Los ciudadanos de Dominica inaugurarán a fin de este mes una temporada caribeña de elecciones del 2000, que seguirá con comicios largamente esperados en Haití y en otros países de la región.
El primer ministro de Dominica, Edison James, convocó a elecciones anticipadas para el 31 de enero y tomó a los partidos opositores por sorpresa.
Esa elección será la primera de una serie que movilizará a los votantes en Haití, Suriname, Anguila, San Cristóbal y Nevis, Trinidad y Tobago, República Dominicana y posiblemente Guyana, para elegir nuevos gobiernos este año.
El jefe de gobierno de Anguila, Hubert Hughes, convocó en forma imprevista a elecciones para el 10 de marzo, cuatro años antes de la fecha prevista, luego de que un tribunal superior se pronunció en su contra en dos pleitos que había entablado contra el presidente del parlamento, Leroy Rogers.
Rogers había suspendido la actividad del parlamento en agosto y septiembre del año pasado, alegando una crónica falta de quorum después de que los legisladores de la oposición decidieron boicotear las sesiones.
En San Cristóbal y Nevis, el primer ministro Denzil Douglas anunció que se realizarán comicios luego de que esa federación de dos islas gemelas sea la sede de una cumbre del Caribe prevista para julio.
El gobernante Partido Laborista enfrentará en esas elecciones al Movimiento de Acción Popular encabezado por el ex primer ministro Kennedy Simmonds, cuya administración ha sido investigada por una comisión designada por el actual gobierno.
En marzo y abril, los haitianos irán finalmente a las urnas para elegir autoridades locales y legislativas. Se había fijado la realización de comicios para noviembre del año pasado, pero esas elecciones no se llevaron a cabo.
Se informó que es posible que el ex presidente haitiano Jean Bertrand Aristide se presente como candidato este año.
La Organización de Estados Americanos planea enviar un contingente de observadores a Haití a partir de este mes, para asegurar que las elecciones sean libres y justas.
Haití fue admitido recientemente en la Comunidad del Caribe (Caricom), cuyos funcionarios temen un nuevo estallido en el violento e inestable clima que ha caracterizado la vida política de ese país.
El enviado especial de la Caricom a Haití, James Mitchell, quien también es primer ministro de San Vicente y Granadinas, expresó que el bloque regional, que jugó un papel significativo en el retorno haitiano a la democracia, desea apoyar la realización de elecciones, "en la medida en que lo permite su presupuesto".
Mitchell visitó Haití el año pasado y estima que el proceso de preparación de las elecciones está lejos de haber terminado.
"No estoy seguro de que el padrón de electores y el sistema de registro estén en orden", comentó, agregando que garantizar la seguridad durante la jornada electoral será un grave problema. "Existe la posibilidad de que haya más centros de votación que policías", explicó.
La Unión Europea anunció que no brindará a Haití más ayuda para cubrir costos administrativos de los comicios, y Mitchell señaló que esa decisión aumentará la responsabilidad de los países caribeños y de Canadá, que asistirán a Haití para la realización de las elecciones.
El 8 de enero, Canadá prometió otorgar a Haití ayuda para la organización de los comicios por valor de 1,5 millones de dólares, que serán canalizados por la Caricom. Parte del problema es que Haití cuenta con más de 100 partidos políticos.
En Suriname, el presidente Jules Wijdenbosch convocó a elecciones para el 25 de mayo, un año antes de lo previsto, tras enfrentar una creciente presión de sindicatos, políticos opositores y su propio partido para que renunciara, por su fracaso en el intento de resolver problemas económicos del país.
Más de la mitad de los 400.000 habitantes de Suriname viven en la pobreza. Durante el gobierno de Wijdenbosch, la cotización del dólar aumentó a 2.200 florines locales, y cuando el presidente asumió el poder un dólar valía 700 florines de Suriname.
Más de 30 partidos han expresado su intención de presentar candidatos.
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Basdeo Panday, busca ser reelegido. En 1999 anunció a sus partidarios que habrá elecciones este año, y su partido, el Congreso de Unidad Nacional (UNC), tratará de conquistar 24 de los 36 escaños en juego.
El UNC sólo dispone en la actualidad de 17 legisladores, y gobierna en coalición desde las últimas elecciones, que se llevaron a cabo en 1995.
Existen temores que la campaña se malogre por la violencia desde que un alto funcionario del gobierno local y miembro del UNC fue asesinado a balazos.
Nadie fue arrestado por el crimen, pero la policía confirmó que había allanado la casa de Dhanraj Singh, ministro de un gobierno local, durante la investigación de lo que considera "un asesinato con móvil político".
En Guyana, donde el opositor Congreso Nacional Popular impugnó los resultados de las últimas elecciones generales, el gobernante Partido Progresista Popular dijo que garantizará el cumplimiento del acuerdo de Herdmanston, logrado con mediación de la Caricom, que fijó elecciones para el 17 de julio del 2001.
Hay un creciente apoyo a la iniciativa de realizar los comicios antes de esa fecha, para asegurar que la campaña de diciembre no afecte la temporada de compras navideñas, como ocurrió en 1997.
Los principales adversarios en las elecciones en Dominica serán el gobernante Partido Unido de los Trabajadores y el Partido Laborista de Dominica (DLP), que condujo la isla a la independencia en 1976, y la mayoría de los observadores pronostican el triunfo del oficialismo.
Ha disminuido el poder del Partido por la Libertad de Dominica (DFP), que parecía invencible en lo años 80 cuando era liderado por Eugenia Charles, y se afirma que el DFP contactó a algunos funcionarios descontentos para que impugnaran la convocatoria a elecciones.
El líder del DFP, Charles Savarin, declaró que su partido "espera con ansiedad el 31 de enero, porque siente que la agonía de Dominica debe ser aliviada cuanto antes", pero se piensa que tiene escasas posibilidades de triunfar.
El candidato del DLP será Rosie Douglas, un declarado marxista que tuvo la entrada prohibida a Jamaica, Granada, Puerto Rico, San Vicente y Granadinas y Trinidad y Tobago, y a quien se impidió hablar en público o permanecer durante más de 48 horas en otros países caribeños.
El candidato es el hermano menor del fallecido Michael Douglas, ex ministro de Finanzas, y asumió el liderazgo del DLP desde que Patrick Jones, ex primer ministro, fue encarcelado por participar en un intento de golpe de Estado para derrocar a Charles en 1980, que involucró a mercenarios estadounidenses.
En su libro "Cadenas o cambio, enfoque sobre Dominica", Douglas señaló que tras la independencia el pueblo de ese país "comenzó a discutir la necesidad de un nuevo tipo de Estado de estructura socialista, un gobierno nuevo en concepto y forma".
Funcionarios electorales esperan que la mayoría de los 56.000 electores empadronados en Dominica concurran a las urnas. En las últimas elecciones, cuando casi 66 por ciento de los electores votaron, el Partido Unido de los Trabajadores triunfó por una escasa mayoría. (FIN/IPS/tra-en/pr/ks/ego/mp/ip/00)