El primer año de gobierno de Ricardo Lagos, quien asumirá la Presidencia en Chile el 11 de marzo, se caracterizará por una fuerte recuperación del producto, con una inflación moderada, incremento del empleo y estabilidad del dólar, según analistas económicos.
La mayoría de los expertos coincide en que, luego de una caída del producto interno bruto (PIB) en torno a uno por ciento en 1999, en este año la actividad económica tendrá un crecimiento en torno a seis por ciento, para situarse entre las de más rápida reactivación en América Latina.
En un seminario organizado por el diario Estrategia, los economistas Alvaro Donoso y Tomás Flores señalaron que este año se caracterizará por un repunte en el gasto interno, una baja de la desocupación y un mejoramiento general de la actividad productiva.
En 1999, Chile vivió una situación depresiva, como consecuencia del ajuste con que se hizo frente a la crisis financiera internacional, lo cual redundó en una desocupación que superó 11 por ciento y que disminuyó a 10 por ciento hacia fin de año.
Esta situación de crisis posibilitó una inflación de 2,3 por ciento, la más baja del país desde 1938.
Uno de los factores más positivos en las proyecciones de los economistas para este año radica en que la inflación se mantendrá en un rango bajo, entre 2,5 y tres por ciento, es decir levemente superior a la de 1999 en condiciones radicalmente distintas de expansión.
La reactivación posibilitará igualmente una recuperación del empleo, estimándose que al finalizar 2000 la desocupación será de 7,7 por ciento.
Como consecuencia del aumento de la actividad se recuperarán también las importaciones y la balanza comercial cerrará en una situación de equilibrio o, a lo más, con un superávit de 500 millones de dólares, inferior al saldo a favor de 1.641 millones con que terminó 1999.
Pese a las presiones de los precios internacionales y a la mayor demanda de divisas, no habrá un aumento considerable del precio del dólar, sino que más bien se revaluará el peso chileno, de acuerdo con los analistas.
Se espera, así, que hacia el término del año el dólar se cotice en torno a los 520 pesos, por debajo de los niveles que alcanzó en las coyunturas más críticas de 1999, cuando el precio de la divisa se acercó a los 550 pesos.
Pese a que aumentará el empleo, la desocupación que se prevé, de 7,7 por ciento, seguirá siendo elevada respecto de los estándares históricos, lo cual repercutirá en aumentos muy moderados de las remuneraciones, según Donoso y Flores.
Esto se sumará a la virtual devaluación del dólar y creará el marco de condiciones propicio para el crecimiento mínimo que tendría la inflación en el curso de este año, situándose posiblemente por debajo de la meta de tres por ciento del Banco Central.
El otro elemento que aplicarán las autoridades monetarias, también con efectos antinflacionarios, será el de aumentar la tasa de interés referencial, que de cinco por ciento podría elevarse en el curso del año a 5,25 o a 5,50 por ciento, según los analistas.
Las perspectivas económicas aparecen así como propicias para el primer año de mandato de Lagos, un socialista que encabezará el tercer gobierno de la Concertación por la Democracia, un conglomerado de centroizquierda.
Lagos ganó las elecciones presidenciales el día 16, en una resolución en segunda vuelta, donde tuvo como rival al candidato de la derechista Unión por Chile, Joaquín Lavín.
El abanderado de la oposición derechista obtuvo una votación sorprendentemente alta en la primera vuelta del 12 de diciembre, en lo que se interpretó como un voto de castigo para la gestión de Frei.
Si se produce la anunciada recuperación económica, con una caída del desempleo, el oficialismo podrá enfrentar en buen pie las elecciones municipales previstas para octubre. (FIN/IPS/ggr/mj/ip if/00