ARGENTINA: En Uruguay, Maradona es uno más

El hecho de que la crisis de salud de Diego Maradona ocurriera en Uruguay, un país que se jacta de la igualdad de sus ciudadanos ante la ley, podría determinar un punto de inflexi<<2>>nn vida ese ex astro del fútbol adicto a la cocaína.

édicos, policías, jueces y periodistas uruguayos coinciden en un discurso casi monolítico: "el señor Maradona" es una persona como cualquiera, no importa su notoriedad. No tiene privilegios y debe ser sometido a las mismas leyes y al mismo tratamiento médico que otros en su situación.

Esta aparente apelación al sentido común contrasta con el trato que recibe "Diego" entre los argentinos, un trato complaciente, que oscila entre extremos: la negación de su problema de adicción, y el ensañamiento contra sus exabruptos y sus excesos con la droga, el alcohol o la vida nocturna.

El médico de cabecera de Maradona, Alfredo Cae, se negaba este viernes a creer que el pico de presión del ex futbolista tuviera relación con el consumo de drogas y, sin haber tomado contacto con el paciente, aseguraba que hace tres meses, durante el control que le realizó, éste estaba muy bien de salud.

Pero los especialistas uruguayos que atienden al capitán de la selección argentina que en 1986 ganó el Campeonato Mundial de Fútbol le diagnosticaron este viernes trastornos cardiacos severos y problemas psicomotrices.

"No le conocía esos síntomas", comentó Cae, en referencia a los problemas cardiacos detectados.

Maradona, de 39 años, confesó su adicción 1996, pero el caso data de los años 80, cuando tenía 22 y probó cocaína por primera vez. "Maradona tiene que hacer un tratamiento, pero no en cualquier lado, porque él no es una persona cualquiera", dijo Cae.

"Necesita estar cerca de su familia y de sus amigos", comentó Cae, sin reparar en que hasta el momento, ese entorno no ha logrado evitar que el ex jugador recaiga una y otra vez en el consumo de drogas.

"La gente que rodea a Maradona hace lo contrario de lo que debería hacer: ninguno le dice que no", comentó el profesor Ricardo Grinsom, especialista en adicciones, quien advirtió el riesgo de un desenlace dramático si no se lo somete a tratamiento.

Grinsom opinó que lo mejor para Maradona sería convertirse en un desconocido. "Ese camino es el único que lo enfrentará consigo mismo, el de pasar al anonimato en serio. Lo demás es el negocio, la utilización de su nombre".

Maradona fue hospitalizado de urgencia el martes en la clínica Cantegril, en las afueras del balneario uruguayo de Punta del Este, 140 kilómetros al oriente de Montevideo. Había llegado a Punta del Este el viernes 31, para pasar unos días de vacaciones junto a su familia y a su representante Guillermo Cópola y otros amigos.

El médico que lo atiende en la clínica Cantegril, el uruguayo Frank Torres, diagnosticó que la descompensación fue producto de una crisis de hipertensón. Pero luego se confirmó que ese pico de presión se produjo como consecuencia de una excesiva ingesta de cocaína.

Asi lo informó al día siguiente de la internación Máximo Costa Rocha, jefe de la policía de Narcóticos de Maldonado, el departamento en que se halla Punta del Este. Costa Rocha, quién reveló que la orina del paciente indicaba el consumo "excesivo" de cocaína. "Sin dudas fue una sobredosis", dijo el policía.

En un comentario publicado en el diario Clarín, de Buenos Aires, se destacó como hecho llamativo la "diligencia" de la justicia y de la policía de Uruguay y se calificó de "inusual" la conferencia de prensa de Costa Rocha y se puso en duda todo el operativo. El artículo fue titulado "Un escenario lleno de dudas".

Clarín había publicado una larga entrevista al ex astro dos días antes de la indisposición de éste, en la que Maradona se consideraba merecedor de un controvertido premio al mejor deportista del siglo que le había entregado ese mismo matutino.

