La designación parlamentaria de Saparmurad Niyazov como presidente vitalicio de Turkmenistán agrava la incertidumbre de esa república ex soviética de cuatro millones de habitantes, según los críticos.
Turkmenistán se acercó el martes al régimen de Corea del Norte, con presidencia vitalicia y culto de la personalidad, cuando el parlamento aprobó una ley constitucional que otorgó al presidente y primer ministro Niyazov un mandato ilimitado.
Niyazov, de 59 años, es conocido como "Turkmenbashi" (Padre de todos los turkmenos) y fue elegido presidente luego de la independencia del país centroasiático, en 1990.
Su mandato fue extendido en dos referendos realizados en 1992 y 1994, en los que casi 100 por ciento de los votantes aceptaron perpetuar su presidencia hasta el año 2003.
Tras la votación del martes, Niyazov dijo que tratará de ser digno de la confianza del parlamento.
Pese a la existencia de instituciones supuestamente democráticas, de hecho el presidente controla el sistema judicial, y el parlamento, unicameral y de 50 miembros, no tiene autoridad independiente.
Niyazov, que hizo construir enormes estatuas de sí mismo, es el foco de lo que los críticos llaman un creciente culto a la personalidad.
El mandatario reside en un palacio con una pista de aterrizaje de helicópteros en la capital, Ashgabat. En la calle y en los edificios públicos se pueden apreciar sus retratos.
Los críticos de Niyazov sostienen que no puede haber estabilidad social en un país donde el presupuesto anual oscila entre 400 y 600 millones de dólares, mientras la riqueza personal del presidente se estima en 3.000 millones.
"El sistema de gobierno de un solo hombre es potencialmente desestabilizador para Turkmenistán, dado que el problema de la sucesión todavía no se resolvió", advirtió Vitaly Ponomarev, director del Centro de Información sobre Derechos Humanos en Asia Central, con sede en Moscú.
Activistas de los derechos humanos han criticado reiteradamente el gobierno autoritario de Turkmenistán, mientras la oposición de ese país enfrenta inmensos desafíos para mejorar la situación.
"La oposición promueve métodos pacíficos en su campaña por la democracia, aunque por ahora la gente no tiene la capacidad de cambiar su gobierno pacíficamente", dijo a IPS el ex canciller y líder opositor Avdy Kuliev.
Las autoridades acusaron a Kuliev de planear una rebelión armada y de malversar fondos públicos, pero Kuliev arguyó que las acusaciones son mentiras de sus oponentes políticos.
El Partido Democrático Turkmeno (antiguo Partido Comunista), liderado por Nizayov, retuvo el monopolio del poder tras la disolución de la Unión Soviética, en 1991. El gobierno no registra otros partidos ni tolera actividades políticas opositoras.
El régimen autoritario de Niyazov y el sistema económico nacional se basan también en vastos recursos naturales.
Turkmenistán lucha por mantenerse a flote desde el colapso de la Unión Soviética, y su reciente acuerdo con Rusia para venderle gas natural es una buena noticia para el régimen.
Aunque el gobierno prometió realizar la transición hacia un régimen de mercado, la economía dependiente de la agricultura permanece bajo control estatal. El gas, el petróleo y el algodón representan casi el total de los ingresos por exportaciones, en su mayoría hacia Rusia.
El acuerdo de este mes entre Moscú y Ashkhabad puso fin a una larga disputa sobre condiciones y tarifas.
Rusia comenzará a recibir gas natural desde Turkmenistán según un acuerdo celebrado en la capital el día 17, anunció Niyazov en la sesión inaugural del parlamento, el lunes.
El acuerdo, firmado entre Niyazov y el director ejecutivo de Gazprom, Rem Vyakhirev, es por 20.000 millones de metros cúbicos de gas en el año 2000, a un precio de 780 millones de dólares. Rusia pagará 40 por ciento en efectivo y el resto en bienes y servicios.
"Tanto Rusia como Turkmenistán están en dificultades económicas, y este acuerdo es mutuamente beneficioso", destacó Vyakhirev en una entrevista.
Turkmenistán también planea entregar 10.000 millones de metros cúbicos de gas a Irán en el 2000, frente a 2.000 millones en 1999.
Según los críticos, el aumento de las exportaciones de fuentes naturales de energía sirve para sostener el régimen autoritario de Niyazov. (FIN/IPS/tra-en/sb/js/mlm/ip/99