La Cruz Roja Internacional anunció hoy la suspensión de todas las operaciones en Colombia, como consecuencia de la ocupación de su sede por parte de personas desplazadas por la guerra civil.
Portavoces del organismo internacional informaron de la retención de 37 de sus funcionarios por parte de unos 100 campesinos, quienes "entraron en forma violenta" este martes al edificio ubicado en el norte de Bogotá.
El grupo de desplazados solo permite ingresar al local a los medios de comunicación, porque "es la única forma en que podemos lograr que el gobierno nos atienda y que el mundo sepa de nuestra tragedia", según dijo uno de sus líderes a IPS.
La suspensión de las operaciones de la Cruz Roja en Colombia afecta la atención que prestan a desplazados en 16 ciudades, las visitas a detenidos políticos y la ayuda para lograr la liberación de secuestrados por grupos irregulares.
También interrumpe la asistencia a pobladores en zonas de conflicto armado, informó a IPS Carlos Ríos, director de comunicaciones de la organización humanitaria internacional.
El grupo de desplazados que efectúa la protesta, procedente de diferentes regiones del país y que reclama indemnización de 8.400 dólares para cada una de las familias afectadas, permanecía frente al edificio de la Cruz Roja desde el 13 de diciembre en condiciones mínimas de salubridad.
El jefe de la misión, Rolling Wable, señaló a IPS que la situación es "inaceptable", porque nosotros trabajamos por los desvalidos como son los desplazados por la violencia.
El funcionario instó al gobierno de Andrés Pastrana y a al grupo de campesinos a llegar a un acuerdo que permita desactivar la protesta y la liberación de los trabajadores humanitarios.
Wable manifestó extrañeza por la acción de los manifestantes, "ya que la Cruz Roja atendió en 1999 un total de 180.000 desplazados en Colombia".
Por su parte, el procurador general de la Nación, Jaime Bernal, lamentó la situación y dijo que se está "acostumbrando al país a que se opte por las vías de hecho para solicitar atención a los problemas".
Bernal informó que cuatro delegados de esa institución se trasladaron hasta el edificio de la Cruz Roja para tratar de "persuadir a la gente de sus equivocadas acciones" y buscar un acuerdo para que "no se vuelvan a repetir".
Agregó que los desplazados "están equivocados" con este accionar por la fuerza, ya que "he visto actuar a la Cruz Roja con verdadero profesionalismo y eficacia en situaciones humanitarias".
Bernal se ofreció, "de ser necesario", a servir como mediador ante los responsables de la toma del edificio.
La Unidad de Atención del Distrito informó que en Bogotá hay 2.096 familias desplazadas por la guerra civil procedentes de varias zonas del interior del país.
Para paliar esta situación, la Red de Solidaridad Social inauguró el 29 de diciembre un centro de asistencia para estas personas. (FIN/IPS/mjll/dm/hd/00