El famoso ex futbolista argentino Diego Maradona superó hoy el episodio de hipertensión por el que fue hospitalizado el martes en Uruguay y mientras la justicia investiga el origen de la cocaína que le causó la crisis, se estudia someterlo a tratamiento por su adicción.
"El paciente evoluciona de acuerdo con lo previsto y hoy (jueves) pasará a una sala de cuidados intermedios, ya que el episodio por el que fue internado está superado", informó el médico Frank Torres, del sanatorio Cantegril, de Maldonado, en el oriente uruguayo.
Maradona, capitán y conductor de la selección argentina que ganó el Campeonato Mundial de Fútbol de 1986, se hallaba desde el viernes 31 junto a su familia en el centro turístico de Punta del Este, vecino a la ciudad de Maldonado, y había concedido entrevistas a diarios, revistas y radio.
En diciembre obtuvo en Argentina el premio "Olimpia de Platino" al deportista del siglo, y otro galardón, del diario Clarín.
Torres añadió que los familiares y allegados de Maradona consideraban este jueves el traslado del ex deportista de 39 años "a un centro de tratamiento definitivo de su patología de fondo" (la adicción a las drogas), en los próximos días.
Si bien los médicos aseguran que la causa de la internación del martes fue un cuadro de hipertensión con arritmia ventricular, los rumores acerca de una sobredosis de cocaína ganaron la calle, y finalmente fueron confirmados por el jefe de policía de Maldonado, Máximo Costa Rocha.
El pico de presión alta, a la que Maradona es propenso, podía ser producto de su exceso de peso, por consumir sal en abundancia o por estrés. Pero se produjo por un consumo "excesivo" de cocaína, explicó Costa Rocha,.
Agregó que, dado el estado en que el paciente llegó a la clínica, "sin duda fue una sobredosis".
"Los que conocemos de medicina legal sabemos que la hipertensión es una de las consecuencias naturales del consumo excesivo de drogas", dijo el inspector de la policía este jueves.
La justicia uruguaya resolvió intervenir de oficio para dilucidar si efectivamente la descompensación había sido motivada por consumo de estupefacientes, un comportamiento que no es penalizado en ese país.
El propósito de la justicia de Maldonado fue confirmar la versión de sobredosis para luego investigar quién suministró las drogas ilegales al ex futbolista, un hecho castigado por el Código Penal.
En este sentido, se pidió a la policía forense que tome muestras de sangre y orina del paciente, que resultaron positivos. La orina contenía cocaína y anfetaminas.
Esa información coincidió con versiones de médicos de la clínica Cantegril que, tras solicitar el anonimato, revelaron a algunos medios periodísticos que Maradona, llevado por su representante Guillermo Cóppola, llegó inconsciente al centro de salud, con taquicardia, depresión sensorial y confusión mental.
Una vez conocido el resultado de los análisis, Cóppola y otro amigo de Maradona debieron declarar ante la policía uruguaya y ante la jueza Alicia dos Santos. Sus residencias en Punta del Este fueron allanadas en busca de indicios del delito que ahora se investiga.
Cóppola explicó haber informado a las autoridades las actividades de Maradona en los últimos días, y se manifestó sorprendido por el resultado del análisis. "Diego nunca negó este problemita, pero me sorprende", dijo.
El propio ex astro del fútbol también deberá declarar -aunque no como imputado- una vez que supere el mal trance que lo forzó a permanecer en la clínica.
El ex número 10, famoso en casi todo el mundo por su maestría en el juego, confesó su adicción a la cocaína en 1996 a un semanario argentino. Pero ya en 1991 un control antidopaje le había dado positivo, y según él mismo comentó, probó la cocaína por primera vez en 1982, a los 22 años. (FIN/IPS/mv/ff/ip/00
