Un grupo defensor de los derechos de los 600 millones de discapacitados que se calcula hay en el mundo, o 10 por ciento de la población del planeta, pidió apoyo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Una delegación del grupo Rehabilitación Internacional (RI) se reunió con altos funcionarios del foro mundial en Nueva York para exponer su plan, que incluye la adopción de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
El secretario general de RI, David Henderson, explicó que la necesidad surgió a raíz del fracaso de los gobiernos a la hora de crear ambientes donde no se discrimine a los discapacitados.
"Había esperanzas de que sumar la discapacidad a asuntos más generales, como los derechos de la mujer y los derechos humanos en general, serviría para integrar (en la sociedad) a los discapacitados. Eso no sucedió, (por lo tanto) se necesita una convención específica", declaró Henderson.
RI espera que, gracias a la convención, los discapacitados sean aceptados como iguales en la sociedad y tengan más acceso a educación, actividades recreativas, puestos de trabajo, relaciones personales, vivienda y religión.
La campaña por una convención de la ONU es parte de una iniciativa más amplia de RI para que en el siglo XXI desaparezcan los obstáculos económicos, políticos y sociales que enfrentan los discapacitados de todo el mundo.
"Queremos un mundo donde la igualdad de oportunidades para los discapacitados sea la consecuencia natural de las políticas y de una legislación que promueva su completa integración y acceso a todos los aspectos de la sociedad", reza la "Carta para el Tercer Milenio" de RI.
La Carta, adoptada en Londres en septiembre, recibió el apoyo de representantes de varios países entre los cuales figuran Arabia Saudita, China y Rusia.
Importantes figuras internacionales como el arzobispo sudafricano Desmond Tutu y el físico británico Stephen Hawking también manifestaron su apoyo a dicha iniciativa mundial.
El apoyo internacional muestra que existe una nueva voluntad en la comunidad internacional de ayudar a quienes han sido segregados y relegados a "los últimos peldaños de la escala económica y social", y representa un cambio de actitud.
La actitud que prevalecía hace 10 años, cuando se hacían intentos similares al actual de establecer una convención, era muy diferente. Sólo un número limitado de países miembro de la ONU apoyaban este tipo de iniciativas hace 10 años.
El presidente del Comité Mundial de Discapacitados, Alan Reich, sostuvo que el problema es más serio en el mundo en desarrollo, donde las llamadas personas con capacidad diferente representan casi 85 por ciento del total mundial.
Además, esas personas suelen ser doblemente discapacitadas, ya que además de tener problemas físicos y mentales, son pobres, lo cual las convierte en "verdaderos sufrientes".
Los estudios realizados por el Comité Mundial revelaron que las discapacidades no son sólo consecuencia de las guerras, "sino también de minas terrestres, accidentes, desnutrición, consumo de drogas y daños ambientales. Nadie es inmune".
Los niños que no tienen una buena alimentación pueden "tener problemas de aprendizaje, ser total o parcialmente ciegos, o perder la audición", según Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
Además, las enfermedades de posible prevención dejaron a muchos niños del mundo en desarrollo con discapacidades físicas y mentales.
"Las enfermedades comunes de la infancia no sólo causan muertes sino que también dejan discapacitadas a algunas personas", señala el doctor Paul Eunson en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El impacto de la malaria, el sarampión y la meningitis dejó a una serie de niños discapacitados en Africa, observa el médico.
"La malaria afecta a cerca de tres millones de niños africanos cada año, y de esa cifra, muere casi la cuarta parte. Quince 15 por ciento de los sobrevivientes tienen graves problemas neurológicos y dificultades de aprendizaje. El sarampión y la meningitis también pueden causar discapacidad", advirtió Eunson.
Además, están las víctimas de poliomelitis, que causa problemas motrices, y las de la rubeola, que puede provocar sordera.
Sólo dos por ciento de los discapacitados del mundo en desarrollo "tienen acceso a (terapias de) rehabilitación", lo cual hace que sea necesario promover la rehabilitación comunitaria, según el estudio de la OMS.
Un programa de rehabilitación de ese tipo emplearía recursos familiares y comunitarios para brindar más oportunidades a los discapacitados a fin de que se integren a la sociedad, explican los autores del documento.
"La rehabilitación comunitaria debería alentarse a nivel nacional e internacional, como enfoque sustentable de esos servicios", recomienda la RI.
Los discapacitados deberían tener un papel central en la "planificación de su propia rehabilitación y programas de apoyo" y deberían recibir lo necesario para "optimizar su bienestar mental, físico y funcional", establece la Carta.
Los gobiernos deben crear sistemas que "garanticen el acceso" para asegurar que se cumplan esas condiciones, puntualizó Henderson.
El compromiso con la causa diferirá según los gobiernos, pero no tiene ninguna relación con la riqueza de los países, sostuvo.
"En ciertos países muy industrializados, la tasa de empleo de los discapacitados disminuyó (debido a la reestructura económica)", indicó, a modo de ejemplo.
"En cambio, algunas de las mejores iniciativas para incluir personas con discapacidades en el proceso constitucional y político de los países ocurrieron en Africa occidental y austral", insistió.
"Los países en desarrollo fueron los más dispuestos a reconocer la necesidad de (contar con) ciertos principios rectores para promover el establecimiento de derechos para los discapacitados y oportunidades iguales de participar en la sociedad", agregó Henderson. (FIN/IPS/tra-en/mmm/ks/ceb/aq/hd/00