En su primer discurso como presidente electo de Chile, el socialista Ricardo Lagos se comprometió hoy a gobernar bajo los principios de unidad e igualdad, con la justicia y la defensa de los derechos humanos como base de la convivencia nacional.
Miles de adherentes de Lagos que desbordaron la Plaza de la Constitución y las calles aledañas interrumpieron su discurso a los gritos de "juicio a Pinochet", cuando el presidente electo sostuvo que "ante la ley y la justicia somos todos iguales".
Las demandas de enjuiciar al ex dictador Augusto Pinochet (1973- 1990), quien podría regresar en breve a Chile tras un arresto de 15 meses en Londres, contrastaron con el tono conciliador del discurso del vencedor de la elección presidencial de este domingo.
"En mi gobierno, como presidente de ustedes, los juicios los resolverán los tribunales de justicia y haré respetar las decisiones de los tribunales de justicia", fue la respuesta de Lagos ante la exigencia de sus partidarios.
Lagos, un abogado y economista de 61 años, venció este domingo al derechista Joaquín Lavín en la segunda vuelta de la elección presidencial con 51,32 por ciento de los votos, contra 48,68 por ciento de su rival, según el último cómputo sobre 99,77 por ciento de los sufragios totales.
El presidente Eduardo Frei felicitó a través de una llamada telefónica a Lagos, quien iniciará el 11 de marzo el tercer gobierno sucesivo de la Concertación por la Democracia, que dirige al país desde el fin de la dictadura de Pinochet en 1990.
En la comunicación, el actual mandatario confirmó que una vez que entregue la Presidencia asumirá como senador vitalicio, según una cláusula de la Constitución sobre ex mandatarios que hayan ejercido el cargo por seis años o más, que hasta ahora ha favorecido sólo a Pinochet.
"La Concertación debe fortalecerse porque hemos dado estabilidad a Chile", dijo Lagos. "Así es, y vamos a seguir trabajando. Yo, desde marzo en el Senado", le respondió Frei.
El triunfo de Lagos en la más reñida de las elecciones presidenciales en Chile desde 1970 dio lugar a una entusiasta y a la vez ordenada celebración de miles de chilenos, que temían una eventual victoria de la derecha con Lavín en estos comicios.
El presidente electo fue recibido con globos lanzados al aire cuando se presentó ante sus adherentes en un escenario levantado en el frontis del céntrico Hotel Carrera, junto a su esposa Luisa Durán, sus cinco hijos y cuatro nietos.
Sus primera palabras fueron para agradecer la presencia de todos, con una mención especial a Hortensia Bussi, la viuda del derrocado presidente socialista Salvador Allende (1970-1973), como "representante de la dignidad de Chile".
"Nuestra victoria es justa y hermosa, pero no es una derrota para nadie. Quiero que mis compatriotas sepan que seré el presidente de todos los chilenos", señaló Lagos.
El mandatario electo exhortó a sus adherentes "a trabajar juntos con los que hasta ayer fueron nuestros adversarios para construir entre todos el país que queremos. A aquellos que no votaron nuestra opción los invito a trabajar y a deponer desconfianzas y rencores", expresó.
En su alocución señaló que Chile ingresa al siglo XXI con un compromiso de unión para asumir la tarea compartida de hacer de éste "el país estrella del nuevo milenio", con la meta de alcanzar la igualdad "para cada hijo de esta tierra" durante su mandato de seis años.
"Quiero avanzar para resolver los dolores del siglo que se va", sobre la base de los derechos y la dignidad de las personas, la preservación de la vida, el respeto de la naturaleza y la defensa de los derechos humanos, dijo Lagos.
"La Patria es una sola y la Patria nos convoca a todos", señaló más adelante para insistir en sus llamados a la unidad y también en su propuesta de construir un país basado en la igualdad "de todas las personas y todas las comunidades".
"Seré el primer presidente del siglo XXI y asumo ese desafío con fuerza y optimismo. No me olvido del pasado, pero mis ojos están puestos en el futuro", señaló, para hacer un especial llamado a los jóvenes a sumarse a las nuevas tareas del país.
En su discurso, destacó el gesto de Lavín, quien lo visitó para felicitarlo por su triunfo y desearle éxito en su gobierno.
Del mismo modo, agradeció los saludos de congratulación que le enviaron los presidentes de Argentina, Fernando de la Rúa, de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y de Venezuela, Hugo Chávez.
Lagos culminó sus palbras entre las ovaciones del público, con la promesa de gobernar con transparencia y escuchar la voz del pueblo para así construir "una nación más unida en la democracia, más fuerte y más libre". (FIN/IPS/ggr/ff/ip/00