Venezuela recurrirá a la emisión de bonos y a la ayuda de organismos multilaterales para enfrentar la emergencia generada por la peor catástrofe natural del siglo, que demandará una inversión multimillonaria.
En medio del elevado costo humano y social de la tragedia que provocó miles de muertes y cerca de cerca de 150.000 damnificados, ya comenzaron a sacarse cuentas sobre el elevado impacto económico que tendrá para el país.
La organización empresarial Fedecámaras estimó que se requerirán inversiones de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares para enfrentar las consecuencias de la catástrofe durante los próximos dos años.
Las lluvias atípicas provocadas por el fenómeno climatológico de "La Niña" que cayeron la semana pasada sobre Venezuela provocaron avalanchas de lodo y piedras, e inundaciones por la crecida de ríos y el desborde de represas.
El mal tiempo dejó como saldo una gran destrucción de infraestructura pública y privada en diversos lugares del país, incluyendo autopistas y carreteras que son esenciales para la conexión terrestre.
Pero además deberá abordarse el desafío de encontrar soluciones para los damnificados, incluyendo la reconstrucción de sus viviendas o su reubicación en otras zonas.
El presidente Hugo Chávez informó este lunes por la noche en un mensaje al país que hay más de 23.000 viviendas colapsadas y 65.500 dañadas por la catástrofe. Casi 350.000 personas están afectadas, precisó.
Chávez ya anunció la apertura de un fideicomiso de reconstrucción y fomento de Venezuela, que concentrará los recursos generados con el fin de superar la catástrofe.
El mandatario comentó que el fondo partirá con un aporte de unos 310 millones de dólares dispuesto por el gobierno.
Por otra parte el ministro de Finanzas, José Rojas, confirmó que se realiza una evaluación con el fin de emitir bonos de deuda pública. Aunque prefirió no comentar el monto de la operación, medios locales aseguraron que podría acercarse a los 1.000 millones de dólares.
Entretanto, Venezuela ha recibido ayuda de al menos 30 naciones y de organismos internacionales para hacer frente a la coyuntura provocada por esta tragedia. En el futuro, podría recurrir a fuentes financieras multilaterales.
La Corporación Andina de Fomento (CAF) informó que dispondría de 138 millones de dólares para apoyar la reconstrucción y trascendió que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reasignaría recursos enmarcados en préstamos ya aprobados por 200 millones de dólares.
El ministro de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel, afirmó que la ayuda es necesaria porque la catástrofe "ha desbordado la capacidad del Estado venezolano".
El Sistema Económico Latinoamericano, un organismo de consulta y coordinación integrado por 28 países, ya anunció que convocó a su mecanismo de emergencia ante desastres naturales para el 27 de enero.
Este mecanismo regional apoya la coordinación de estrategias para la reactivación del país a mediano y largo plazo.
Todos los días, diversos sectores de la economía emiten boletines sobre el impacto de la tragedia. El sector de comercio exterior enfrenta el cierre del puerto, y los bancos la destrucción de agencias y la pérdida de numerosos créditos que ahora son irrecuperables.
Fedecámaras estimó que Venezuela perdió 200.000 puestos de trabajo como consecuencia de la tragedia. (FIN/IPS/lc/dg/if/99