Honduras y Nicaragua podrían firmar en el plazo de un mes una serie de acuerdos para aliviar la crisis diplomática estallada a fines de noviembre, cuando el parlamento hondureño ratificó un tratado de límites marítimos con Colombia impugnado por Managua.
El canciller de Honduras, Roberto Flores Bermúdez informó este martes que los previstos acuerdos determinarán las características de una zona de exclusión de fuerzas militares de los dos países dispuesta en la frontera común.
También se contempla llevar el contencioso fronterizo bilateral al arbitraje de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda.
Flores Bermúdez dijo que el comienzo de las negociaciones bilaterales, concretado el 30 de diciembre en Miami, Estados Unidos, "es el mejor resultado obtenido".
El canciller señaló al presidente Carlos Flores, según informó a la prensa, "lo positivo que fue el encuentro" que mantuvo con su par nicaragüense Eduardo Montealegre, a iniciativa de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Los dos ministros convinieron entrevistarse nuevamente en Miami el 13 de este mes.
El tratado que ratificaron Colombia y Honduras fija el paralelo 15 como frontera marítima entre este país y las islas colombianas de San Andrés y Providencia, en el mar Caribe.
También habilita a Honduras a negociar con otras naciones del Caribe sus límites marítimos en un espacio de 200.000 kilómetros cuadrados, según explicó la cancillería.
Nicaragua rechazó el tratado, aduciendo que el límite marítimo debe establecerse en el paralelo 17, y acusó a Honduras y Colombia de pretender apropiarse de 130.000 kilómetros cuadrados de aguas que reivindica como propias.
El gobierno nicaragüense impuso como represalia un arancel de 35 por ciento los productos procedentes de Colombia y Honduras y presentó una demanda ante la Corte Centroamericana de Justicia, con sede en Managua.
Honduras, por su parte, solicitó a la misma Corte Centroamericana medidas cautelares contra Nicaragua, por entender que el arancel impuesto a sus exportaciones es incompatible con los acuerdos de integración de América Central.
La Corte Centroamericana desestimó en primera instancia la demanda hondureña, alegando vicios de forma. Tras modificar su redacción, el gobierno de Flores presentó nuevamente el recurso.
Mientras, unos 10.000 fieles católicos se congregaron el fin de semana en la oriental localidad de Dipilto, en Honduras, para orar por la paz y solicitar la solución del contencioso en el marco jurídico internacional.
La concentración estuvo presidida por el arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez, y por el cardenal nicaragüense Miguel Obando y Bravo, quienes advirtieron que el fantasma de la guerra no debe ensangrentar otra vez el territorio centroamericano ni enfrentar a dos pueblos hermanos. (FIN/IPS/tm/ff/ip/00
