Los casi 300.000 niños soldados que hay en el mundo provienen en su mayoría de áreas rurales, de familias pobres y en muchos casos carecen de partidas de nacimiento, dijo Olara Otunnu, representante especial del secretario general de la ONU para la cuestión de los menores en los conflictos armados.
Por ese motivo, la negociación de un instrumento legal que eleve a 18 años la edad mínima para el reclutamiento y la participación de los niños en hostilidades sólo constituye uno de los componentes de una estrategia más amplia para terminar con el empleo de menores uniformados, dijo el funcionario.
Un grupo de trabajo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) concluirá esta semana en Ginebra la negociación de un protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, con el fin de aumentar la edad militar de 15 a 18 años.
Además del protocolo se requiere una movilización internacional para presionar social y políticamente a quienes abusan de los niños uniformados, estimó Otonnu.
La ONU estima que esa campaña comienza por ocuparse de algunos de los factores sociales y económicos que favorecen el abuso de los niños en los campos de adiestramiento militar y de batalla.
Otonnu dijo que muchos niños soldados han sido secuestrados pero otros son voluntarios que se incorporan a las milicias regulares o insurgentes debido al derrumbe social y económico de sus sociedades o, también, al llamamiento de ideologías políticas, étnicas o religiosas.
El proyecto de protocolo que discute el grupo de trabajo, presidido por Catherine von Heidenstam, de Suecia, no se ocupa en forma explícita de esas preocupaciones de la ONU, aunque reconoce la necesidad indispensable de un clima de paz y de seguridad para la protección de la infancia.
Las negociaciones se encuentran todavía trabadas por la posición de algunos países, entre los que figura Estados Unidos, que objetan la edad mínima de 18 años para todos los efectos, tanto el reclutamiento como la participación en hostilidades.
Otonnu, que este lunes asistió a la sesión del organismo, observó que en el grupo existen "matices y diferencias" ante las dos facetas del problema. Las discrepancias no se reducen a la representación estadounidense sino que comprenden a varias delegaciones de países de distinta envergadura.
El mensaje de la ONU exhortó a los participantes a sentar una plataforma común que garantice los mejores beneficios para la infancia, pero al mismo tiempo asegure el nivel más alto de protección.
El funcionario de la ONU recordó que sostiene "con firmeza" el límite de edad de 18 años. Pero, "al fin y al cabo, lo que interesa es un protocolo con una norma sólida que fije una edad elevada", resumió.
En la actualidad, la edad límite para emplear a niños en actividades militares es de apenas 15 años, a pesar de que en otras disposiciones la Convención sobre Derechos del Niño establece que la infancia concluye sólo a los 18 años.
La edad de 15 años es "claramente un límite muy bajo', estimó Otonnu, porque permite los abusos en las situaciones de conflicto. Por eso, el funcionario confió que al concluir esta semana, el grupo de trabajo alcance "un común denominador lo más alto posible".
Sin embargo, la posibilidad admitida por el funcionario de la ONU, de que el protocolo establezca una edad límite inferior a los 18 años, ha sido considerada inaceptable por las organizaciones humanitarias agrupadas en la Coalición para Acabar con la Utilización de Niños Soldados. (FIN/IPS/pc/ag/hd/00