El gobierno de Congo y el rebelde Consejo Nacional de Resistencia (CNR) firmaron un acuerdo para poner fin a la guerra civil que divide a este país de Africa central.
El cese del fuego tiene lugar después de un acuerdo similar firmado el 16 de noviembre entre el gobierno y las guerrillas cocoye y ninja en Pointe Noire, la capital económica del país. Los dos grupos rebeldes apoyan al ex presidente depuesto Pascal Lissouba y a su primer ministro Bernard Kolelas.
Pero el acuerdo de Pointe Noire no fue firmado por Frederic Bintsangou, alias Jean Ntoumi, el líder del CNR que dirigió a uno de los grupos en guerra en los bosques al sur de Brazzaville.
El nuevo acuerdo fue producto de negociaciones secretas entre las fuerzas armadas y el CNR con la mediación del presidente de Gabón, Omar Bongo, en Libreville.
La firma tuvo lugar en Brazzaville, con la presencia de Bongo y su par de Congo Denis Sassou Nguesso, así como de embajadores y otros diplomáticos.
El acuerdo incluye la amnistía general para aquellos que depongan sus armas y el cese del fuego en todo el país.
También recomienda que se reanuden la administración pública y las actividades en las problemáticas regiones australes del país, que fueron devastadas por la guerra. El pacto agrega que los guerrilleros que sean aptos sean reclutados en el ejército y la policía.
En un breve discurso leído por el ministro de Relaciones Exteriores de Gabón, Jean Ping, Bongo invitó a todos los congoleños a "darle la espalda a la violencia y reconstruir su país en paz".
Nguesso hizo una declaración similar, leída por su ministro de Defensa. "Si este acuerdo ha sido firmado de buena fe, entonces estamos dando un gran paso hacia la paz que deseamos de todo corazón", declaró.
David Henri Kaeuper, embajador de Estados Unidos ante Congo, felicitó a los bandos en conflicto. "Estoy muy impresionado de que hayamos llegado a este acuerdo que significa el fin de la guerra civil en Congo para el bien de los congoleños", dijo.
"Ahora es cuestión de mirar hacia el futuro. En otras palabras, esperamos que Congo profundice un proceso político en el que el presidente… Nguesso pueda dirigir a su pueblo. Lo que acaba de ocurrir es muy positivo", dijo Kaeuper.
Henri Djombo, representante de Nguesso en las negociaciones de Libreville, dijo que los guerrilleros están comprometidos con el pacto.
"Los hombres entendieron que la prioridad es el Congo y su reconstrucción. Estoy seguro de que los acuerdos de cese del fuego que presenciamos desde noviembre son sinceros y que brindan esperanza a todo el país", declaró.
Sus esperanzas fueron compartidas por los guerrilleros.
"Somos sinceros al firmar este documento que pondrá fin a la terrible guerra civil que nosotros también deploramos. Ahora vamos a poner manos a la obra. Congo será el verdadero ganador, siempre que la otra parte sea sincera también", dijo el portavoz del CNR, coronel Florent Nkounkou.
Por primera vez, Congo se aleja de la guerra civil que costó miles de vidas.
El general Jacques Joachim Yhombi Opango, ex presidente congoleño que vive en el exilio en Costa de Marfil, habló favorablemente del acuerdo de Brazzaville y abogó por un diálogo sin condiciones con el gobierno.
La esperanza también procede del retorno de muchas figuras que habían huido del país cuando Nguesso tomó el poder a fines de junio de 1997, el mes en que había concluido la guerra civil entre su grupo rebelde y el de su predecesor, Lissouba.
Entre quienes retornaron se encuentran ex ministros y legisladores del antiguo régimen que propusieron el plan de paz a las autoridades de Brazzaville.
El plan de paz incluye un período de transición quinquenal, dirigido por Nguesso, una conferencia nacional que abarque al gobierno, los partidos políticos y la sociedad civil, y el cese de las hostilidades.
El acuerdo llama al diálogo político con los grupos opositores en el exilio, integrados principalmente por antiguos colaboradores de Lissouba. El diálogo también incluirá a partidos políticos, la sociedad civil y miembros del antiguo gobierno congoleño.
El pacto también fue aceptado por partidarios de Lissouba en Europa.
El Espacio Republicano por la Defensa de la Democracia y la Unidad Nacional, un movimiento de políticos opositores exiliados, declaró en París que desea que el acuerdo no lleve al estancamiento político que complique el camino hacia la paz y la reconciliación.
El grupo pidió a la comunidad internacional, especialmente a la Organización de Unidad Africana, la Unión Europea y a Francia, que participe activamente en la solución de la crisis congoleña. (FIN/IPS/tra-en/lo/nrn/sz/mn/aq/ip/00