JAPON: Obuchi promoverá papel de Tokio en sudeste asiático

El primer ministro de Japón, Keizo Obuchi, comenzará el próximo lunes una gira por el sudeste de Asia en una ofensiva diplomática destinada a fortalecer el papel de este país en la región.

El punto principal de la agenda del mandatario serán las discusiones con sus pares asiáticos sobre la próxima cumbre del Grupo de los Ocho (G-8, integrado por los siete países más industrializados más Rusia), en el que desea reflejar la visión de Asia.

Japón, la segunda mayor economía del mundo, es el único miembro asiático del G-8.

Obuchi desea escuchar la opinión de los líderes asiáticos antes de la reunión del G-8 en julio, para que la cumbre sea "más atractiva para Asia", según declaró en diciembre.

El primer ministro japonés llegará a Camboya el lunes y mantendrá conversaciones con el rey Norodom Sihanouk. Luego permanecerá dos días en Laos y terminará su gira en Tailandia, donde se reunirá con el primer ministro Chuan Leekpai, el rey Bhumibol Adulyadej y estudiantes universitarios.

Se prevé que Obuchi reiterará el respaldo de Japón a las otras economías asiáticas en los sectores financiero y técnico, además de señalar su intención de ayudar al desarrollo social.

La visita a Camboya será la primera de un primer ministro japonés a ese país en 43 años. Allí, Obuchi ofrecerá un fondo para la remoción de las minas terrestres plantadas durante la guerra civil de los años 70 y 80, que continúan matando y mutilando a miles de camboyanos.

Japón tuvo un papel fundamental en la reconstrucción de Camboya, destacan analistas.

Tokio, el mayor donante del país indochino, le prometió más de 100 millones de dólares en una conferencia sobre ayuda para el desarrollo que organizó en febrero del año pasado. Un ciudadano japonés, Yasushi Akashi, encabezó la Autoridad Provisional de las Naciones Unidas en Camboya (UNTAC).

"La visita es la primera de Japón luego de la guerra civil, y tiene por fin reafirmar claramente el compromiso de Tokio con el desarrollo de Camboya", destacó Keiji Omura, economista del Instituto de Economías en Desarrollo.

La prensa japonesa también informó que Tokio planea enviar un juez japonés para que participe en un juicio organizado por las Naciones Unidas a antiguos líderes del Jemer Rojo, responsable por la muerte de al menos un millón de camboyanos durante una campaña de terror entre 1975 y 1979.

El envío de un juez japonés sería un hito en la cooperación de Japón con el resto de Asia, según analistas. "La intención es que los países asiáticos entiendan el sistema judicial japonés y aumentar la importancia de Japón en la región", señaló Omura.

Aunque las relaciones económicas de Japón con Camboya son de poca importancia en comparación con otras economías más fuertes del sudeste asiático, Camboya juega un papel esencial en el fortalecimiento del papel diplomático de Tokio en Asia.

Las primeras misiones de paz de Japón fueron lanzadas durante las operaciones de UNTAC antes de los comicios camboyanos supervisados por las Naciones Unidas. Esto marcó un giro en la política exterior de Japón, que hasta entonces se limitaba a una "diplomacia de chequera", es decir, a aportes financieros.

La visita de Obuchi a Laos será la primera de un primer ministro japonés a ese país en 33 años. El mandatario reafirmará el apoyo de Japón a los esfuerzos de reforma económica de la nación indochina.

Se prevé que las conversaciones de Obuchi en Tailandia incluyan una discusión sobre la propuesta de Japón de un Fondo Monetario Asiático, que sería un marco para la ayuda de Tokio a los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

Muchos analistas consideran que el nuevo fondo sería un contrapeso del Fondo Monetario Internacional, encabezado por Estados Unidos y criticado por imponer austeras políticas fiscales y reformas estructurales a las economías asiáticas en desarrollo.

El sudeste asiático recibió la propuesta de Tokio con beneplácito pese a las objeciones de Washington.

El ministro de Finanzas de Japón, Kiichi Miyazawa, aspira a que Japón lleve adelante su propuesta del Fondo Monetario Asiático para fortalecer el papel del yen en Asia.

Asimismo, ASEAN desea la integración económica y la mayoría de sus miembros quisieran promover temas políticos y de seguridad bajo el liderazgo de Japón, especialmente tras la crisis económica estallada en 1997, que obligó a muchos de ellos a buscar apoyo dentro de la región.

La ayuda de japón a los países del sudeste asiático jugó un papel esencial en la recuperación de sus economías. En la cumbre informal de ASEAN en Manila, el pasado noviembre, Obuchi anunció un nuevo paquete de 500 millones de dólares para el sudeste asiático, destinado a la capacitación y el desarrollo de recursos humanos.

La cumbre de Manila, de la que participaron Japón, China y Corea del Sur, destacó la promoción de la cooperación en Asia Oriental en seis áreas y el apoyo a las políticas económicas de largo plazo como la reducción de la dependencia del dólar estadounidense. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mlm/ip-dv/00

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