Una parte de los jóvenes del mundo juegan un papel clave en el uso y el desarrollo de nuevas tecnologías, pero otros quedan rezagados por el analfabetismo y la pobreza, al margen de las técnicas de información y comunicaciones (TIC).
"Gran cantidad de individuos de entre 16 y 30 años de edad en el mundo podrían seguir sin saber leer y escribir el idioma de sus países, y por supuesto tampoco un idioma universal como el inglés", señaló Rhona López, una filipina participante en una conferencia sobre juventud, TIC y desarrollo sustentable.
"Para involucrar a esas personas en el empleo de las tecnologías informáticas y lograr que estén menos marginadas debe aplicarse una creativa combinación de medios", indicó.
India e Indonesia, por ejemplo, están experimentando con estaciones de conexión con Internet, la red mundial de computadoras, activadas por la voz humana, que tienen la apariencia de cabinas telefónicas. En ellas, jóvenes y campesinos analfabetos puedan acceder a información actualizada.
Una conferencia mundial mediante conexiones por computadora llamada "Juventud: Construyendo Sociedades Instruidas" (YBKS, por su sigla en inglés) fue organizada por el Instituto Internacional de Desarrollo Sustentable y la Asociación de Conocimiento Global.
La conferencia, que comenzó el 17 de enero y continuará hasta el 18 de febrero, une a personas de todo el mundo mediante discusiones por correo electrónico. Sus conclusiones serán presentadas en marzo durante la Segunda Conferencia Mundial sobre Conocimiento, que se llevará a cabo en Kuala Lumpur.
Esa reunión en Malasia discutirá cómo adaptar nuevas TIC para brindar oportunidades de desarrollo en los niveles local y nacional, y YBKS está examinando de qué manera las experiencias y aspiraciones juveniles pueden ser incorporadas al debate.
En su Informe de Desarrollo Humano 1999, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló que el nivel de educación se vincula en forma estrecha, como era previsible, con el uso de computadoras.
En ese informe se indicó que 30 por ciento de los usuarios mundiales de Internet tienen al menos un título universitario, y que 80 por ciento de los sitios en esa red contienen información escrita sólo en inglés.
Por otra parte, el índice de alfabetización entre adultos en 1995, para ambos sexos, fue menos de 14 por ciento en Níger, 19 por ciento en Benin, 30 por ciento en Pakistán y 32 por ciento en Afganistán, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El usuario promedio sudafricano de Internet tiene un ingreso siete veces superior al promedio de su país, y 90 por ciento de los usuarios latinoamericanos provienen de grupos de altos ingresos, señaló el PNUD.
En la Segunda Conferencia Mundial sobre Conocimiento unos 100 jóvenes "activos y pensantes", seleccionados en todo el mundo, discutirán desde su propia perspectiva el papel que debe jugar la juventud para enfrentar esos desafíos.
Una de las preguntas planteados en la conferencia YBKS es de qué modo el acceso a TIC permitirá a la juventud disponer de mejor información para tomar decisiones, en especial para enfrentar el problema del masivo desempleo juvenil.
También se discute qué perspectivas existen en la economía de la información global para la inserción productiva de la juventud.
Según López, otro problema para los jóvenes en países en desarrollo como Filipinas es que la velocidad de la transmisión de datos por las líneas telefónicas puede ser muy lenta y su costo muy alto, al punto de desalentar el uso de Internet para la escuela o tareas relacionadas con estudios y comunicaciones.
Para intentar que se supere ese obstáculo se están construyendo telecentros comunitarios para diversos usos, dijo Laurent Elder, quien integra la Iniciativa Acacia, un proyecto del canadiense Centro Internacional de Investigación del Desarrollo.
Acacia trabaja en proyectos de educación a distancia, cuidado de la salud, buen gobierno, agricultura y desarrollo juvenil en Africa.
También está involucrada en Schoolnet (Red Escolar), un programa para facilitar la conexión a Internet de las escuelas africanas, y está trabajando para establecer sitios en Internet con propósitos educativos, siguiendo el modelo de los telecentros, en sociedad con firmas del sector privado.
Los proyectos de redes escolares de Acacia están funcionando en Angola, Lesotho, Mozambique, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe. El grupo dijo que está trabajando en el desarrollo de los contenidos, para que sus centros tengan información práctica que ofrecer a las comunidades locales.
"Mozambique tiene emisoras de televisión pero en ella no hay programas educativos, y es posible que ocurra lo mismo con las TIC si no actuamos con rapidez", previno Keith Warren, de la Universidad Eduardo Mondlane, en Maputo.
"Lo más importante es brindar ayuda práctica específica a jóvenes para actividades que sean útiles por sí mismas pero a la vez aporten conceptos para comprender tecnologías avanzadas y poder ganar dinero en empleos calificados o en pequeñas empresas personales", dijo Warren.
Un desafío importante para los proveedores de tecnología en países en desarrollo es que muchos de esos países tienen vastas concentraciones de población en áreas rurales con escasos servicios.
Además, en esos países el crimen, la pobreza, el desempleo y enfermedades como el VIH/sida son problemas más acuciantes que el desarrollo de las TIC.
"Tenemos instrumentos y redes tecnológicas muy avanzadas, pero aún no hemos encontrado el modo de hacerlas funcionar para que mejoren la calidad de vida en el nuevo ambiente de la sociedad de la información", expresó la sudafricana Linda Madlala en la YBKS.
Lo que hasta ahora acordó esa conferencia es que la responsabilidad del desarrollo de una sociedad informática no debe quedar limitada a académicos, grandes empresas y gobiernos, sino que es necesario permitir que la sociedad civil y los jóvenes desempeñen también un papel significativo.
"En Nepal, muchos piensan que la juventud puede ser vista pero no debe ser escuchada. Uno de los primeros pasos para que la participación juvenil sea posible es señalar a los adultos que los jóvenes también pueden contribuir con ideas útiles a la sociedad", apuntó Arpita Nepal, de 17 años, en la YBKS.
"Si no cambia la actitud actual de la sociedad y los adultos, creo firmemente que no seremos capaces de tener plena participación", añadió. (FIN/IPS/tra-en/gm/ks/ego/mp/dv sc/00)