El ex futbolista argentino Diego Maradona llegó hoy a la capital de Cuba para iniciar de inmediato un tratamiento de desintoxicación, tras la sobredosis de cocaína que lo llevó al borde de la muerte.
Maradona arribó al aeropuerto de La Habana en las primeras horas de este martes para ser atendido en el hospital Hermanos Ameijeiras de la capital, antes de su traslado a alguno de los dos centros de desintoxicación con que cuenta el sistema cubano de turismo de salud.
"Primero deberá ser evaluado el caso para después tomar las decisiones pertinentes", declaró el médico Carlos Leyva, director de Servicios Médicos Internacionales, perteneciente a la compañía turística cubana Cubanacán.
El especialista informó que antes de tomar cualquier decisión sobre el tratamiento habrá que analizar las condiciones de salud en que se encuentra el ex futbolista, de 39 años, y "ver de qué trastornos sufre, para posteriormente proceder".
Maradona, quien sufrió una crisis por sobredosis de cocaía el 4 de este mes en el balneario uruguayo de Punta del Este, llegó a La Habana acompañado de su esposa, sus padres, su representante Guillermo Coppola y su médico personal, Alfredo Cahe.
El jueves pasado, en una entrevista televisiva, el ex astro del fútbol habló sobre las opciones para realizar un tratamiento de desintoxicación.
"Está la propuesta de Cuba, que es la que más me encanta. Me seduce", afirmó Maradona, quien ya se ha sometido sin éxito a otros dos tratamientos de desintoxicación.
Maradona sufrió una crisis de hipertensión y una arritmia ventricular ocasionadas posiblemente por una mezcla excesiva de cocaína, pastillas y alcohol.
Declarado deportista argentino del siglo XX y considerado entre los cuatro mejores futbolistas del mundo de todos los tiempos, jugó su último partido en 1997.
"Si no hace un tratamiento serio por su drogadependencia, Maradona no tendrá una vida larga", advirtió el cardiólogo argentino Carlos Alvarez y su médico personal opinó que "Diego necesita paz (…) alejarse de los riesgos de la fama para poder salir de esto que comenzó hace muchos años atrás".
En 1996, Maradona reconoció públicamente que consumía drogas desde los 22 años.
Cahe opinó que su paciente necesita estar cerca de su familia pero, al mismo tiempo, alejarse de su entorno tradicional y recibir un "tratamiento con una planificación estricta", en una institución donde no se tenga en cuenta su identidad.
Maradona podría encontrar esas condiciones en Cuba, país que visitó en 1987 para recibir un premio de la agencia cubana de noticias Prensa Latina y a donde regresó en 1994 con fines turísticos.
Para el tratamiento contra las drogas, el sistema de turismo de salud cubano cuenta con las clínicas El Quinqué y El Cocal, dos villas campestres situadas en la provincia de Holguín, 730 kilómetros al este de La Habana.
Casi desconocidas por la población de la isla, ambas instituciones ofrecen por unos 5.000 dólares un servicio de desintoxicación y rehabilitación que en Estados Unidos de cuatro a seis veces más.
Pero la gran ventaja de Cuba en el caso de Maradon parece estar en que en cualquiera de los centros en que sea internado, gozará de total privacidad y estará alejado del acoso de la prensa, la afición y los amigos.
Por otra parte, el ex futbolista escogió un país donde le será difícil adquirir cocaína. Aunque la droga ha comenzado a tener cierta presencia en el mercado subterráneo cubano en los últimos años como consecuencia del desarrollo del turismo, todavía es un fenómeno marginal. (FIN/IPS/da/ag/ip/00
