ISRAEL-SIRIA: Reunión con Clinton destraba negociaciones de paz

Un desacuerdo que estuvo a punto de paralizar las conversaciones de paz entre Israel y Siria en Estados Unidos fue resuelto después de que el primer ministro israelí Ehud Barak y el canciller sirio Farouk el Sharaa se reunieron con el presidente estadounidense Bill Clinton.

La reunión con Clinton, quien oficia como mediador en las negociaciones, en la noche del martes permitirá que los delegados comiencen a discutir los puntos para alcanzar el acuerdo de paz.

En discusión están el retiro de los colonos judíos de las Alturas del Golán, una región montañosa ocupada por Israel en 1967, los arreglos de seguridad tras el retiro, los derechos sobre el agua y la normalización de las relaciones.

Israel pretendió discutir en primer lugar el tema de la seguridad, pero Siria deseaba comenzar con las Alturas del Golán. Aún no queda claro cómo se resolvió la crisis, ya que las delegaciones no brindaron detalles sobre el acuerdo.

Las autoridades sirias se manifestaron esperanzadas sobre el resultado de las negociaciones.

Cuando Israel anunció la semana pasada que la construcción de los asentamientos judíos continuaría en las Alturas del Golán mientras no se llegara al acuerdo de paz, para muchos sirios ese no fue un paso contra la paz, sino una táctica israelí para conseguir más indemnización por su retiro del territorio ocupado.

Israel pretende 20.000 millones de dólares en indemnización por el retiro ya que dejará atrás varias fábricas de productos electrónicos, calzado y vino, así como 32 asentamientos de viviendas.

La interrogante es qué hará Israel con los edificios del territorio ocupado. Muchos sirios creen que destruirá todo antes del retiro. "Una vez vi a un israelí con un sombrero con la leyenda 'nunca abandonaremos el Golán' ", recordó Hadia Abu Zeid, estudiante en Damasco.

"Cuando le dije que tarde o temprano lo harían, replicó que entonces destruirían y quemarían todo lo que dejaran atrás", dijo.

Abu Zeid procede de Majdel Shams, una de las cinco aldeas de las Alturas del Golán aún habitadas por sirios. Cerca de 300 alumnos de esas aldeas estudian en Damasco y vuelven a sus hogares en verano.

Pero si sus ciudadanos son obligados a abandonar el territorio ocupado, no sería la primera vez que Israel deja a su paso huellas de destrucción.

Milad Tannous, de 23 años, residente de la aldea de Quneitra, un pueblo fantasma desde 1974 cuando Israel se retiró de 20 por ciento del Golán, presenció la destrucción del suburbio abandonado mediante dinamita y aplanadoras.

"Lo único que deseo para el nuevo año es que tengamos paz. Sólo pienso en la paz", dijo Tannous. Su casa es una de las que aún quedan en pie en Quneitra, el único pueblo que no fue reconstruido porque cerca de 20 por ciento aún se encuentra ocupado.

"Mis amigos están cansados de que hable de eso todo el tiempo, pero la paz significa más para aquellos directamente afectados por la ocupación, como nosotros aquí. Para otros, sólo significa que podrán visitar esta aldea como cualquier otra", dijo Tannous.

Tannous está encantado con las negociaciones de paz en Estados Unidos.

"Esta ronda de negociaciones es una prueba para el compromiso de Barak con la paz. El optimismo o el pesimismo no corresponden en este momento", declaró Youssef Makdessi, asesor del ministro de Información de Siria.

Hasta el momento no se ha hablado de indemnización para Siria. Cuando Israel ocupó las Alturas del Golán, destruyó 132 aldeas y 112 granjas sirias. Treinta por ciento del agua israelí procede del territorio, que es muy fértil y es una fuente hídrica clave en la región.

"No hablamos de un negocio común y corriente, no se trata de comprar y vender algo, sino de la paz y de nuestra tierra", aseguró Makdessi.

Los observadores advirtieron que si las negociaciones fracasan será un peligro para la región y un revés para Clinton, que quiere terminar su presidencia este año con el logro de haber alcanzado la paz en Medio Oriente.

El mandatario anunció que estará disponible toda la semana para ayudar en las conversaciones.

Muchos no están seguros qué deparará la paz para Siria, donde la opinión generalizada es que la prosperidad vendrá de la mano con la estabilidad producto del acuerdo de paz.

"Estamos pensando en volver a Siria, así que queremos saber si tendremos el mismo nivel de vida que tenemos en Rumania", comentó Rami Zeidan, quien vive en ese país europeo desde hace 15 años.

Zeidan y su familia, incluso su esposa rumana, visitaron Siria durante sus vacaciones y también viajaron al lado sirio del Golán.

"No basamos nuestra decisión en si habrá paz o no. ¿Quién asegura que la paz hará que todo mejore? Todos pensábamos que las cosas mejorarían cuando terminara el socialismo en Europa oriental, y mire cómo estamos ahora", agregó irónicamente su esposa. (FIN/IPS/tra-en/kg/mn/aq/ip/00

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