Internet se convirtió en Brasil en un campo de batalla, demarcado por anuncios de empresas que ofrecen acceso gratuito a la red y con fuerte participación de los bancos.
La nueva escalada en la guerra por ese mercado en rápida expansión involucra a tres bancos brasileños, a empresas transnacionales, a medios de comunicación e incluso a la Iglesia Católica. Ya hay nueve ofertas de servicio gratuito.
El jueves fue el turno de Terra Network Brasil, del grupo español Telefónica, que ofrecerá el acceso gratuito a partir del 5 de febrero en Sao Paulo y en los meses siguientes lo hará en el resto del país.
Telefónica, que en pocos años se convirtió en una potencia en telecomunicaciones en Iberoamérica, ya posee en Brasil el servidor Zaz, cuyo control adquirió en 1999.
Zaz, con 380.000 usuarios, es la seguna empresa provedora de ingreso a Internet del país y en diciembre comenzó una campaña de expansión, ofreciendo 500 computadoras a nuevos subscriptores.
El uso de ese servidor exige un pago reducido, de 11 dólares mensuales por el acceso sin límite de tiempo a Internet. Con Terra Libre, el grupo espera triplicar el número de usuarios este año, ofreciendo gratis una dirección de correo electrónico y derecho a páginas personales, además de la conexión.
La meta se hace factible por el explosivo crecimiento de Internet en Brasil, que pasará de los actuales seis millones de usuarios a entre 15 y 20 millones en tres años, calculó Marcelo Lacerda, director de Terra Brasil.
"Internet gratis y sin límites" es lo que promete también Tutopia, subsidiaria de la estadounidense IFX para América Latina a partir de febrero en las principales ciudades de Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador y México.
Eso es posible "gracias a la publicidad" contenida en el sitio, explican los responsables de Tutopia, quienes opinan que Internet "debe ser para todos, al igual que la televisión abierta y la radio".
Tres grandes bancos locales desataron en diciembre la nueva fiebre para incorporar millones de brasileños la red cibernética. El primero, el estatal Banco do Brasil, ofreció cinco horas de conexión gratuita al mes, el segundo lo elevó a 20 horas y el tercero eliminó toda restricción de tiempo.
El objetivo era mejorar el servicio bancario, agregando calidad y comodidad y conquistar así nuevos clientes. Pero la iniciativa precipitó la competencia por los negocios abiertos por Internet, la publicidad y el comercio.
Internet Gratis (iG) es el nombre de la empresa proveedora de servicios de Internet creada por dos activos bancos de inversiones, Opportunity y Garantía, que obtuvo el mayor impacto al lanzar el servicio de acceso sin costos. En el primer día obtuvo 35.000 inscripciones.
Dirigiendo la iG figuran periodistas experientes y reconocidos como estrategas de la comunicación, como Matinas Suzuki, ex directivo del mayor diario brasileño, Folha de Sao Paulo, y de la principal editorial de revistas, Abril.
Eso indica la intención de hacer de la empresa un medio de comunicación masiva competitivo.
Expertos estiman que la participación de Internet en el mercado publicitario brasileño se triplicará en un año, hasta lograr una participación de seis por ciento. Además, el comercio y los negocios vía electrónica crecen en todo el mundo, y es previsible que eso ocurra también en Brasil.
Así, la realidad echó por tierra el intento de la Asociación Brasileña de Proveedores de Acceso a Internet (Abranet) de contener la tendencia al abaratamiento o la gratuidad de la comunicación para abrir paso a negocios más lucrativos, de la mano de los grandes grupos.
Abranet cuestionó ante órganos oficiales la legalidad del acceso gratis a Internet ofrecido por los bancos, por considerarlo violatorio de la legislación de telecomunicaciones y las reglas de competencia.
Pero una primera manifestación de las autoridades indicó la imposibilidad práctica de vetar iniciativas favorables a los consumidores.
Abranet representa a 280 empresas que sobreviven básicamente mediante el cobro del servicio de conexión, que representa más de 80 por ciento de sus ingresos. Se trata de pequeños negocios cuya escala no les permite sostenerse con la publicidad y el comercio electrónico.
Lo que estas firmas temen es que se reitere en Brasil lo que ocurrió en Gran Bretaña, donde el acceso libre provocó la rápida desaparición de la mitad de los más de 500 empresas proveedoras de acceso a Internet y solo un cuarto de los sobrevivientes siguen cobrando por la conexión.
La mayor empresa de servicio de acceso a Internet de Brasil, Universo On Line (UOL), con más de 500.000 subscriptores, también trata de resistir, con el argumento de que todo lo gratis ofrece "muy poco" y de mala calidad.
UOL, creado por la asociación entre Editorial Abril y Folha de Sao Paulo, ofrece el mejor y más amplio contenido, el de las mayores revistas y diarios del país, y conexión local en 2.000 ciudades brasileñas, destacó su director, Caio Tulio Costa.
Por las dudas, la firma anunció que pronto también ofrecerá conexiones gratis por su servicio NetGratuita, manteniendo el cobro por el acceso exclusivo a su voluminosa información. (FIN/IPS/mo/mj/sc if/99