ISRAEL-SIRIA: Clinton esperanzado sobre marcha de negociaciones

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, dijo hoy que tiene grandes esperanzas de que Israel y Siria avancen a un acuerdo de paz, luego de una semana de negociaciones de alto nivel celebradas en este país.

Ambas delegaciones "hablaron por primera vez de la sustancia de sus diferencias. Fueron muy abiertas… cubrieron todos los temas y creo que avanzaron mucho", declaró.

Los comentarios de Clinton se adelantaron al comunicado del Departamento de Estado (cancillería) de que el primer ministro israelí Ehud Barak y el canciller sirio Farouk al Shara, quienes partieron para sus respectivos países este lunes, volverían a Estados Unidos el día 19 para continuar las negociaciones.

"Quedó claro que ambas partes hablan en serio", dijo Hisham Melhem, periodista en Washington del diario libanés As Safr, quien cubrió las negociaciones realizadas en Sheperdstown, estado de Virginia Occidental.

El viernes, Clinton presentó a Barak y a Shara un "documento de trabajo" para salvar los principales obstáculos que impidieron el avance de las negociaciones durante la mayor parte de la semana pasada.

Las delegaciones no hicieron comentarios sobre el contenido del documento, pero el mismo manifestó la voluntad de Clinton de intervenir más activamente en el proceso.

El domingo, Clinton se reunió por sexta vez en siete días con Barak y Shara, durante un almuerzo en el Hotel Clarion, de Sheperdstown.

Cuatro grupos de trabajo, que se supone deberán discutir aspectos específicos de un tratado final, se reunieron por primera vez la mañana de este lunes, mientras diarios israelíes y sirios vinculados a sus respectivos gobiernos reflejaron una mayor flexibilidad en las posiciones de sus países.

El tema central de las negociaciones, que se reanudaron el mes pasado luego de tres años, son las condiciones y el alcance del retiro israelí de las Alturas del Golán, territorio sirio ocupado por Israel tras la guerra árabe-israelí de 1967.

Israel construyó edificios militares e instaló a 17.000 civiles en asentamientos en la zona, de la cual Siria exige el retiro total hasta las fronteras existentes cuando se desató la guerra de 1967.

Siria sostiene que el ex primer ministro israelí Yitzhak Rabin aceptó ese retiro en negociaciones antes de su asesinato en 1996. Pero Barak argumenta que Rabin había aceptado el retiro total sólo como "fórmula hipotética".

El tema es fundamental, no sólo por la naturaleza estratégica de las Alturas del Golán, desde donde se puede observar gran parte del norte de Israel, sino porque cuando Clinton anunció la reanudación de las negociaciones en diciembre, agregó que comenzarían donde se habían abandonado hace tres años.

Pero las negociaciones de esta semana dejaron en claro "que no había acuerdo en qué habían quedado en 1996", dijo Melhem, quien agregó que el documento estadounidense quizá haya ayudado a resolver esta cuestión.

El principal diario sirio, Tishrin, sugirió que eso fue lo ocurrido. "Estados Unidos tuvo un papel importante al reiniciar el proceso de paz después de que los israelíes intentaron evitar comprometerse con el retiro total del Golán", señaló este lunes.

Tishrin también sugirió por primera vez que Damasco está preparado para aceptar la normalización de las relaciones con Israel, a cambio del retiro total de las Alturas del Golán, algo que no estaba dispuesta a aceptar hace tres años, según fuentes israelíes.

Los cuatro grupos de trabajo, que incluyen a diplomáticos de Estados Unidos, Israel y Siria, discutirán futuros arreglos de seguridad, las relaciones bilaterales, los derechos sobre el agua y la demarcación de las fronteras.

Pero hasta el viernes, sólo los primeros dos comités se habían reunido, a pesar de la exigencia de Siria de que Israel se comprometiera al retiro total antes de discutir los otros dos temas en cuestión.

Los problemas de fronteras y de agua están estrechamente vinculados. Damasco desea reclamar su costa en el Mar de Galilea y en el río Jordán para asegurarse el acceso a los recursos hídricos, que escasean en la región. Pero Israel se propone retener todo el control posible.

Las cuestiones de seguridad también son importantes amenazas para el acuerdo final de paz. Israel pretende mantener algunos centros de Inteligencia militar en las alturas del Golán, pero Damasco se opone terminantemente a ese pedido.

Sin embargo, Siria no rechazó la posibilidad de que permanezca algún tipo de centro de control, siempre que no sea manejado por israelíes.

Esa condición dio origen a la sospecha de que Clinton planea ofrecer fuerzas estadounidenses para supervisar la zona. La idea fue lanzada la semana pasada por el general retirado Brent Scowcroft, que fue asesor de seguridad nacional de los presidentes republicanos Gerald Ford y George Bush.

"Dadas las decenas de miles de millones de dólares que invirtió Estados Unidos en esa región y la recurrencia del conflicto a lo largo de las décadas, deberíamos estar dispuestos a brindar garantías de seguridad para la zona", escribió Scowcroft el jueves en el diario New York Times.

Washington está dispuesto también a entregar muchos más miles de millones de dólares a cambio de un acuerdo de paz, que el gobierno espera como coronación para sus ocho años de diplomacia en Medio Oriente.

Barak le pidió a Clinton un paquete de ayuda militar por valor de 17.000 millones de dólares en caso de que Israel acepte retirarse por completo del territorio, según se informó.

Dicho paquete incluiría misiles cruceros Tomahawk, helicópteros armados Apache y sofisticados aviones radar AWACS, armas que Washington le había negado antes a Israel.

Barak pidió además un lazo directo con los satélites de inteligencia estadounidenses, lo cual significaría un significativo avance en la "alianza estratégica" de Israel con Washington, sobre todo si pierde sus centros de supervisión en el acuerdo de retirada.

Ese lazo directo es necesario para garantizarle a la mayoría del pueblo israelí, que se opone al retiro total del Golán, que no perderá ninguna ventaja estratégica al ceder las alturas.

El estado israelí, que es el mayor beneficiario de la ayuda militar y económica de Estados Unidos desde fines de los años 60, anunció hace tiempo que Washington deberá pagar el reasentamiento de los colonos israelíes y el cierre de las bases militares del Golán, cuyo costo se calcula en unos 10.000 millones de dólares.

"En realidad, Barak está comprometido en dos frentes de negociación, que son Siria y Estados Unidos", explicó Melhem. (FIN/IPS/tra-en/jl/cr/ceb-aq/ip/00

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