El Alto Comisionado para la Paz del gobierno de Colombia, Víctor Ricardo, dijo hoy que se abrió la participación a todos los sectores de la sociedad, tras un año de diálogo con la mayor organización guerrillera del país.
Ricardo afirmó que la creación de mecanismos para la conformación de una agenda única de negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ampliará el margen de representación de la sociedad en la mesa de diálogo.
"Hace un año todos esperaban con afán la resolución del conflicto armado, lo más importante es que empezamos a perseverar" ante las dificultades que se han presentado y se ha hecho sentir la opinión de la sociedad frente al proceso, indicó.
En diciembre, diferentes sectores de la sociedad hicieron sus recomendaciones sobre el proceso de paz en audiencia pública transmitida por la radio y televisión estatales.
El Alto Comisionado resaltó el reconocimiento y la comprensión de la población ante las dificultades que conlleva "tratar de alcanzar la paz negociada" con un grupo insurgente.
El diálogo entre el gobierno de Andrés Pastrana y las FARC, que comenzaron el 7 de enero de 1999 en la sureña localidad de San Vicente del Caguán, fueron interrumpidos unilateralmente por el grupo guerrillero en febrero y se reanudaron en abril.
El gobierno ordenó el 7 de noviembre de 1998 la desmilitarización de un territorio de unos 42.000 kilómetros cuadrados en el sur del país, para dar cumplimiento a la primera condición impuesta por las FARC para iniciar el diálogo.
Este viernes, en la zona desmilitarizada no se conmemoró el aniversario y sus habitantes manifestaron descontento por la falta de inversión estatal en obras de desarrollo social, la caída de la economía y el éxodo de pobladores a otros centros urbanos.
"Hay una frustración generalizada y el panorama cercano será el cierre de establecimientos comerciales", dijo a IPS Néstor Ramírez, presidente del Comité de Paz de San Vicente del Caguán, quien subrayó que los cinco municipios desmilitarizados se han convertido en "tierra de nadie".
"Sin duda el despeje ha sido benéfico" en cuanto a las conversaciones de paz, pero la falta de aplicación de políticas gubernamentales para paliar las necesidades de estas poblaciones "significará el derrumbe total", arguyó Ramírez.
Miguel Serna, cura párroco de San Vicente del Caguán, consideró al desarrollo del diálogo en la llamada zona de distensión como un período de grandes incomodidades y expectativas.
La falta de una autoridad militar que controle la conducta de los ciudadanos es la causa de los problemas sociales que viven los municipios desmilitarizados, en los que se incrementó la presencia de delincuentes comunes, señaló.
Ricardo subrayó la conveniencia de seguir dialogando en una zona despejada militarmente y dijo que siempre se adoptan los lugares más propicios "sin poner en riesgo las garantías para los habitantes".
Las FARC decretaron una tregua en las acciones bélicas desde el 20 de diciembre hasta el 10 de este mes y el diálogo con el gobierno se reanudaría el jueves 13 en la zona desmilitarizada.
El ministro de Defensa, Luís Ramírez, dijo este viernes que ante el vencimiento de la tregua las fuerzas militares están preparadas para eventuales ataques del grupo guerrillero.
"No podemos atenernos a la buena voluntad esperada por el pueblo" de parte de las FARC y es previsible que luego de una tregua declarada unilateralmente "quieran volver a atacar poblaciones y cometer secuestros", apuntó el ministro. (FIN/IPS/mjll/ag/ip/00