobierno y la jerarquía de la Iglesia Católica, que han criticado la defensa de Ruiz del movimiento zapatista, se mostraron conformes con el cambio de sede dispuesto para Vera y analistas señalaron que el proceso de paz en Chiapas está muy ligado al cambio obispo en San Cristóbal de las Casas.
La diócesis, con 462 años de vida, informó que pidió al papa Juan Pablo II que prolongue por el mayor tiempo posible la permanencia de Ruiz, absteniéndose de nombrar a un administrador diocesano, para que el obispo entregue el cargo a su sucesor.
"Queremos a una persona que respete el proceso, que no venga con la idea de destruir lo que se logró después de 40 años, sino a alguien que tenga la capacidad de diálogo o pueda aportar algo al proceso de paz", declaró el vicario Felipe Toussaint.
Vera, quien asumirá su nuevo cargo el 20 de marzo, anunciaron las autoridades eclesiásticas de Saltillo, 864 kilómetros al norte de la ciudad de México, advirtió antes de abandonar Chiapas sobre las consecuencias catastróficas que acarrearía dividir la diócesis de San Cristóbal.
"Venga quien venga, si tiene ojos para ver lo que yo vi, necesariamente evitará una fractura interna", señaló Vera, que se desempeñó como coadjutor desde agosto de 1995.
Vera fue enviado a Chiapas con la misión de hacer contrapeso a la tendencia pro zapatista de Ruiz, pero algunos analistas destacaron que "el remedio fue peor que la enfermedad", en alusión a su cambio de posición, acercándose paulatinamente a la visión de Ruiz.
Oriundo del central estado de Guanajuato, Vera insistió en que mientras en Chiapas "se viva una situación de guerra, cualquier ingrediente puede aumentar la tensión".
Indígenas de las etnias tzotzil, tzeltal, chol y otras que habitan ese empobrecido estado, fronterizo con Guatemala, son víctimas de permanentes actos de violencia provocados por conflictos religiosos y posesión de tierras.
No obstante, organizaciones no gubernamentales sostienen que el principal factor de desestabilización entre las comunidades autóctonas de Chiapas, es la presencia del ejército, que mantiene 70.000 efectivos en el estado desde el surgimiento del EZLN.
La diócesis de San Cristóbal informó que el obispo emérito de Goiás, Brasil, Tomás Balduino, no podrá asistir a las fiestas jubilares de Ruiz, debido a que las autoridades migratorias de México le negaron la visa para entrar al país.
"A pesar de haber cumplido con todos los requisitos", el gobierno mexicano no autorizó al obispo Balduino a asistir como representante del arzobispo de Goiania, Antonio Ribeiro de Oliveira, a la celebración de 40 años de trabajo pastoral de Ruiz.
Balduino expresó a Ruiz en una carta la "gran consternación" que le causó la actitud del gobierno mexicano, que reveló la persecución que afronta la diócesis de San Cristóbal. (FIN/IPS/pf/ag/ip cr/00