La crisis económica de Asia enseñó al mundo que las grandes inversiones en educación son importantes para enfrentar tiempos difíciles, dijeron funcionarios y expertos en la apertura de una conferencia regional sobre educación en Bangkok.
Esas inversiones, efectuadas por muchos países del este y el sudeste de Asia en las últimas décadas, están ayudándolos a recuperarse de la crisis financiera.
"La crisis asiática despertó al mundo y le recordó que el desarrollo es frágil y puede verse afectado si no se integran por completo todos sus elementos fundamentales", señaló Ruth Kagia, del Banco Mundial, durante la primera sesión de la Conferencia Asia-Pacífico sobre Educacion Para Todos (EFA) 2000.
"De esa experiencia emergió una noción fundamental de desarrollo que ratifica la importancia de proteger la educación y la salud para los pobres y vulnerables durante las épocas de crisis económica", añadió.
La conferencia comenzó el lunes y continuará hasta este jueves
Funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas destacaron que pese de la crisis muchas naciones de Asia implementaron sistemas de asistencia social en beneficio de las familias, para tratar de asegurar que sus hijos permanezcan en la escuela el mayor tiempo posible.
También señalaron que Tailandia y otros países evitaron recortar el presupuesto destinado a la educación.
"Debido a la importancia de nuestros recursos humanos, que son el activo más valioso de nuestro país, mi gobierno ha estado trabajando duramente para seguir desarrollando y reformando el sistema de educación", dijo el primer ministro tailandés, Chuan Leekpai, en su discurso del lunes.
El ministro añadió que su país aprobó una ley nacional de educación el año pasado y pretende reformar el sistema de enseñanza. La nueva ley establece que todos los ciudadanos deben recibir por lo menos 12 años de educación básica.
Asia se encuentra en una posición especial para compartir su aprendizaje con el mundo, porque alberga a más de la mitad de la población del planeta y muchos de sus países tienen una larga tradición de privilegiar la importancia de la educación, señalaron los expertos.
Kagia citó estadísticas que demuestran que más de 30 por ciento del crecimiento de las economías del este de Asia puede ser explicado por las inversiones efectuadas en recursos humanos.
Kul Cautam, director regional para Asia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, indicó que "el único y más importante impedimento para el potencial de desarrollo de muchos países asiáticos es la falta de acceso a la educación básica".
"El ejemplo de los países más exitosos del sudeste asiático, incluyendo a Tailandia, muestra que la inversión en educación básica facilitó enormemente su rápido desarrollo económico. Por el contrario, gran parte del sur de Asia languidece en la pobreza por su escaso progreso en educación básica", agregó.
El estallido de la crisis en 1997 obligó a muchos países del este y el sudeste de Asia a efectuar recortes en sus presupuestos, incluyendo los destinados a la educación.
El peso de la deuda externa se sumó a sus problemas, e instituciones de crédito como el Banco Mundial exigieron a esos países, para brindarles asistencia, que aplicaran planes de reestructura económica muy estrictos, los cuales debilitaron aun más el tejido social de esas sociedades vulnerables.
Tras la aplicación durante algunos meses de esos planes de reestructura, desde Corea del Sur hasta Indonesia muchos analistas sociales comenzaron a señalar que los recortes del gasto destinado a políticas sociales, impuestos por prestamistas multilaterales y donantes, habían empeorado la situación.
Gautam afirmó que el gasto en educación es una inversión con excelente relación entre costo y beneficio, y que no debe ser recortado cuando existe escasez de recursos.
"El efecto multiplicador del progreso en educación es bien conocido: produce menor natalidad, mejor cuidado de la salud, menor mortalidad infantil y mejora de la condición de la mujer, y brinda una tasa de retorno económico mayor que la de cualquier otra inversión", apuntó.
Los países de la región tendrían un camino que recorrer para alcanzar el objetivo de Educación Para Todos aunque no hubieran tenido que enfrentar los efectos de la crisis financiera.
"No hemos llegado a la meta de EFA, estamos en la etapa de educación para muchos", declaró Víctor Ordoñez, director para el área Asia-Pacífico de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con sede en Bangkok.
De todas maneras, Asia "ha superado al resto del mundo en el indicador de la cantidad de niños y niñas inscriptos en escuelas", afirmó.
"Llegó el momento de prestar atención a las disparidades entre niños y niñas, y entre ciudades y áreas rurales, asegurarse de que los niños y niñas aprendan cuando van a clase, y reducir el analfabetismo entre los adultos", indicó.
Ordóñez añadió que la región debe buscar procedimientos innovadores para atraer a niños y niñas a la escuela y lograr que permanezcan en ella, en especial ahora que los fondos para educación básica comienzan a disminuir, tras un marcado aumento desde 1990.
Gautam señaló la importancia de las prioridades que adopten los gobiernos de Asia-Pacífico, y apuntó que los gastos militares en la región han seguido la tendencia mundial y aumentaron 27 por ciento entre 1990 y 1998, de 95.000 a 130.000 millones de dólares.
Ese monto del gasto militar en Asia contrasta con los 8.000 millones de dólares adicionales requeridos para asegurar educación básica en todos los países en desarrollo. "Si hay suficiente voluntad política, es seguro que la brecha financiera se puede cerrar", alegó Gautam. (FIN/IPS/tra-en/js/ego/mp/ed dv/00)