Este jueves, el diario El Observador, de Montevideo, reveló que el médico Jorge Romero, de la Asistencia Médica Departamental de Maldonado, fue convocado de urgencia para asistir a Maradona cuando se descompuso, y luego prestó declaración ante la policía y ante la jueza Adriana dos Santos.

Entrevistado por radio Mitre, de Argentina -perteneciente al grupo Clarín- el médico casi se ofendió cuando el periodista le preguntó si al atender a Maradona se había sentido frente a la responsabilidad más grande de su vida.

"Con todo respeto, que sea Maradona no cambia mi responsabilidad, que es con la vida de cada uno de los pacientes que veo, sin importar su nombre. Para mí es igual si se trata del señor Maradona o del más pobre de una villa miseria (un barrio pobre)", comentó el médico, de 28 años, que obtuvo su título universitario hace sólo seis meses.

Radio Mitre utiliza de preámbulo de las informaciones sobre la salud de Mardona un tema musical que un cantante de rock compuso en su homenaje, cuyo estribillo repite: "Maradona no es una persona cualquiera, es un hombre pegado a la pelota…".

De acuerdo con El Observador, cuando Romero llegó al hotel en el que Maradona se encontraba "en estado crítico", amigos del jugador intentaron impedirle el ingreso y quitarle el estetoscopio para auscultarlo ellos mismos. Maradona sufría ahogos, desvariaba y pronunciaba frases inconexas.

En su página editorial, el diario uruguayo publicó un artículo titulado "Ley pareja para todos", en el que señala las "protestas de algunos sectores argentinos" por la internación de Maradona, y justifica la "elemental pero aparentemente necesaria explicación de que la ley es pareja para todos".

El Observador subrayó que tanto Costa Rocha como el director del programa del gobierno uruguayo de lucha contra las drogas, Alberto Scaravelli, puntualizaron que en ese país, "todos son iguales ante la ley", y que ésta se aplica independientemente de quien se trate.

Scaravelli dijo que la sorpresa de la prensa argentina ante la celeridad de la actuación judicial quizá se debiera al desconocimiento de que en Uruguay está en marcha desde hace años un programa de entrenamiento de policías y jueces con el fin de combatir el tráfico de drogas.

"Se actuó tal como estaba dispuesto. No estamos ante una situación excepcional, más allá de la notoriedad de quien está directamente involucrado en el tema, y eso es algo que el turista que llega aquí lo debe saber", dijo Scaravelli en referencia a los visitantes del balneario.

"Las leyes se aplican sin hacer ningún tipo de diferenciación, porque tenemos un sistema de garantías muy sólido, un sistema muy respetuoso de los derechos humanos", insistió.

A diferencia de Clarín, el diario argentino La Nación fue más cauto al referirse a la detención del ex número 1de laección itulado "Maradona, sólo un ser humano", se destacó la eficiencia de la policía y de la justicia de Uruguay, en contraste con lo que ocurre en Argentina.

La Nación también menciona las críticas de los periodistas uruguayos a sus colegas argentinos. "Caníbales", bautizaron los uruguayos a los reporteros llegados de este país, que montan guardia frente a la clinica Cantegril y atropellan a pacientes y médicos por conseguir la información.

En tanto, lejos de admitir la urgencia de un tratamiento como único camino posible de recuperación para el ex jugador, el director técnico del equipo argentino de San Lorenzo, Oscar Ruggieri, le ofreció entrenarse en ese club. "El necesita trabajar", recomendó el técnico este viernes.

El trato de paciente anónimo que necesita recuperarse y que debe dar cuenta de sus actos, contrasta así con la actitud complaciente que recibe Maradona en Argentina, un país que oscila entre el fanatismo y el repudio cuando el ex ídolo se excede y lanza algún exabrupto.

Los argentinos parecen necesitar mantener a Maradona en un altar, pero no sólo para venerarlo, sino también para el sacrificio. Por eso, su internación en Uruguay podría marcar un punto de inflexión en la recuperación de este hombre devenido en un dios pagano por su talento para el juego. (FIN/IPS/mv/ff/cr ip/00

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