La Autoridad del Canal de Panamá anunció esta semana máximas medidas de seguridad para permitir el tránsito sin consecuencias del buque "Pacific Swan", que transporta residuos nucleares a Japón.
El "Pacific Swan" zarpó el 29 de diciembre del puerto de Cherburgo, norte de Francia, con una carga de 104 contenedores blindados que guardan material radiactivo vitrificado, cuyo destino final es Japón, y llegará la semana próxima a Panamá.
Los administradores del canal de Panamá designaron dos pilotos para guiar al barco mercante en su paso diurno por las esclusas de la vía interoceánica y realizarán acciones excepcionales de monitoreo y vigilancia. Los buques que surcan el canal a la luz del día son guiados normalmente por un solo piloto.
El control del riesgo marino en el canal es supervisado por un grupo de técnicos y especialistas, entre los que figuran un ingeniero especializado en asuntos marítimos, un experto en seguridad, un químico y un bombero.
Freddy Chen, jefe de esa unidad de seguridad, destacó que en 40 años "no ha habido muertes ni lesiones graves relacionadas directamente con la naturaleza radiactiva de cargas transportadas" a través del canal de Panamá.
Chen dijo que esa afirmación está respaldada por estudios de la Agencia Internacional de Energía Atómica y del Departamento de Energía de Estados Unidos sobre el manejo de carga nuclear a través de la misma vía.
Incluso, la División de Dragado del Canal usa una fuente radiactiva a bordo de la draga "Mindy", asignada a tareas de mantenimiento, sin que ello amenace la seguridad de los trabajadores, agregó.
"El transporte de cualquier material tiene sus riesgos, pero el transporte de materiales radiactivos es esencial, si queremos beneficios de ellos", observó.
Pero organizaciones ecologistas como Greenpeace se oponen al traslado de material radiactivo a través del canal de Panamá, porque un derrame accidental podría causar una catástrofe ambiental y amenazar la vida de pobladores de las riberas.
Greenpeace organizó en años anteriores la toma pacífica en alta mar de barcos con carga nuclear, para demostrar que los mismos son vulnerables al ataque de grupos o movimientos terroristas.
No obstante, la Autoridad del Canal de Panamá sostiene que han sido adoptadas todas las medidas para el tránsito seguro del "Pacific Swan" del océano Atántico al Pacífico.
El anunciado arribo del buque a costas panameñas generó expectativa, ya que será la primera vez, desde que este país asumió el pleno control de la vía marítima el 31 de diciembre, que un barco con carga radiactiva utilice esta ruta.
Otra nave, el "Pacific Pintail", hizo el mismo recorrido, sin que se presentaran dificultades en su tránsito.
Los operadores del canal observaron en cuatro ocasiones anteriores el paso del "Pacific Swan", que transporta periódicamente residuos nucleares, como plutonio empobrecido, desde la planta de reprocesamiento de La Hague, en Francia, hasta puertos de Japón.
El gobierno japonés ha asegurado que el material nuclear que recibe de Francia no representa riesgos para la población.
Un accidente ocurrido en 1999 en una central de energía en Japón provocó la liberación de partículas radiactivas y una contaminación limitada, que afectó a varios trabajadores.
El hecho generó alarma y críticas de los ecologistas, que rechazan la manipulación de cargas nucleares y el uso de centrales de electricidad alimentadas con combustible nuclear, debido a sus riesgos potenciales para la vida humana y la fauna silvestre.
Según Greenpeace, la contaminación con el plutonio que transporta el "Pacific Swan" podría causar la muerte y la desaparición de especies marinas, así como inhabilitar a territorios enteros por un tiempo inderminado. (Fin/IPS/dc/ff/en/00