Croacia se prepara para elegir a su próximo presidente el 7 de febrero en lo que será la segunda vuelta de las elecciones generales y la tercera consulta electoral celebrada en el país desde que comenzó el año.
Ninguno de los nueve candidatos que participaron en la primera vuelta celebrada este lunes obtuvo más de 50 por ciento de los votos, por lo que ahora la presidencia se disputará entre los opositores que quedaron en primer y segundo lugar: Stipe Mesic, con 41,6 por ciento, y Drazen Budisa, con 28 por ciento.
Los partidos de Mesic, quien fuera el último presidente de Yugoslavia antes de su fragmentación en 1991, y de Budisa también derrotaron a la gobernante Unión Democrática Croata (HDZ) en las elecciones parlamentarias de principios de mes.
El candidato de la HDZ, el canciller saliente Mate Granic, quedó en tercer lugar con 21,7 de los votos, según datos oficiales de la Comisión Electoral.
Más de 64 por ciento de los 4,2 millones de electores registrados participaron en los comicios, frente al 76 por ciento que concurrió a las urnas para las elecciones parlamentarias.
"La gente está harta de elecciones. Además, el tiempo está pésimo y hay muchos enfermos de gripe", declaró Marijan Ramuscak, el presidente de la Comisión Electoral, al explicar el descenso de la concurrencia.
Tormentas de nieve azotan a Croacia desde el sábado 22, y las temperaturas mínimas diarias descendieron a 10 grados bajo cero. En las últimas semanas se multiplicaron los casos de gripe.
El mal tiempo y la gripe no parecen desanimar a los dos candidatos victoriosos. "Estamos abriendo una página nueva en la democracia croata, que ya maduró", declaró Mesic después de que se anunciaran los resultados electorales.
"Este es el fin de la catástrofe conocida como HDZ que monopolizó a Croacia durante 10 años", sentenció.
En caso de ganar el lunes 7, "seré el factor correctivo del gobierno y de la gente en el poder. Me distingo (del presidente Franjo) Tudjman", declaró Mesic.
Tudjman, quien murió el 10 de diciembre, gobernó en forma autoritaria durante 10 años e independizó al país de Yugoslavia. La Constitución le garantizó poderes presidenciales ilimitados, algo que prometieron cambiar los seis partidos de oposición que respaldaron a Mesic y Budisa.
"Todos los candidatos dijeron que no utilizarán la totalidad de los poderes que les permite la Constitución", aseguró a la cadena de Radio-Televisión Croata Vlatko Pavletic, el presidente interino que sucedió a Tudjman.
Budisa, el candidato apoyado por el influyente Partido Liberal Social y el Partido Social Democrático, manifestó su optimismo para la segunda vuelta.
Budisa es un intelectual, un perfecto caballero de Zagreb que no se siente a sus anchas entre la multitud. Ha publicado más de 40 obras de investigación sobre la historia y la cultura croatas.
Mesic, por el contrario, es un comunicador nato y muchos creen que su éxito radica en su carácter carismático. Perteneció al HDZ y fue primer ministro de Croacia, pero abandonó el partido por la ambición que demostró tener Tudjman por Bosnia.
Ambos candidatos se pueden considerar nacionalistas croatas ya que sufrieron en carne propia la persecución del régimen de Tito, el presidente yugoslavo durante gran parte de la guerra fría.
En 1971, durante la llamada "primavera croata", ambos pasaron años en prisión por sus tendencias nacionalistas. Pero los dos están lejos de compartir el nacionalismo intolerante del HDZ.
"Si gano, seré presidente de todo el pueblo croata. El imperio de la ley en Croacia permitirá el retorno de la población serbia", dijo Mesic en una entrevista con el semanario independiente Vreme, de Belgrado.
El resto de Europa criticó al régimen de Tudjman por impedir la vuelta de unos 200.000 serbios que abandonaron la región de Krajina en 1995 luego de que su rebelión fuera aplastada por el ejército croata. La intervención de Tudjman en los asuntos internos de la vecina Bosnia agravó el aislamiento internacional del país.
"La política de pretender las tierras ajenas desapareció con su creador Tudjman", agregó Mesic en declaraciones a Vreme.
Los croatas de Bosnia, apoyados por Zagreb, impusieron su propio "Estado", lo cual debilitó el poder de los acuerdos de paz de Dayton que pusieron fin a la guerra de Bosnia-Herzegovina y aisló aun más a Croacia.
Mesic y Budisa tienen algo en común que agrada a los electores. Ninguno se enriqueció durante los últimos 10 años, a diferencia de Tudjman y de su círculo de amigos. Eso sucedió mientras el desempleo ascendía a 20 por ciento y la deuda externa superaba los 9.000 millones de dólares.
Mesic aún vive en el mismo apartamento que tenía en 1991, y Budisa es propietario de uno similar de tres dormitorios en un sencillo vecindario satélital de Zagreb. Ambos prometieron que no se trasladarán de vivienda si resultan elegidos. (FIN/IPS/tra-en/vpz/mn/aq/ip/00