Niños y jóvenes de Argentina, Bolivia, Colombia, Finlandia, Gales y Holanda mostrarán desde la semana próxima en dos capitales latinoamericanas sus actividades en la calle, con óptica cultural.
El encuentro, denominado "Futuro de la calle: arte y exclusión", comenzará este lunes y finalizará el 12 de febrero. En la primera fase, en La Paz, los grupos intervendrán en un espectáculo callejero, conducidos por el director teatral colombiano Juan Carlos Moyano.
La siguiente etapa se desarrollará en la capital colombiana. Allí también se realizará el espectáculo, y habrá foros y seminarios.
Cada país trae un grupo de jóvenes con diversas actividades artísticas como música, teatro, danza, que reflejan la vida de la calle y muestran los efectos de la exclusión social.
Por Colombia participarán "Los Chicos de Urabá", grupo procedente de Turbo, 1.500 kilómetros al norte de Bogotá, dirigido, además de Moyano, por Patricia Ariza, actriz, directora, gestora y presidenta de la Corporación Colombiana de Teatro.
Los Chicos de Urabá está integrado por cuatro varones y dos mujeres entre 15 y 17 años, todos ellos negros. Cuatro trabajan como limpiabotas en las calles de Turbo, un puerto del norte colombiano, en la región de Urabá, escenario de masacres en el marco de la guerra civil.
"Nosotros tenemos conceptos creativos y también manejamos la tradición, por lo que estamos seguros que representaremos bien a Colombia", dijeron casi a coro, en un ensayo de sus piezas, que incluyen ritmos de puya, son de puya y mapalé, fusionados con rap y ritmos del litoral pacífico colombiano.
La pieza que presentarán en esta oportunidad se titula "El futuro de la calle", sobre la base de danzas con música en vivo a las que les intercalan "pedazos de la vida de la gente de las calles".
Los Chicos de Urabá representan allí episodios de droga y de violencia callejera, pero también muestran "el lado positivo de la calle", en particular "cómo la gente se divierte y se gana la vida en ese mundo", señaló uno de ellos, Hernán Romaña.
Estos jóvenes aseguran no haber sido víctimas de la violencia. "Sin embargo, sabemos de ella porque se ejerce contra otros jóvenes" en Urabá, afirmaron.
Tampoco se consideran marginales, pues identifican la marginalidad como una manera de ser, en la cual "la pobreza no es la que manda, sino la actitud mental", dijo Farid Janeth Arias, una de las muchachas.
La comunicación será difícil para ellos con los grupos que vienen de Holanda, Finlandia y Gales, que seguramente no hablarán español. Pero también participarán "los grupos de Argentina y Bolivia que hablan castellano y, a fin de cuentas, la música y el teatro son como idiomas, que seguramente nos ayudarán a entendernos"
Los Chicos de Urabá esperan conocer cómo vive la gente de la calle en otros países, mejorar su teatro callejero, compartir sus experiencias y vivir la solidaridad con otros grupos, como declararon a IPS.
Ven el país y el mundo con un optimismo que resulta contagioso, tanto por la cadencia de su hablar como por un toque de madurez que le imprimen a sus conceptos.
Patricia Ariza, directora del espectáculo que los Chicos de Urabá llevarán a Bolivia, cree que los jóvenes de la calle no sólo son "parte del problema" de la exclusión social, "sino también de la solución".
Ariza considera que los jóvenes de estratos bajos han sido marginados, es decir, excluidos del proceso social, pero no viven al margen. Están enterados y tienen opiniones políticas, conocen la situación del país, "es decir, ellos son el país", afirmó.
Sobre el teatro de calle opina que "el ciudadano común se refugia en su casa, mientras que la gente que vive o trabaja en la calle tiene una relación muy diferente con la urbe. Eso se aprecia en el teatro de calle, que mantiene nexos culturales para todos por igual, sin la necesidad de una sala".
Ariza ha participado de espectáculos tanto convencionales de sala como alternativos callejeros. Su relación con los excluidos se remonta a unos siete años atrás, y explicó a IPS que, si bien ya trabajaba con sectores populares, ahora lo hace con quienes viven y duermen en la calle.
El proyecto sobre 'Futuro de la Calle: Arte y Exclusión', es coordinado por la Organización de Actividades de Holanda para Latinoamérica (OLAA), que se propone realizar un documento social, acompañado de filamciones y fotografías, que entre marzo y junio entregará a la Comisión Europea.
El material también será presentado en Colombia a los gobernadores y a los responsables de Cultura y Políticas Sociales del gobierno central, en febrero.
El conductor del proyecto, Moyano, director del conjunto teatral 'Tierra', de Bogotá, dijo a IPS dijo que realizará "una alquimia teatral, una simbiosis para fundir en un evento de calle las propuestas escénicas y musicales de los seis grupos participantes".
"Con las herramientas del teatro vamos a crear un laboratorio de experimentación y encuentro con los diversos grupos", señaló Moyano. "También estoy pensando en transgredir el círculo o el rectángulo en espacios abiertos, para considerar el espacio no sólo como un pretexto teatral, sino considerar la calle como un lenguaje y una expresión".
Las ciudades "suelen ser un juego de contrastes y contradicciones, ciudades que contienen más de una ciudad, incubadoras de la violencia, de perseguidos, de desplazados, de excluidos", agregó.
El director confía en "los poderes liberadores del teatro, que actuarán de detonante y que pondrán a la gente a pensar".
En la capital colombiana, el espectáculo será montado probablemente en la plaza llamada Chorro de Quevedo, el lugar histórico y simbólico en que la ciudad fue fundada. (FIN/IPS/ atb/mj-ff/cr/00
