Los líderes de la sublevación cívico-militar de Ecuador ingresaron hoy en la casa de gobierno, para negociar con el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas la solución a la crisis institucional estallada en esta misma jornada.
La llamada Junta de Salvación Nacional, designada por indígenas, campesinos, dirigentes sociales y oficiales apartados de la cadena del mando militar, desconoce a los tres poderes del Estado y se presenta como única autoridad legítima, dijo a IPS Antonio Vargas, integrante de ese cuerpo.
Vargas, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), y los otros dos miembros de la Junta, el coronel Lucio Gutiérrez y el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia Carlos Solórzano, llegaron al palacio Carondelet acompañados de miles de manifestantes.
Los integrantes de la Junta entablaron conversaciones en la sede del gobierno con el general Carlos Mendoza, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, y con otros altos oficiales. Los militares están divididos ante la crisis, aunque Mendoza mantiene el control de la mayoría de las unidades.
Miguel Lluco, también dirigente de la Conaie, declaró a IPS que el gobierno de Jamil Mahuad está irreversiblemente disuelto.
Mahuad abandonó la casa de gobierno luego de que su gobierno fuera desconocido por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, pese a haber asegurado que no renunciaría. Se dirigió a la base de la Fuerza Aérea en Quito, al parecer con el propósito de viajar a Chile.
Algunas versiones afirman que oficiales de la base aérea le impideron salir del país, en cumplimiento del primer decreto de la Junta de Salvación que le prohibió viajar al exterior.
Miles de personas rodearon el palacio de gobierno con banderas nacionales, en respaldo de la Junta, que se propone designar este sábado su gabinete ministerial, tras haber nombrado un nuevo jefe del Comando Conjunto, no reconocido por los militares leales a Mendoza.
La guardia militar y policial de la casa de gobierno se limitó a dejar pasar a la multitud y a los integrantes del triunvirato.
Indígenas apoyados por oficiales de las Fuerzas Armadas ocuparon por la mañana el Congreso legislativo, desconocieron el gobierno de Mahuad y nombraron la Junta de Salvación Nacional.
El vicepresidente Gustavo Noboa llegó a Quito procedente de Guayaquil, en la costa, respaldado por dirigentes políticos que invocan la legalidad constitucional para promoverlo como nuevo presidente.
Mientras, los oficiales de los destacamentos militares de la provincia de Azuay y de otras regiones desconocieron a los mandos, plegándose a la Junta de Salvación Nacional, y en Guayaquil, la Marina aguarda el desenlace de los acontecimientos.
La Junta de Salvación Nacional pidió al Comando Conjunto militar, encabezado por el ministro interino de Defensa, general Carlos Mendoza, que la reconociera como autoridad legítima.
Pocas horas antes, Mendoza había informado públicamente que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas había pedido su renuncia a Mahuad "para evitar un estallido social".
Mientras, en Washington, la Organización de Estados Americanos (OEA) se declaró en sesión de emergencia para tratar la crisis institucional ecuatoriana.
El secretario general de la OEA, César Gaviria, quien se hallaba en París, manifestó su "más enérgica condena a este acto (la sublevación en Ecuador) contrario a los principios democráticos actualmente vigentes en el hemisferio" americano.
El Grupo de Río también expresó preocupación por "los acontecimientos que se desarrollan en Ecuador" y su "más enérgico rechazo a cualquier intento de vulnerar el orden constitucional y la institucionalidad democrática de ese país".
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos exhortó a todas las partes involucradas en la crisis ecuatoriana a respetar el orden constitucional, informó el portavoz de la Casa Blanca, Mike Hammer.
También los 15 países miembros de la Unión Europea pidieron este viernes el respeto de la legalidad institucional en Ecuador, y el Ministerio de Asuntos Exteriores de España consideró especialmente "grave" la ocupación del Congreso, realizada por los indígenas y sus aliados militares. (FIN/IPS/ff/ip/00