El gobierno de Malasia amenazó a cinco medios de prensa independientes con retirarles sus permisos de publicación si no cumplen con determinadas normas, tras el decepcionante desempeño de la coalición gobernante en los últimos comicios.
Aunque no hubo una explicación oficial para el repentino escrutinio en las últimas semanas de la prensa alternativa, de lengua malaya, no hay duda de que está relacionado con la reducción del apoyo popular a la coalición gobernante Barisan Nasional (Frente Nacional), señalaron analistas.
Las advertencias se produjeron semanas después de las elecciones del 29 de noviembre, en las que el porcentaje de votos de Barisan fue de 56 por ciento, frente a 65 por ciento en los comicios anteriores. Como resultado, la coalición gobernante perdió dos gobiernos estaduales a manos de la oposición.
Las escasas y críticas publicaciones en idioma malayo resultaron cruciales para llegar a los votantes de las áreas rurales del norte, donde el alcance de la red informática Internet es limitado.
Muchos analistas políticos y de medios creen que la popular publicación quincenal opositora Harakah fue, en particular, la carta de triunfo en la campaña de la oposición en esa región.
Barisan Nasional acabó por obtener menos de la mitad de los votos emitidos en muchas circunscripciones dominadas por la comunidad malaya, la base de apoyo tradicional de la coalición.
Por lo tanto, no sorprendió que, el 24 de diciembre, el Ministerio del Interior anunciara que Harakah, del opositor Partido Islámico (PAS), tenía plazo hasta el 8 de este mes para limitar sus ventas a los miembros del partido. Hasta entonces, esta condición del permiso de publicación era casi obviada.
"Esperábamos esto, algún tipo de medida del gobierno luego de las elecciones", declaró a IPS Abd Rahman Koya, editor de la sección de noticias en inglés de la publicación.
Antes de los comicios, Harakah vendía hasta 340.000 ejemplares en quioscos de todo el país, lo que lo convertía en el periódico de lengua malaya de mayor circulación nacional.
Luego de las elecciones, en lugar de caer, "las ventas de Harakah subieron a 360.000 copias", destacó Abd Rahman.
Aunque la publicación luce destacada en primera página la inscripción "Sólo para miembros", de acuerdo con las condiciones del permiso de publicación, sus ventas a lectores no integrantes de PAS aumentaron notablemente.
Pero la publicación de PAS no fue la única en convertirse en blanco de amenazas. Dos semanas después de los comicios, el semanario tabloide Eksklusif recibió una carta de advertencia de las autoridades por supuesta "propagación de rumores".
Luego, la revista quincenal independiente Detik anunció la degradación del jefe de redacción Ahmad Lufti Othman al cargo de editor tras recibir una queja del Ministerio del Interior porque no había sido informado de la designación de Ahmad.
"Reconocemos que cometimos un grave error y ya pedimos disculpas al Ministerio", declaró Detik en una carta abierta.
Detik había demorado la renovación de su permiso anual de publicación, que vencía en noviembre. La publicación está tres números retrasada.
Trascendió que el Ministerio del Interior también advirtió a dos publicaciones mensuales, Wasilah (una publicación hermana de Detik, dirigida a los jóvenes) y Tamadun, que tomaría medidas si no respetaban las condiciones de sus licencias.
La organización defensora de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF), con sede en París, envió el día 6 una carta al ministro del Interior y viceprimer ministro Abdullah Badawi, expresándole su "preocupación por las amenazas de cierre contra cinco periódicos".
RSF solicitó a Badawi que se asegure de que "el Ministerio no retire las licencias de publicación de los periódicos".
El cierre de cualquiera de dichas publicaciones constituiría "una grave violación de la libertad de prensa", advirtió RSF, y exhortó al ministro a liberalizar las leyes de prensa, que exigen a los editores renovar anualmente su permiso para cada publicación.
"Obviamente, el gobierno no está interesado ni preocupado por la información de su ciudadanía", comentó P. Ramakrishnan, presidente del grupo de reforma social Aliran, sobre la restricción de la venta de Harakah.
"Una ciudadanía pensante y crítica parece ser perjudicial para los intereses de Barisan Nasional, y por lo tanto debe ser contenida por cualquier medio", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/an/ccb/js/mlm/hd-cr/00