Representantes de la etnia indígena emberá katío de Colombia viajarán a Canadá, Estados Unidos y Noruega, países patrocinadores del proyecto hidroeléctrico de Urrá, para exigir la suspensión del llenado del embalse en sus tierras.
"El gobierno nacional no ha cumplido" y sólo resta a los indígenas pedir la mediación de las autoridades extranjeras que participan del proyecto, para detener la obra, dijo a IPS Jimmy Pernía, portavoz de los 170 hombres, mujeres, niños y niñas que desde el 11 de diciembre ocupan los jardines del Ministerio de Medio Ambiente a manera de protesta.
"De no alcanzar el resultado esperado" ante los gobiernos canadiense, estadounidense y noruego, los emberá katío demandarán a Colombia "ante los organismos internacionales" que corresponda, señaló el portavoz.
El comienzo en noviembre del llenado de Urrá perjudicó "seriamente" a los emberá katío, al "arrasar" más de 7.000 hectáreas de plátanos y otros cultivos e inundar las tierras "más fértiles", destacó Pernía, Pernía, asesor territorial de su comunidad en la región de Alto Sinú, del norteño departamento de Córdoba.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Juan Mayr, confirmó el miércoles la decisión de continuar con el llenado de la represa, porque "se han observado los requerimientos del fallo de la Corte Constitucional" en el caso.
La Corte Constitucional, que controla el cumplimiento de la Constitución, ordenó en 1998 a la empresa responsable del proyecto, Urrá Multipropósito, acordar con los indígenas, campesinos y pescadores de su área de influencia, el reasentamiento de éstos.
También determinó la participación de esos mismos grupos en los resultados económicos del proyecto.
La zona de influencia de la etnia emberá katío comprende unas 460.000 hectáreas en la reserva natural del Nudo de Paramillo y en la cuenca del Río Sinú.
Según Pernía, la represa de Urrá significa "un crimen ecológico" y "también acaba con tradiciones culturales como la conservación de territorios sagrados (cementerios)" de los indígenas.
Por su parte, Mayr aseguró que el gobierno se propone entregar a los emberá katío más de 12.000 hectáreas a cambio de 400 que serán inundadas por el embalse.
Pernía replicó que el área sumergida tendrá una extensión mucho mayor que la señalada por el ministro y que los indígenas serán desalojados de su territorio. Por esas razones, piden la "adjudicación de 33.000 hectáreas cultivables, para poder subsistir".
El pueblo emberá katío de la zona de influencia de la represa comprende a 2.400 personas, aunque la misma área alberga a otros 25.000 pobladores, entre campesinos y pescadores.
En opinión de Guillermo Tascón, representante de los emberá katío del noroccidental departamento de Antioquia, "la perseverancia" de este pueblo del Alto Sinú "es la única arma que se tiene" para preservar un espacio territorial y cultural.
Ciento setenta indígenas cubrieron un trayecto de mil kilómetros para protestar ante el Ministerio de Medio Ambiente, en cuyos jardines se instalaron en improvisadas tiendas de campaña.
Pernía aseguró que los manifestantes permanecerán en el lugar todo el tiempo que sea necesario "aún contra la decisión del ministro Mayr de mandarnos a quitar el agua potable".
Mayr informó que el gobierno analizará "mecanismos de seguimiento" del caso, para buscar acuerdo con los emberá katío. (FIN/IPS/mjll/ff/en pr/00