Un acalorado debate sobre el riesgo que representan las industrias instaladas en barrios céntricos de Asunción se avivó al comenzar este año por cuatro incendios en la capital.
Los siniestros pusieron en duda la vigencia del plan regulador de la capital, y el debate al respecto podrían terminar con el traslado de plantas fabriles a zonas más alejadas, a pesar que las autoridades advierten el "costo social" que eso tendría para sus empleados.
Desde el 1 de enero las llamas consumieron buena parte de un edificio, una gasolinera, la sede del servicio de Correos y un establecimiento donde explotaron el día 14 decenas de recipientes con gas licuado. El fuego llegó a pocos metros de tres tanques de queroseno de 5.000 litros cada uno.
En ese establecimiento, de la firma Molinos Alberto Heilbrunn (MAAHSA), se cargan aerosoles con insecticidas o desodorantes. El caso disparó la discusión pública, pues la "bomba de tiempo" está casi en el centro de Asunción, en medio de un barrio y centro comercial, y lindar con dos hospitales y un colegio.
Celeste Sakoda, defensora vecinal de Asunción, informó que MAAHSA recibió en 1975 una licencia para que su establecimiento funciones donde lo hace, pero señaló que el plan regulador de 1994 prohibió instalar industrias en el área, admitiendo que "hay descontrol absoluto en la ciudad".
"A mi criterio no debería funcionar una fábrica de este tipo en una zona tan céntrica. Es altamente peligroso, incluso para las zonas aledañas", opinó el concejal Víctor Sosa, presidente de la Comisión de Ordenamiento Urbano de la junta municipal capitalina.
Sosa pidió que el problema sea objeto de "un seguimiento minucioso de la Intendencia por el peligro que representa, aunque al intendente no le importe".
El procurador de la Intendencia de Asunción, Alfredo Montanaro, prometió que intervendrá 18 edificios que no cumplen las normas contra incendios y que obligará a regularizar los planos de varias empresas. En el país es tradición agregar pisos a las casas y edificios.
El intendente capitalino, Martín Burt, visitó la zona del incendio de la planta, que generaba emanaciones tóxicas, y firmó el día 17 firmará un acuerdo con la Dirección de Bomberos para la inspección de las condiciones de combate al fuego en 100 edificios de varios pisos.
Durante 1999 se realizaron inspecciones en otro centenar de edificios de ese tipo, y el total de ellos en Asunción no supera los 400.
La lucha de la Policía, en la zona del incendio, contra curiosos y vecinos que no querían abandonar sus hogares, se sumó a las dificultades para trabajar de los bomberos, quienes no disponían de máscaras. Ocho de ellos resultaron intoxicados.
Los bomberos combatieron el fuego tomando agua para sus carros hidrantes de cañerías de plástico de la propia planta, que les dejaron sin suministro del líquido cuando el aumento de la temperatura las derritió.
Pacientes de hospitales cercanos fueron alejados de los accesos, donde se percibía humo tóxico, y autoridades sanitarias recomendaron a los vecinos mudarse por unos días o cerrar las ventanas y beber mucha agua para evitar que la inhalación de gases les produjera edema de glotis, que puede causar asfixia.
"Este humo negro permanecerá varios días" dijo Santiago Codas, director de Emergencias Médicas. Un organismo del Ministerio de Salud Pública comunicó la prohibición de toda inmersión en el río Paraguay, en el cual se detectaron desechos tóxicos procedentes de la zona del incendio.
Burt y el presidente de MAAHSA, Esteban Morábito, coincidieron en que "se evitó una tragedia gracias a los sistemas de seguridad modernos" del establecimiento, con alarmas sensibles a gas, humo y fuego, que permitieron que el incendio no alcanzara combustible ni materias primas.
El intendente admitió que plantas industriales "sean trasladadas a zonas periféricas" tras un análisis de este caso y del problema en general, pero pidió "precautelar los puestos de trabajo".
Burt anunció que encarará junto al legislativo comunal la tarea de "revisar el plan regulador de la ciudad que, aunque no es una ciudad industrial, tiene algunas industrias livianas".
El director del Servicio Nacional de Sanidad, Germán Santos, opinó que "este tipo de industrias deben irse a la periferia de Asunción, pues en una zona muy poblada son un peligro para la población", pero olvidó aclarar que su organismo otorgó permiso de fabricación de productos toxicos en el centro de la ciudad. (FIN/IPS/cm/mp/en ip/00