La actitud y el futuro de la juventud de Japón es objeto de análisis y reflexión, tras la celebración esta semana del tradicional "Día del Adulto", que marcó la mayoría de edad de 1,6 millones de jóvenes.
Muchachos y muchachas vestidos con costosos atuendos tradicionales, confeccionados especialmente para la ocasión, se dirigieron el lunes 10 a la municipalidad y visitaron templos para marcar su nuevo estatuto legal de adultos.
Según las leyes japonesas, los jóvenes adquieren la mayoría de edad al cumplir 20 años, y por lo tanto tienen derecho a votar y a beber alcohol o fumar sin la supervisión de sus padres, entre otras cosas.
Más de 1,2 por ciento de los 127 millones de habitantes de Japón son ahora "nuevos adultos", informó la oficina del primer ministro.
La Agencia de Administración y Coordinación informó que 1,64 millones de jóvenes participaron este año de la ceremonia, frente a 1,7 millones en 1999. Pero el hecho es que el Día del Adulto de este año fue diferente a los anteriores, señalaron sociólogos.
"Dentro de 10 años, estos jóvenes llevarán una vida muy diferente a la que llevaron sus padres como resultado de una nueva era en Japón", opinó Hidehiko Sekizawa, especialista en asuntos de la juventud del Instituto de Investigación Hakuhodo, un grupo de expertos del sector privado.
Investigaciones realizadas por el Instituto revelaron que los jóvenes ya no son conformistas y pasivos como era la norma en las últimas dos décadas, cuando el crecimiento económico de Japón alcanzó su punto máximo.
En contraste, más y más personas se vuelven individualistas y dan la espalda a valores como el conformismo y la lealtad grupal, que alguna vez fueron considerados lo mejor en Japón.
"Por ejemplo, ya no vemos la lealtad incondicional a la empresa, que hasta hace poco era la norma en Japón. En cambio, la futura generación de adultos será leal a su trabajo, porque estará orgullosa de lo que hace", predijo Sekizawa.
Los expertos atribuyen este cambio a las reestructuraciones adoptadas por las empresas nacionales ante la dura competencia internacional, que dejaron en la calle a decenas de miles de leales empleados.
Como resultado, los profesionales universitarios ya no aspiran hoy a un empleo de por vida.
Para sobrevivir en esta dura realidad, los jóvenes deben desarrollar talentos especiales para poder competir en el nuevo ambiente laboral.
Esta nueva cultura del trabajo es la razón de la prosperidad del negocio de Yu Hirano, gerente de Loft Plus One, un bar que además de bebidas ofrece a sus clientes un tema diferente de discusión cada noche.
"Los jóvenes de hoy son más extrovertidos, porque no esperan que su empresa los cuide", manifestó Hirano. Las discusiones en general se concentran en el cambio social, y son tan serias que casi siempre los 200 asientos del bar están ocupados.
La nueva extroversión también se refleja en la creciente popularidad de revistas como Nomadica, fundada por estudiantes de la prestigiosa Universidad Waseda y basada en el principio de que los valores externos al grupo propio no deben ser despreciados ni juzgados.
Otra característica notoria de la nueva generación es la mayor apertura hacia los extranjeros en comparación con los japoneses mayores, quienes por razones históricas en general sospechan de las influencias foráneas, señaló el instituto Hakuhodo.
"La vieja tendencia de la sociedad japonesa era considerar a Occidente como 'superior' y a Asia como 'inferior'. Esa idea ya no existe entre los jóvenes, a quienes no importa si su jefe es extranjero o de origen japonés", explicó Sekizawa.
Naoko Ariyoshi, quien se unió el lunes a los nuevos jóvenes adultos en Tokio, está ansiosa por poder ejercer responsabilidades como el sufragio. "Quiero hacer algo para mejorar a Japón", expresó.
En una encuesta publicada esta semana por el diario de lengua inglesa The Japan Times, 58 por ciento de los jóvenes entrevistados declararon que querían votar, un porcentaje mucho mayor que la concurrencia promedio de los ciudadanos a las urnas, de 40 por ciento.
Pero el gobierno parece tener una idea diferente sobre las preocupaciones de los jóvenes. Las autoridades corrieron el Día del Adulto del 15, la fecha tradicional, al 10 de enero para que cayera lunes, un día laborable, y aumentara así el gasto de los consumidores al agregar un nuevo feriado.
Por esa razón, el lunes pasado fue llamado también "lunes feliz".
Si bien los nuevos adultos de Japón serán ávidos consumidores, se diferenciarán de sus padres expresando individualidad en la elección de sus productos y estilos de vida.
"Terminó la era en que el mercado japonés estaba lleno de artículos producidos en masa para una sociedad con un mismo estilo de vida. Los jóvenes japonesas buscarán productos diferentes adecuados a su propio estilo", sostuvo Sekizawa. (FIN/IPS/tra- en/sk/mlm/cr/00