Las autoridades de Panamá y grupos ecologistas iniciaron una agresiva campaña para promover el uso de gasolina sin plomo en los vehículos automotores, con el objetivo de reducir la contaminación en las ciudades.
Arlene Fábrega, directora regional metropolitana de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), informó que el 90 por ciento de la contaminación del aire en la ciudad de Panamá proviene de los automóviles, ya que no existen industrias pesadas que provoquen enrarecimiento del aire.
Fábrega recordó que una ley aprobada en 1996 estipula que todos los vehículos a motor importados a partir del 1 de enero de 1998 deben tener un sistema de control de emisiones.
La ley prevé que a partir del año 2002 sólo se permitirá la venta de gasolina sin plomo en el territorio nacional, lo que supone la importación de vehículos con convertidores catalíticos.
Sin embargo, grupos ecologistas han advertido que los automóviles importados de segunda mano en dudoso estado, el deterioro de las unidades de transporte colectivo, así como el gran congestionamiento de vehículos, han creado un serio deterioro de la calidad del aire en las ciudades.
Autoridades de salud han asociado ese problema al aumento de enfermedades respiratorias, que ocupan el cuarto lugar entre las causas de muerte.
La ANAM y grupos ambientalistas reaccionaron esta semana con la distribución de volantes informativos, en el marco de una campaña denominada "gasolina sin plomo, factor importante en la conservación del medio ambiente".
Un reciente monitoreo en las áreas de mayor tráfico en los distritos de Panamá y San Miguelito reveló que las concentraciones promedio por plomo son de tres microgramos por metro cúbico, lo que equivale al triple del nivel permitido.
El plomo es un metal pesado cuyas partículas provocan envenenamiento, daño en los riñones y retardo mental en los niños.
Asimismo, el estudio demostró que la contaminación de óxido de nitrógeno está por encima del límite máximo de 40 microgramos por metro cúbico recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La investigación fue realizada por la Universidad de Panamá en colaboración con la Agencia Suiza de Ayuda al Exterior (Swisscontact) y el Programa Centroamericano de Contaminación Urbana (Proeco), para establecer la calidad del aire.
La contaminación por óxido de nitrógeno expulsado a través de los caños de escape de los vehículos automotores alcanzó en los cinco primeros meses de 1999 los 75 microgramos por metro cúbico, según el estudio.
Una estación de control próxima a la Universidad de Panamá mostró, sin embargo, que los niveles de contaminación por monóxido de carbono, producido por la combustión de carburantes, es de 7,3 partes por millón, aún por debajo del límite máximo establecido por la OMS, de nueve partes por millón.
Además de causar contaminación en la atmósfera, el monóxido de carbono es responsable por el bajo rendimiento e irritabilidad en los centros urbanos.
Unos 200.000 vehículos circulan a diario en los distritos de Panamá y San Miguelito, y liberan grandes cantidades de sustancias contaminantes.
Vasco Duke, del Instituto Especializado de Análisis de la Universidad de Panamá, señaló que se ha demostrado que en la horas pico los automóviles se desplazan en la capital a una velocidad de 10 kilómetros por hora, entre gases y humaredas que afectan a la salud de los habitantes.
A esto se suma la construcción de altos edificios en áreas costeras, lo que actúa como barrera de los vientos provenientes del mar, que en el pasado impedían la concentración de aire contaminado producido por motores de combustión interna.
Un estudio del Banco Mundial divulgado en noviembre en Washington precisó que la contaminación provoca en los países en desarrollo alrededor del 20 por ciento de las enfermedades, la disminución de la competitividad y, en ocasiones, la reducción de varios puntos en el producto interno bruto (PIB).
Duke enfatizó que es necesario prescindir de la gasolina con plomo e iniciar, en forma simultánea, un programa intensivo de educación y salud en todo el país, para crear conciencia en torno al grave problema ambiental.
Entre sus recomendaciones figuran el reordenamiento del tráfico, mediante la adopción de horarios de trabajo escalonados en las empresas, con el propósito de evitar la alta densidad de vehículos en calles y carreteras en las horas pico, y el estudio de sistemas alternativos de transporte suburbano.
Por su parte, la ANAM planteó que los propietarios de vehículos automotores en Panamá deben comprometerse con una gestión ambiental sustentable, en procura de un aire más limpio, lo que implica erradicar el uso de la gasolina con plomo en esta década. (FIN/IPS/dc/ag/en/00