Los indígenas de Venezuela lograron que sus derechos fueran considerados por primera vez en un proyecto de Constitución, pero esa conquista detonó una polémica que orbita en torno al concepto de soberanía.
Los opositores denuncian en forma continua el peligro de desmembramiento del territorio como consecuencia de los nuevos derechos a tierras indígenas, incluido en el proyecto de Constitución, que será sometido a la aprobación popular en un referendo el 15 de este mes.
El proyecto incluye un capítulo entero sobre derechos indígenas.
"Lo que se ha consagrado es lo más avanzado y democrático", declaró el ministro de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel, quien consideró que las críticas tienden a reflejar "un prejuicio, un anacronismo".
La polémica se inició hace dos meses, cuando el tema comenzó a ser discutido en la Asamblea Constituyente de 131 miembros, convocada desde el 3 de agosto a redactar la nueva carta fundamental.
Tres integrantes de esa Asamblea fueron seleccionados por las propias comunidades indígenas, mientras que otros tres representantes de estas etnias lograron ser elegidos en los comicios generales de julio.
Algunos miembros de la Asamblea, incluyendo ex militares, cuestionaron el contenido de los derechos propuestos para la nueva Constitución, mientras los constituyentes indígenas defendían a capa y espada sus conquistas.
El artículado final favoreció a los indígenas, al reconocer "la existencia de los pueblos y comunidades indígenas" como parte de una nación que se define "multiétnica y pluricultural".
En la nueva Constitución, el Estado también reconoce "su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida".
El Estado deberá ayudar a la demarcación de esas tierras, establece el proyecto.
Este tema provocó escozor entre los defensores de la soberanía. El constituyente opositor Jorge Olavarría se constituyó en un ferviente opositor de los derechos indígenas, argumentando que promueve "el mayor desmembramiento territorial" de la historia de Venezuela.
Olavarría planteó que más de 50 por ciento del territorio venezolano peligraría si se garantiza el derecho de las tierras a los indígenas.
El oficialista Francisco Visconti, un ex militar, planteó en la Asamblea Constituyente que este derecho equivale a crear "un Estado dentro del Estado".
La Comisión de Seguridad y Defensa de la Asamblea, dirigida por Visconti, advirtió que las comunidades indígenas en la frontera son asediadas por organizaciones internacionales, incluyendo comunidades religiosas.
La oposición a los derechos indígenas ha sido invocada por al menos tres de más de una decena de grupos que se acercaron hasta el Consejo Nacional Electoral (CNE) para oficializar su postura a favor del "No" en el referendo constitucional.
Y este viernes la prensa local informó que un grupo de generales retirados pidió aclaraciones sobre el tema al ministro de Defensa, Raúl Salazar.
Las críticas se mantienen, pese a que el propio proyecto de Constitución plantea que los pueblos indígenas forman parte de un Estado y pueblo venezolano "único, soberano e indivisible". Además "tienen el deber de salvaguardar la integridad y la soberanía nacional".
"No hay un solo caso en el mundo en que una etnia haya desmembrado un país", aseguró el canciller venezolano. "Toda la vida, ellos han sido los únicos habitantes que hemos tenido en la frontera".
De acuerdo con encuestas difundidas esta semana, 56 por ciento de los electores venezolanos tienen la intención de votar "Si" en el referendo de diciembre.
Los constituyentes y dirigentes indígenas, entre tanto, comenzaron a promover el proyecto entre sus comunidades, con el propósito de impulsar su aprobación y desafiar críticas que calificaron como racistas durante el debate constituyente.
Venezuela alberga 28 etnias con 315.000 personas que representan 1,39 por ciento de la población del país.
Si llegara a ganar el "No" se mantendría la Constitución de 1961, en la cual los indígenas son prácticamente ignorados. Simplemente se contempla un estado de excepción, que no se materializó nunca en mejores condiciones de vida. (FIN/IPS/lc/ag/ip/99