Las empresas y los sindicatos del sector automotor de Argentina exigen al gobierno que plantee a Brasil el establecimiento de cupos a la importación de vehículos fabricados fuera del Mercosur.
La propuesta fue impulsada por los fabricantes de piezas de vehículos y los sindicatos, que la incluyeron en una propuesta conjunta, informó a IPS una fuente empresaria.
La iniciativa, sin embargo, "es contraria a los principios de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y ya sabemos que el gobierno no está dispuesto a respaldarlo", admitió el informante.
La afirmación fue compartida por representantes del gobierno, quienes comentaron que la propuesta empresaria y sindical reclama "una protección demasiado alta", que, según versiones, podría ubicarse en 10 por ciento de la producción local.
"Todo está en revisión", señalaron integrantes de la delegación argentina que discute la Política Automotriz Común del Mercosur (Mercado Común del Sur) en Sao Paulo, encabezada por los secretarios de Relaciones Económicas Internacionales, Horacio Chighizola, y de Industria, Débora Giorgi.
No obstante, el diputado oficialista Juan Pablo Baylac, integrante de la Comisión de Industria de la Cámara Baja, aseguró a IPS que "la propuesta que elevaron la industria y los sindicatos tiene los mismos objetivos que la posición oficial, pero difiere en los números".
La Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), la Asociación de Fabricantes de Autopartes, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor y la Unión Obrera Metalúrgica le entregaron al presidente Fernando de la Rúa un documento conjunto con sus planteos para la negociación con Brasil.
"Para no obstaculizar las negociaciones" con ese país, De la Rúa ordenó a sus funcionarios y le pidió a los privados mantuvieran en reserva la propuesta, que, según Baylac y portavoces industriales, "es mucho más extensa que las anteriores y de carácter absolutamente técnico".
Sin embargo, trascendió que los fabricantes y los sindicatos consideran que la Política Automotriz Común debe extenderse hasta el 2007, con arancel cero para los miembros del Mercosur y de 35 por ciento para los vehículos producidos en extrazona.
Los automotores fabricados en el bloque deben contener 30 por ciento de componentes nacionales, según empresas y sindicatos, que también proponen un gravamen de dos por ciento para las piezas y repuestos de automotores (autopartes) importados.
En esos aspectos coinciden básicamente las autoridades nacionales, los empresarios y los sindicalistas, y también los gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, en las que la industria automotriz es un factor económico clave.
Además, los privados propusieron que "se destine una mitad" del arancel externo común de 35 por ciento para automotores producidos fuera del Mercosur "a la constitución de un fondo para el desarrollo tecnológico de las empresas autopartistas", explicó a IPS un portavoz del sector industrial.
La intención es mejorar la competitividad de esas compañías, "tanto en el mercado interno como en el externo", agregó.
La misma fuente destacó que en todo lo relacionado con las piezas de vehículos "existe una gran confusión, porque las empresas de ese sector, que son muchas y pequeñas, reclaman cosas que no se pueden sostener".
Entre esas exigencias, el informante mencionó "gravámenes altos para las piezas importadas". "No quieren reconocer que hay partes que no se podrán elaborar aquí o en cualquier país del Mercosur, ni ahora, ni en muchos años", agregó.
El acuerdo con Brasil reviste gran importancia para la Argentina. En relación con 1998, la producción automotriz cayó el año pasado 33,4 por ciento, mientras que las exportaciones disminuyeron 58,6 por ciento y las ventas en el mercado interno 16,5 por ciento, según datos de Adefa.
Los industriales admiten que la caída del mercado interno habría sido mayor sin el "Plan Canje", sistema organizado por las automotrices que les permitía a dueños de automóviles de más de 10 años entregarlos en desguasaderos y recibir a cambio un bono de entre 2.000 o 2.500 dólares para la compra de uno nuevo.
Argentina no sólo debe afrontar la negociación por la Política Automotriz Común y su propia situación, sino también encontrar mecanismos para impedir que más fábricas se trasladen a Brasil, atraídas por ventajas fiscales, incentivos a la exportación y beneficiosas condiciones de contratación de mano de obra.
En los últimos días, varios representantes de la industria automotriz informaron su intención de llevar sus fábricas a Brasil, tal como lo hicieron en los últimos meses una veintena de productoras de piezas de automotores.
En ese sentido, el presidente de Adefa, Luis Ureta Sáenz Peña, sostuvo que "Argentina tiene un nivel de competitividad igual al del resto del mundo".
Pero advirtió que "en el mercado interno, los vehículos tienen una carga impositiva más importante que en otros países, lo que reduce la demanda y genera inconvenientes en el sistema productivo".
"Para que los distintos sectores no tengan zozobras o intenciones de irse del país, es fundamental asegurar un volumen de fabricación y consumo dentro de nuestro país", aseguró el empresario.
En diciembre, ante la falta de acuerdos con Brasil, Argentina solicitó a la OMC autorización para prorrogar su régimen de incentivos industriales que, internamente, amplió por tiempo indeterminado.
Eso podría generar un problema con Brasil, que ya anunció que planteará un reclamo ante la OMC si Argentina mantiene ese régimen más allá del 29 de febrero.
"Confío en que, para preservar el Mercosur, Brasil va a recapacitar y Argentina va a facilitar las negociaciones", opinó Baylac, para quien "las señales de Brasil son mejores que las del año pasado, hay menos beligerancia y eso favorece el diálogo entre las partes".
En cuanto a las perspectivas para la industria automotriz argentina, Baylac consideró que "con reglas claras por siete años, con un régimen de intercambio compensado, con equilibrio y si las condiciones de competitividad se mantienen, el escenario será favorable".
Pero "para eso es necesario llegar a un acuerdo con Brasil", concluyó. (FIN/IPS/va/mj/if/00