ARGENTINA: El caso Maradona y el abuso en el consumo de drogas

La crisis que obligó a internar de urgencia al ex futbolista argentino Diego Maradona por sobredosis de cocaína permitió a los médicos develar ante un público masivo los efectos más dañinos y menos conocidos del abuso de drogas.

Las campañas oficiales que apelan a los padres para que dialoguen con sus hijos adolescentes o las que muestran a empresarios que se fueron quedando sin dinero ni familia no parecen tan efectivas como los cotidianos partes médicos sobre la evolución de la salud de Maradona.

Norberto Mantovano, de la Fundación Mantovano, de asistencia y prevención del sida y la adicción a las drogas, dijo a IPS que en la línea telefónica de asistencia se registraron 60 por ciento más llamadas desde la internación de urgencia del ex futbolista.

"En general, la política de los medios de comunicación más frecuente es la de ocultar estos temas porque el negocio de las drogas es muy importante, pero 'gracias', entre comillas, a lo que le pasó a Diego, se está hablando más de un tema que suele estar tapado", expresó Mantovano.

Muchos jóvenes con pocos recursos y sin la resistencia física de un ex deportista mueren por causa de su adicción o quedan con lesiones graves en el corazón, aparato respiratorio o cerebro.

Maradona tiene sólo 39 años y el hecho de ser uno de los deportistas más famosos del mundo no lo ayuda a superar la adicción a las drogas, que arrastra desde los 21. El límite que significa el precio para el consumidor común no existe en el caso del ex futbolista.

El ex jugador ya hizo dos tratamientos que fracasaron y está a punto de iniciar un tercero, luego de la crisis que lo colocó al borde de la muerte el 4 de este mes en el balneario uruguayo de Punta del Este.

De acuerdo a los informes médicos y policiales, Maradona ingresó en estado grave, con hipertensión y arritmia ventricular, estaba confuso, temblaba, sudaba y se ahogaba. Los médicos reconocieron después que estuvo a punto de un paro cardíaco.

A 10 días de ese episodio, el cuadro sigue siendo complicado. Maradona padece ahora una cardiopatía dilatada severa, que en su caso, es producto de la ingestión aguda de tóxicos, explicó el cardiólogo Carlos Alvarez.

Además de cocaína, también consumió pastillas diversas y alcohol.

La cardiopatía le afectó seriamente el corazón y aún se desconoce si ese daño será crónico. Sus riñones también están siendo tratados y se observan daños en la química de su cerebro por efecto de las drogas que se resiste -o no puede- abandonar.

Cuando se conoció que Maradona consumía cocaína, muchos se lo reprocharon. Eran los que lo habían erigido en "modelo para los jóvenes", un papel que rechazó casi siempre, excepto cuando aceptó convertirse en la imágen de una campaña contra las drogas.

En Argentina, se estima que hay alrededor de 300.000 adictos a diversas drogas prohibidas, casi uno por ciento de la población pero el consumo se incrementa año a año. Lo más preocupante es que la mitad de ellos comienzan a consumir antes de los 15 años.

El cardiólogo Alvarez comentó que Maradona muestra una salud de hierro, pues la semana anterior, una jóven de 19 años que fue internada con un cuadro similar en la clínica Sagrado Corazón – donde estuvo el ex futbolista-, no lo pudo resistir y murió.

La mención causo impacto en quienes están interesados en la salud de Maradona. Los médicos saben de este impacto y por eso aprovechan a hacer campaña sanitaria y, como su médico de cabecera, Alfredo Cahe, a reclamar prevención.

"Esto sirve para llamar la atención del gobierno sobre la necesidad de hacer una buena prevención y de contar con lugares para tratar a pacientes sin recursos", comentó Cahe, quien aseguró que los tratamientos son inaccesibles para familias pobres o empobrecidas por esta causa.

El cardiólogo Alberto Fuxsman, del Hospital Durán, dijo a IPS que frente al sanatorio hay un gran parque donde algunas personas se reúnen a tomar cocaína y otras drogas. "Muchas veces llegan al hospital y hacen paros cardíacos", comentó.

No se trata de asustar a todas las familias con hijos adolescentes, sino de apuntar a los sectores de mayor riesgo, estimulándolos a hacer una terapia psicológica, puntualizan psiquiatras que estudian el fenómeno.

Los adictos a las drogas suelen ser personas inseguras, con problemas familiares y afectivos, inestables. En los casos de personas depresivas, el consumo de cocaína les sirve para liberarse del malestar, aunque el resultado es transitorio.

"La cocaína estimula el sistema nervioso central, actuando directamente sobre el cerebro", comentó el experto Enrique Solís. "Sus efectos inmediatos son sudoración, incremento de la actividad cardíaca y presión sanguínea, convulsiones, aumento del ritmo respiratorio".

Las personas que la consumen sienten por un momento euforia, ilusión de poder o de dominio sobre su entorno y, paralelamente a estas sensaciones, un deterioro del sistema nervioso, una psicosis paranoide en los casos de adictos cotidianos y un coma convulsivo en casos los de sobredosis.

Los enfermos pierden interés en todo lo que no sea conseguir y consumir cocaína, por eso, muchos entienden ahora por qué Maradona no es feliz, pese a la fama y el dinero. Su dependencia física y psicológica lo tiene preso, y su capacidad de recuperarse es observada con esperanza desde todo el mundo. (FIN/IPS/mv/ag/ip/00

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