Los osos pardos desaparecerán en menos de 50 años si los gobiernos no hacen lo necesario para impedir la caza ilegal, advirtieron grupos ambientalistas de Canadá.
Sólo 20 por ciento de los osos pardos de América del Norte sobrevivieron a la colonización y explotación forestal.
Ahora están en peligro de extinción debido al precio que pagan por partes de su cuerpo médicos tradicionales de Asia, advirtió la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), de la provincia canadiense de Columbia Británica.
"Esta tragedia nos lleva a cuestionar el compromiso de Canadá con la protección de la biodiversidad. Estos animales podrían desaparecer en 50 años si los gobiernos no impiden su caza y la tala de los bosques de Columbia Británica", declaró el presidente de la EIA, Allan Thornton.
Los osos pardos eran la especie de osos más extendida en el mundo. Se los encontraba en Asia, Europa, el norte de Africa y la mitad occidental de América del Norte, desde el océano Artico hasta el centro de México.
Pero hoy la población de osos pardos sólo se halla en las regiones deshabitadas de Canadá, Estados Unidos, Europa central y Rusia.
Los osos pardos de América del Norte se encuentran sobre todo en Columbia Británica, Yukón, Territorios Noroccidentales y Alberta, en Canadá, y en Alaska y unas pocas zonas de la frontera de Estados Unidos con este país.
Parte del peligro que corren los osos procede de la gran suma de dinero, hasta 10.000 dólares, que los cazadores están dispuestos a pagar a los guías que los llevan a las regiones agrestes donde viven los osos pardos.
Thorton, un indígena canadiense, sostuvo que el gobierno de Columbia Británica "recurre a la peligrosa e irresponsable estrategia de utilizar a los osos pardos para (promover) la caza deportiva, ignorando la evidencia de que estas magníficas criaturas están en franco, y tal vez irreversible, declive".
"Las exigencias de un pequeño grupo de presión a favor de la caza son más importantes (para el gobierno) que la necesidad de conservar la biodiversidad y los intereses culturales y espirituales de los pueblos indígenas", agregó.
El gobierno prometió implementar una legislación para protegar a los osos pardos y otras especies en peligro en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad realizada en 1992.
Un proyecto de ley que entró al Parlamento nacional el pasado otoño boreal recibe ahora duras críticas de los ambientalistas y también de los grupos de presión empresariales que quieren debilitar las leyes de protección del hábitat.
El gobierno de Columbia Británica prometió en repetidas ocasiones, desde la década del 80, que reducirá la caza anual a 200 ejemplares.
Sin embargo, 363 osos pardos fueron cazados legalmente en 1996. Cientos más fueron muertos por cazadores furtivos que no tienen casi nada que temer ya que hay muy pocos guardabosques en la región, señala la EIA.
Columbia Británica tiene aún unos 7.000 osos pardos, según estudios realizados por el gobierno provincial. La tala de los bosques costeros húmedos de coníferas y de las áreas montañosas salvajes redujo el espacio de hábitat, y también disminuyó la reproducción, según unrme de la provincia.
"Las poblaciones de osos pardos disminuyeron o desaparecieron por completo de las costas del sur (de Columbia Británica) y parte del interior debido a la mortalidad causada por los seres humanos y la pérdida de hábitat, consecuencia del desarrollo urbano y rural", indican los autores del informe provincial.
"Es probable que el espacio de hábitat de los osos pardos disminuya en los próximos años, por razones similares", agregan.
"La explotación de carbón, la explotación forestal de toda la provincia, el pastoreo extensivo en el interior, y el desarrollo causará un impacto adverso sobre el hábitat y sobre los propios osos pardos. Por lo tanto, la reducción de la población parece inevitable en ciertas partes de la provincia", concluyen.
La población de osos pardos de América del Norte llegó a los 100.000 animales en su momento de mayor esplendor, según investigadores académicos.
Los osos pardos de la Sierra Madre de México fueron exterminados a comienzos del siglo XX. California era la región más poblada, con 20.000, pero en los años 20 desaparecieron, y ahora sólo queda uno por ciento de aquel total en el territorio continental de Estados Unidos.
Los osos pardos tienen un valor particular para los practicantes de medicina tradicional asiática, que llegan a pagar precios altos por la vesícula biliar del animal. Por otro lado, las patas se usan en la cocina.
Los cazadores de América del Norte matan a los osos por su piel, venden la vesícula biliar por 1.500 dólares, las patas por 1.000 dólares, y dejan la carne pudriéndose en el bosque.
Un estudio reveló que hace 25 años que se cazan osos pardos para comerciar con los médicos tradicionales asiáticos, y que se han desarrollado extensas y organizadas redes de cazadores, intermediarios, vendedores y compradores.
Hasta tres por ciento de los osos pardos de Columbia Británica desaparecen cada año a causa de los cazadores furtivos, según un estudio realizado en 1989 por la organización ambientalista Wildlife Branch de dicha provincia.
La caza furtiva disminuyó notoriamente cuando la provincia prohibió la venta de vesículas biliares, patas y genitales de osos separados del resto del cuerpo, en 1993.
El Proyecto de Osos Pardos de Columbia Británica, un grupo de Vancouver que trata de proteger el hábitat de la especie, explicó que la caza deportiva de estos animales continuó hasta 1995 en el Valle de Kitlope, una zona internacional de recuperación de dichos animales en las montañas Selkirk, al sur de la provincia.
"Movilizamos científicos y activistas de ambos lados de la frontera, y conseguimos que el gobierno de Columbia Británica prohibiera la caza en Selkrik", relató el portavoz del proyecto, Rob Days.
"Los indígenas haisla informaron que los cazadores deportistas prácticamente habían exterminado los osos pardos del Valle de Kitlope. Nosotros ayudamos a hacer público el escándalo", explicó Days.
El gobierno de Columbia Británica prometió que incrementará la vigilancia del cumplimiento de las regulaciones para impedir la caza y el comercio ilegal de partes de oso, así como otras violaciones que se cometan contra la ley de Vida Silvestre de la provincia.
El castigo impuesto por caza furtiva de osos pardos aumentará sustancialmente, advirtió el gobierno. La multa aumentará de un mínimo de 200 dólares y un máximo de 10.000, a entre 1.000 y 25.000 dólares para los primerizos. Quienes lo intenten por segunda vez, deberán pagar un máximo de 50.000 dólares.
El gobierno elabora también un programa completo de educación ambiental para los últimos años de la formación secundaria.
También desarrollará un programa de información dirigido a grupos específicos y público en general, para concientizar a la población sobre la situación de los osos pardos, la seguridad de la especie y sugerir vías para evitar problemas entre los animales y las personas, anunciaron las autoridades provinciales. (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/ceb/aq/en/00