Los militares que dieron un golpe de Estado en Costa de Marfil el 24 de diciembre enfrentan una creciente presión internacional para que restauren la vigencia de la Constitución.
La Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOWAS) demandó que se realicen elecciones dentro de un plazo de seis meses.
La Comisión de Mediación y Seguridad de la ECOWAS se reunió en Bamako el 29 de diciembre, en un encuentro que se prolongó hasta las primeras horas de la mañana del día siguiente, y condenó el golpe de Estado que derrocó al presidente Henri Konan Bedie.
"Exigimos el retorno de la democracia antes de junio del 2000", se indicó en un comunicado de la Comisión emitido tras la reunión.
El organismo de la ECOWAS también pidió que se estableciera una comisión electoral independiente para organizar las elecciones, y que fueran liberados de inmediato todos los presos políticos de Costa de Marfil.
Durante la sesión de la Comisión de Mediación se escuchó un largo testimonio de dos delegaciones de Costa de Marfil, que representaban respctivamente al gobierno derrocado y a las nuevas autoridades.
Los representantes del gobierno depuesto, encabezados por el ex ministro de Defensa Vincent Bandama Ngata, pidieron que el Grupo de Supervisión de la ECOWAS, que interviene en operaciones de mantenimiento de la paz en otros países de la región, lanzara una ofensiva para restaurar la democracia en Costa de Marfil.
Cuando fue evidente que no se aceptaría esa demanda, los representantes de Bedie optaron por pedir que la ECOWAS condenara en forma pública el golpe de Estado y solicitar garantías de que habrá elecciones abiertas a la participación de todos los partidos de Costa de Marfil.
Ngata dijo que Bedie, quien huyó al vecino Togo, estaba "listo para participar en las elecciones que los insurgentes organicen".
La delegación de la junta militar que tomó el poder fue encabezada por el general Abdoulaye Coulibaly, quien afirmó que el golpe del 24 de diciembre podía justificarse "por el hecho de que fue bien recibido por el pueblo".
Durante el debate, los países de la ECOWAS estuvieron divididos respecto del tipo de sanciones que se deberían imponer al nuevo gobierno militar para obligarlo a garantizar un futuro democrático.
Un grupo de países encabezados por Malí y Nigeria pidieron una dura condena del golpe y la imposición de sanciones crecientes hasta que los líderes militares fijaran una fecha para el retorno de la democracia mediante elecciones.
Otro grupo de naciones encabezado por Ghana prefirieron actuar con mayor cautela y sólo emitir "una condena del golpe basada en principios".
"Lo único bueno del golpe de Estado en Costa de Marfil es que podría haber sido mucho más caótico", dijo un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ghana.
La delegación del nuevo gobierno militar se negó a aceptar el plazo de seis meses para realizar elecciones señalado por la Comisión de la ECOWAS.
"Las elecciones presidenciales estaban previstas para octubre del año 2000 antes de que se llevara a cabo el golpe de Estado. Ahora que las cosas han cambiado, nadie debería obligarnos a realizar esas elecciones antes", dijo un representante de la junta. (FIN/IPS/tra-en/yk/nrn/sz/mn/at/mp/ip/00