/Ciudades de América Latina/ PERU: Lima, un gigante a punto de estallar

La capital de Perú debe tomar medidas urgentes pues su superficie y su población crecen en desorden, carece de planificación, sus monumentos están desamparados y no se protege su ambiente de manera adecuada, advirtieron urbanistas.

Julio Klinge, ex asesor del Programa de Planificación de Desarrollo Metropolitano, calificó el desarrollo urbano de Lima de "errático, con marchas y contramarchas producidas por las diversas líneas urbanistas de los concejos municipales que se han sucedido en los últimos 50 años".

Klinge, quien aseguró que las autoridades deben tomar medidas para evitar que Lima estalle en los próximos 25 años, anotó también la confusión de de funciones entre el Concejo capitalino y la autonomía de los concejos distritales.

"La tugurización continúa siendo el principal problema de la ciudad, especialmente en la zona del casco histórico, donde más de 30.000 familias viven en condiciones infrahumanas", dijo, por su parte, el historiador y arquitecto Juan Gunther, Director del Patronato de Lima, entidad no gubernamental.

"También hace daño el desorden administrativo provocado por la existencia de más de 30 municipios distritales, que no se ponen de acuerdo sobre las necesidades de la ciudad, ni tampoco en el diseño de un plan maestro de desarrollo metropolitano", concluyó Gunther.

Klinge y Gunther coinciden en señalar el negativo impacto de la insuficiencia de los recursos financieros asignados por el presupuesto de Perú a Lima y del centralismo de la política estatal.

Lima tiene 7,3 millones de habitantes, casi un tercio de la población del país, pero cuenta con solo cuatro por ciento del presupuesto nacional.

Setenta por ciento de la industria del país se concentra en Lima, factor que la convierte en un polo de atracción de emigrantes del campo a la ciudad.

Los campesinos que se radican en Lima se instalan en barriadas periféricas, en casas de parientes y amigos, y cada cierto tiempo se producen invasiones masivas sobre las tierras agrícolas circundantes.

La población de la capital peruana ocupa 68.000 hectáreas, y las tierras agrícolas que alimentan a la ciudad se redujeron de 25.000 a 11.000 hectáreas en los últimos 15 años.

Entre 1940 y 1980, la población de Lima se multiplicó por 12 y se calcula que en 2021 será de 10,6 millones de habitantes.

En las primeras décadas del siglo XX, cuando no tenía más de 150.000 habitantes, Lima podía ser atravesada de extremo a extremo en 15 minutos, y ahora se necesitan no menos de dos horas y media en algún vehículo de servicio público.

"Lima sufre de gigantismo. Su crecimiento horizontal, que no puede ser detenido, eleva el costo de los servicios de transportes, agua y alcantarillados", según el arquitecto Adolfo Córdova, director de la revista 1/1 de Construcción.

La capital "ingresa al nuevo milenio con un déficit de 150.000 viviendas anuales, y la mayor parte de las nuevas casas son construidas, precariamente, en las barriadas periféricas", agregó Córdova.

"Se ha invertido el orden natural de crecimiento de las ciudades: se habilita un terreno como urbano, los interesados lo compran, construyen y lo habitan. Pero ahora primero se invade, luego se construye y finalmente se trata de legalizar la adquisición" irregular del predio, comentó.

"Ese mecanismo de crecimiento urbano impide la planificación y extiende ilimitadamente la ciudad. Lima ya no debería extenderse más sino densificarse, es decir, crecer hacia arriba, mediante edificaciones", concluyó.

En ese sentido, Nicanor Obando, ex decano del Colegio de Arquitectos de Perú, explicó que "a mayor extensión urbana, mayor costo del servicio de redes básicas".

Obando propuso la adopción de estímulos tributarios como los establecidos en Colombia y Chile mediante sistemas de bonos y créditos.

Jorge Ruiz de Somocurcio, regidor en el Consejo Metropolitano de Lima, presentó el ensayo "Lima, ciudad posible", en el cual expone un resumen de la gestión municipal en la década del 90 y aborda diversos problemas de la capital peruana.

Según expone Ruiz en el capítulo sobre el Plan Maestro para Lima Metropolitana, las líneas estratégicas de desarrollo urbano persiguen diversos objetivos centrales.

El primero es lograr un gobierno metropolitano sólido, que garantice la coherencia y unidad de las instituciones que lo conforman, y establecer de modo claro la jerarquía y autoridad del Concejo Metropolitano sobre los municipios distritales.

Ruiz de Somocurcio propuso también asimismo "crear un nuevo centro de Lima, adecuado a la escala de una metrópoli, diseñar el núcleo ordenador de la dinámica urbana y cimentar la base territorial" de la ciudad.

El estudio vincula la mejora de la calidad de vida de la población urbana no solo a la superación de los problemas de desempleo y eliminación de los factores de violencia social sino también a la calidad ambiental.

Ruiz de Somocurcio sostuvo la necesidad de crear un centro de negocios en la ciudad, promover un turismo de rango internacional y "construir un lugar de encuentro y revalorización de la diversidad cultural que caracteriza a Lima".

Luis Repetto, director del Instituto Nacional de Cultura, señaló como uno de los problemas fundamentales de la capital peruana la falta de autoestima y de identificacion con la ciudad, en especial de la población de origen campesino.

"Tenemos que diseñar un plan de desarrollo que nos permita integrar la tradición con la modernidad", concluyó Repetto. (FIN/IPS/al/mj/dv/00

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