La población de Peque, en el noroccidente de Colombia, está cercada por paramilitares desde diciembre y ya no cuenta con alimentos ni otros elementos esenciales, afirmó hoy el alcalde interino Carlos Bolívar.
El jefe comunal denunció que las derechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ordenaron "no dejar entrar productos esenciales al lugar" y quien lo intente se expone a enfrentar "la pena de muerte".
Las AUC consideran que la guerrilla izquierdista que opera en la región se beneficia con los productos de la población, dijo Bolívar, quien agregó que en los comercios "lo único que queda gracias al bloqueo son detergentes".
Los paramilitares instalaron un retén vial (control carretero) el 8 de diciembre a la entrada de Peque, municipio ubicado a 230 kilómetros de Medellín, capital del departamento de Antioquia.
El retén fue levantado por las AUC la primera semana de este mes, pero "aún continúa latente la amenaza contra la vida de quienes presten auxilio o salgan a buscar alimentos", afirmó el alcalde.
También señaló la dificultad de los habitantes de Peque para abastecerse en el cercano Uramita, municipio distante unas tres horas del lugar, "porque la posibilidad del ajusticiamiento paramilitar causa miedo en toda la zona".
La cuarta brigada del ejército, con sede en Antioquia, informó el jueves del envío de 150 efectivos para procurar el ingreso de víveres y normalizar la situación de orden público.
No obstante, Bolívar dijo que al lugar no ha llegado hasta este lunes la fuerza pública e, incluso, en la actualidad "no hay siquiera presencia de la policía".
Un portavoz de la cuarta brigada afirmó este lunes que los militares se encuentra estacionados en Uramita y no han podido ingresar a Peque por la proximidad de cruentos combates de otras fuerzas militares con el insurgente Ejército de Liberación Nacional, la segunda guerrilla del país.
Bolívar consideró como única salida a la falta de abastecimiento y al inminente peligro de vida de los civiles la concertación entre altos funcionarios del gobierno de Andrés Pastrana y jefes de las AUC, que lidera Carlos Castaño.
La policía informó de dos ataques en diciembre por parte de grupos paramilitares en zonas rurales de Antioquia, que dejaron como saldo 10 campesinos muertos, ocho viviendas incendiadas y la pérdida de unos 40 vacunos.
La denuncia de los habitantes de Peque se suma a la petición hecha el día 5 por la Organización Indígena de Antioquia (OIA), en carta abierta a las AUC, para que respete la vida e integridad de las comunidades aborígenes de ese departamento.
La OIA pidió a Castaño detener las presiones contra la población indígena, mediante la retención y desaparición de personas, a las que los paramilitares acusan de colaborar con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la mayor guerrilla del país.
Los indígenas denunciaron la desaparición de dos de sus líderes comunales a manos de las AUC, ocurridas entre diciembre y enero. (FIN/IPS/mjll/dm/hd ip/00