ECUADOR: Militares y civiles en pie de guerra junto al volcán

Militares y civiles permanecen en pie de guerra en las cercanías de una localidad de Ecuador amenazada por un volcán, luego del fracaso de una violenta tentativa de las tropas por impedir el regreso de pobladores evacuados.

Tres mil de los 25.000 habitantes evacuados de Baños regresaron sin autorización el 31 de diciembre a esa ciudad del centro del país, señalando que no tenían donde vivir y que el volcán Tungurahua ya no es un peligro.

El ejército y la policía los dispersaron en los accesos a Baños, al parecer con disparos de armas de fuego, pero en los días siguientes lograron entrar por la zona rural, burlando la vigilancia.

Fabián Vieira, presidente de la Hermandad de Baños, organización que nuclea a parte de los pobladores, señaló a Radio La Luna, de Quito, que el 31 de diciembre, cuando el pueblo de Baños retornaba, fue recibido con violencia por la policía y el ejército.

"Hubo balas contra niños y mujeres. Si nos quieren proteger del volcán, ¿por qué disparan con balas, por qué había una ambulancia abasteciendo con bombas lacrimógenas a militares y policías?", dijo Vieira.

También dio a conocer un video en el que se observa a militares que rompen la ventana de una vivienda evacuada para ingresar supuestamente a robar, y aseguró que no hubo preparación para mantener a 25.000 personas fuera de su casa por más de una semana.

"No nos han dado un trato humano. Solo 1.500 personas (del total de evacuados) tienen albergue. La gente se cansó de andar mendigando. Nosotros podemos recuperarnos solos", arguyó.

Los habitantes mantienen bloqueadas con clavos, neumáticos incendiados, rocas y vehículos, las carreteras que comunican Baños con provincias de la sierra y la Amazonia.

También organizaron brigadas para proteger las propiedades, cosechar y preparar los alimentos en ollas populares, vigilar la proximidad de los uniformados para no ser sorprendidos y mantener la comunicación con prensa y autoridades.

Los militares que abandonaron Baños luego de la entrada de los pobladores permanecen a unos cinco kilómetros, apoyados con maquinaria pesada para apartar obstáculos.

La radio de Baños dio la bienvenida este martes a quienes regresaron y exhortó al resto de los evacuados a retornar.

"La ciudad es tu casa. Si no puedes por la carretera, ven por los caminos de las montañas. Nadie podrá detenernos. Ni un paso atrás", dijeron los locutores.

Los baneños, como se denomina a los habitantes de la localidad, aseguraron que el bloqueo de rutas persistirá hasta que los militares abandonen el área y "regresen a sus cuarteles".

También exigen la renuncia del gobernador de la provincia de Tungurahua, Ignacio Vargas, y el relevo del ministro de Vivienda, Teodoro Peña, del mando de la operación de emergencia, arguyendo que éstos han demostrado incompetencia para manejar la situación de la población afectada.

El corte de carreteras pone en entredicho el abastecimiento de productos agropecuarios de algunas ciudades y pueblos de la Amazonia.

Para el ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, Teodoro Peña, la acción de los baneños parece determinada por un fanatismo entre político y religioso.

Peña, que en principio aseguró que no habían vuelto a la ciudad más de 20 personas, se manifestó este miércoles dispuesto a dialogar.

El ministro dijo que los habitantes podrían permanecer en Baños después de recibir instrucciones para una eventual evacuación y de firmar ante notarios un acta para hacerse responsables de los riesgos causados por el volcán.

El general Carlos Moncayo, comandante de la primera división del Ejercito, encargada de proteger la ciudad mientras persista la situación de emergencia, aseguró que fueron detenidos los tres soldados que el video muestra cuando saqueaban una vivienda y que serán dados de baja y llevados ante la justicia.

Moncayo también afirmó que el ejército no desalojará a los pobladores de Baños, pero tampoco permitirá el regreso de otras personas, puese no ha desaparecido el peligro de erupción volcánica.

Los pobladores argumentan que Baños está fuera de la zona de seguridad y no corren el riesgo de otros pueblos, en los que se permitió el regreso de sus habitantes.

"El Ministro de Vivienda está trabajando a control remoto desde Quito sin conocer la zona. Además, están recibiendo donaciones del exterior que no llegan al pueblo de Baños. Son más de dos meses en que no podemos trabajar, que vivimos pidiendo caridad en ciudades cercanas, no podemos seguir así", señaló Vieira.

Agregó que en 500 años, Baños nunca estuvo en peligro ante eurpciones volcánicas.

"Ya no nos engañan más. El desastre que no hizo el volcán lo ha hecho la mano del hombre a través del gobierno", afirmó Vieira, y dijo que miles de personas de ciudades y pueblos cercanos iniciaron este miércoles una marcha de solidaridad con los baneños.

Los técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica advirtieron que persiste el peligro de una erupción violenta del volcán Tungurahua y que parte de la ciudad será sepultada si eso ocurre.

El director del Instituto Geofísico, Hugo Yépez, señaló a IPS que el regreso masivo a Baños sería peligroso.

"Para eso, los habitantes tendrían que aceptar un plan de retorno, asistiendo a charlas de capacitación sobre los peligros que representa el retorno y cumpliendo una férrea disciplina para aplicar esquemas de evacuación", declaró Yépez.

También desmintió la versión de que las erupciones anteriores nunca habían afectado a Baños, cuyo crecimiento la ha hecho aún más vulnerable.

Desde que se declaró la emergencia, el volcán Tungurahua ha lanzado material incandescente a sus lados, gases a zonas cercanas y ceniza hasta unos cien kilómetros de distancia. (FIN/IPS/kl/ff/pr en/00

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